martes, 21 de octubre de 2008

Beber para estar bien





Hoy se habla de la desmitificación de los ocho vasos de agua al día como única medida efectiva para estar hidratado. Todo cuanto bebes te hidrata. No importa si es café, té, agua, un jugo o hasta un plato de sopa.

Los poetas han llamado al agua "elixir de la vida", "divino sustento", mientras que hombres de la ciencia la reconocen como un nutriente necesario para el buen funcionamiento del organismo. Pero ¿es el agua lo único que vale a la hora de estar hidratado? Estudios recientes de grupos de expertos como los del Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar -con sede en Estados Unidos y patrocinado por The Coca-Cola Company-, del ILSI (Internacional Life Science Institute) y del OIM (Instituto de Medicina, por sus siglas en inglés) han venido a cambiar las reglas. Las pautas, entonces, definitivamente son otras.

Así, la noción de cuán importante es una hidratación adecuada ha aumentado en los últimos años, pero al tiempo que esto ocurre existe mucha información errada y la cantidad de mitos al respecto ha crecido como la espuma: "para estar bien hidratado se debe consumir, al menos, ocho vasos de agua", "lo mejor es tomar dos litros de agua en ayunas", "para perder peso, hay que aumentar los ocho vasos de agua y llevarlos hasta 16", "el café deshidrata", "las bebidas carbonatadas sólo producen celulitis y no hidratan", y, así, la lista podría ir en aumento. En todo caso, estos grupos de profesionales han venido a poner orden y los puntos sobre las íes, porque es importante que, en primer lugar, las personas sepan que tomar ocho vasos de agua al día no es una regla general para todo el mundo, ni tampoco el último bastión de la verdad en lo que a hidratación se refiere.

Entre las nuevas y probadas tendencias clínicas sobre el tema es preciso hacer hincapié en que alrededor de 80% del consumo total de líquidos que el cuerpo necesita proviene tanto de la propia agua como del resto de las bebidas que se ingieran y de la dieta, y que la mayoría de las personas puede satisfacer sus necesidades diarias de hidratación a través del consumo normal de líquidos en donde entra absolutamente todo aquello que no es sólido, así como las frutas y las verduras.

Larissa Páez, vocera del Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar, una de las voces más calificadas en América Latina en el tema de la hidratación, deja claro que "miles, millones de personas en el mundo no toman agua. Y no lo hacen porque, simplemente, no les gusta. Imagínense ustedes si fuera cierto que para estar bien hidratado sólo habría que tomarse ocho vasos de agua al día... todas esas personas estarían enfermas o hubieran muerto. Por eso es que es importante decirle a la gente que las reglas del juego cambiaron. No importa si no te gusta el agua o si la tomas poco, lo importante de verdad es que ingieras líquidos en la cantidad que requieres según tu sexo, peso, edad, condición física y tipo de actividad".

Para darle mayor peso a esta afirmación, se consultó también lo que están haciendo y diciendo otros profesionales. Así, Luís Serra Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, resaltó que la ingesta de la suficiente cantidad de líquidos, a través de alimentos y bebidas, es esencial para la vida y recordó que el sabor es un elemento que contribuye a completar una óptima hidratación. "Es muy importante que la gente elija la bebida que le guste, porque existen diversos estudios que muestran que se consume entre 45 y 50% más de líquido cuando éste tiene sabor". Completa Larissa Páez con lo siguiente: "Algunas bebidas simplemente satisfacen el deseo natural de lo dulce. Algunas tienen calorías. Otras no. Algunas relajan. Otras proporcionan energía.

Algunas ofrecen nutrientes importantes. Otras contribuyen a un mejor desempeño. Y algunas pueden, incluso, ayudar a manejar cuestiones de salud como el colesterol.Por eso, es importante comprender de qué manera la elección de las bebidas afecta el bienestar y salud general. La gente tiene que hacer que cada gota cuente".

¿Y si no bebo nada qué pasa?
Observatorios mundiales de hidratación y nutrición también han fijado posición acerca de la deshidratación, porque la ausencia de líquidos necesarios para el buen funcionamiento del organismo puede ocasionar cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, sensación de náusea y taquicardia. Por otra parte, puede afectar negativamente a las funciones físicas y mentales y es un factor que contribuye a empeorar algunas enfermedades. Entonces, para evitar que se produzcan estas situaciones, beber cada poco tiempo e incluir en la ingesta total, además de agua, infusiones, jugos, lácteos, refrescos y sopa, puede ayudar a conseguir que la cantidad de líquidos sea laadecuada.

Una mínima pérdida de líquidos hace disminuir el equilibrio entre lo que sale y lo que entra y repercute en el funcionamiento del organismo. Sólo con una pérdida de 1% de líquidos aparece la sensación de sed; si esta pérdida es de 2%, se reduce el rendimiento y la resistencia, y a partir de 5% se puede producir una aceleración del ritmo cardíaco, apatía, vómitos y espasmos musculares. Para prevenirlo es importante beber líquidos aunque no se tenga sed ya que contribuyen a regular la temperatura corporal. El cuerpo humano está compuesto en alrededor de 60% de agua. Ésta cumple una función vital ya que permite que se realicen todos los procesos bioquímicos imprescindibles para el funcionamiento del organismo, posibilita el transporte de nutrientes y contribuye a regular la temperatura corporal. Además, el intestino absorbe parte de estos líquidos, gracias a los cuales es posible eliminar todo lo que el cuerpo no necesita, a través de las secreciones y de la orina, por lo que también previene el estreñimiento.

Mi cuerpo tiene sed
"Por medio de la sed su cuerpo le advierte que necesita líquidos. Pero su cuerpo no puede decirle qué beber. Eso depende de usted". Esta es la frase con la que abre la página inicial el sitio en Internet del Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar. Aún cuando la hidratación es vital para el cuerpo humano, éste es incapaz de producir el líquido que necesita por lo que es necesario proporcionarle las cantidades adecuadas a través de los alimentos y de las bebidas. Se calcula que del total del agua necesaria entre20 y 25% proviene de los alimentos y entre 75 y 80% de las bebidas.

Páez afirma que "los requerimientos de agua están determinados por el metabolismo del individuo, las condiciones ambientales y el grado de actividad. Por lo tanto, son extremadamente variables". Para una mujer de entre 25 y 45 años con actividad física moderada, en líneas generales nueve vasos de líquido de ocho onzas por día puede ser más que suficiente, mientras que para un hombre del mismo grupo etáreo, las necesidades pueden verse satisfechas con 13 vasos por día. De cualquier manera, estos requerimientos son aceptables para personas saludables y varían de una a otra, incluso en la misma persona de un día a otro, porque dependen de muchas variables independientes que pueden hacer que las necesidades cambien.

Esas variables a tomar en cuenta, dice Larissa Páez, pueden ser "tipo de actividad física, es decir ejercicios tres veces por semana, condiciones climatológicas, exposición al sol o condiciones temporales de salud".

Hidratación vida y ejercicios
No existen recomendaciones específicas para el consumo de agua potable y sin agregados. Sin embargo, el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias (National Academy of Sciences) de Estados Unidos establece pautas específicas sobre el consumo total de líquidos, que incluye el consumo de agua así como de otros líquidos que se obtienen a partir de otras bebidas y alimentos.

Como se sabe, la práctica frecuente de ejercicios beneficia la salud en general. Pero, ¿sabía que siguiendo algunas pautas sencillas sobre qué cantidad de líquidos debe beber y en qué momentos del día, puede obtener el máximo desempeño? El Instituto de Medicina Deportiva de los Estados Unidos (American College of Sports Medicine, ACSM) recomienda lo siguiente: beber líquidos en abundancia durante las 24 horas previas a algún evento, en especial, durante la comida antes de hacer ejercicios o participar en una competencia, a fin de lograr la hidratación adecuada del organismo; ingerir aproximadamente 500 ml de líquido dos horas antes de realizar ejercicios para mantenerse hidratado y poder excretar el exceso de agua con tiempo.

Durante los ejercicios, beber al inicio de la actividad y a intervalos regulares para reemplazar toda el agua que se pierda a través de la transpiración. Tratar de consumir líquidos más fríos que la temperatura ambiente con el objeto de estimular su reposición. Si se hace ejercicio de manera extenuante durante más de una hora, el ACSM recomienda ingerir hidratos de carbono a un promedio de 30 a 60 gramos por hora. Esto se puede lograr ingiriendo una cantidad suficiente de cualquier solución que contenga entre 4 y 8 por ciento de hidratos de carbono. El ACSM también aconseja consumir entre 0,5 y 0,7 g de sodio por cada litro de agua para reemplazar el líquido que se pierde en la transpiración. Las soluciones con electrolitos (principalmente, el cloruro de sodio [NaCl]) mejoran el sabor y reducen las posibilidades de que se manifieste la hiponatremia. Las bebidas deportivas comunes se elaboran en vista de estas recomendaciones.

Sin remordimientos
Las gaseosas -en esta lista entran tanto los refrescos, tomados con moderación, como el agua carbonatada y los refrescos a base de té-, la dietista indicó que la creencia de que las de cola deshidratan es un mito. Ya se ha comprobado que el café -presente en mínimas cantidades en esta clase de bebidas- no deshidrata.

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