miércoles, 28 de marzo de 2012

Imágenes del corazón




























 

Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartara de él.


Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartara de él.
Prov. 22:6
Pastor: Benjamín Daza
Alguien decía que nosotros somos la última generación que obedeció a sus padres y la primera en
obedecer a sus hijos.
Algo que como padres hemos dejado de hacer es educar a nuestros hijos,  hacemos cosas
contradictorias, exigimos que la señora que hace los oficios de la casa tenga mucho cuidado con la
vajilla de porcelana pero le soltamos tranquilamente algo más valioso: nuestros hijos. Como ellas
no tienen autoridad sobre estos, les permiten todas las libertades, les enseñan principios errados
que ellas han aprendido y después nos quejamos porqué nuestros hijos están como están. Y qué
no decir de los famosos jardines y guarderías  para niños  que cada día son más,  algunos sin
ninguna preparación para el cuidado de estos. Sé que muchas  personas trabajan con  buena
voluntad, pero el punto es que esa responsabilidad corresponde básicamente a los padres.
Usted argumentara que no alcanza el dinero - y en ello puede tener razón- y que se necesita la
ayuda de otros para poder salir. Pienso que tenemos que buscar alternativas para complementar
recursos y vivir con cierta holgura.
El punto es que nuestros hijos serán como nosotros les formemos, si  usted quiere hijos conforme
a la palabra de Dios, empecemos la labor a temprana edad. Esto de instruir al niño en su camino,
lleva tiempo y sacrificio. Involucra a tus hijos en las cosas de Dios. Si creemos en Él y en su hijo
Jesucristo y si hacemos la labor que corresponde, ellos caminaran de la mano del Señor.
La gran pregunta y creo que muchos la hemos oído es: ¿Sabe usted dónde se encuentra su hijo?

HIJOS REBELDES


El comportamiento inaceptable que manifiestan continuamente los hijos, es una situación muy real para madres y padres; son comportamientos que los adultos encuentran difíciles de manejar.

Los siguientes comportamientos en conjunto, suelen ser los más comunes:

No reconocen ni obedecen a ninguna autoridad.
Buscan pleitos, buscan la violencia.
Pueden incluir desde morder, golpear, escupir, exhibir un comportamiento excesivamente activo, lanzar objetos, dañar a otros o a sí mismo.
Mucha irritabilidad y/o agresividad.

Al examinar el comportamiento de un niño, recuerde que siempre debe observar el comportamiento y no darle un nombre al niño sino al comportamiento. No es que su hijo sea malo, trabaje usted en su conducta. Child Care Aware

Causas

Se debe poner atención y trabajar en cualquiera de los siguientes factores, que pueden estar influyendo en su mal comportamiento:

Su vida familiar: Ocurren cosas en el hogar que afectan su comportamiento como, el divorcio, la separación, episodios de violencia o adicciones, mudanza, la llegada de un bebé, enfermedad en algún miembro de la familia, etc.

Malestares físicos: No está durmiendo lo suficiente, su alimentación no es saludable (exceso de carbohidratos, deficiencia de hierro), padecer alguna enfermedad.

Su desarrollo: Su nivel de crecimiento físico y mental debe estar determinado como “normal” por su pediatra.

Recomendaciones

Si usted halló que alguno de los 3 factores arriba mencionados están afectando la conducta de su hijo, debe trabajar en ellos asesorándose ya sea con un terapeuta familiar, un médico o un psicólogo, según sea el caso. Busque ayuda.

Instruya. Nada mejor que el hablar con los hijos. Razonar con ellos, mostrarles comprensión, dedicación y amor. Alentarlos a lo bueno, enseñándole las malas consecuencias de los malos actos.

Aplique disciplina. Establezca reglas y orden a los hijos. Que ellos sepan que habrá sanciones como: pérdida de permisos, limitaciones al teléfono, en los más pequeños el “tiempo - fuera” (ubicar al niño en un rincón un minuto por año de edad), aplicación de consecuencias, etc. De la misma manera, se aplican las “buenas consecuencias” o recompensas, para motivar sus buenos comportamientos.

Nota importante.- Aplicar disciplina sin instrucción y amor no funcionará jamás.
La crianza correcta de los hijos se basa en 4 ejes que deben estar completamente
balanceados y ser provistos por sus padres: amor, disciplina, enseñanza y ejemplo.


Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartara de él.
Prov. 22:6 (La Biblia)

Los niños sensualizados


Los niños sensualizados


Otra de las particularidades que se observan en los niños que están abandonados en la televisión son los niños sensualizados.

Cuántas personas consideran como común o normal que los niños estén con noviecita, noviecito, besos, incluso roces con órganos genitales, etc. ¿Qué es lo que observamos? Que cuando es un juego inocente entre niños que no tienen más de 3 años de diferencia en las edades, pudiera ser considerado como normal.

Pero empezamos a ver más frecuentemente en la consulta a niños quizás ni siquiera preadolescentes, de 10 o 9 años de edad que empiezan a tener este tipo de actividades con niñitas más pequeñas y que se empieza a considerar como normal.

Los juegos “al papá”, a “la mamá”, que algunos los ven como normales, no es más que el efecto o el resultado de la televisión.

La televisión en los niños despierta el interés y muchas veces la curiosidad a lo sexual, además que lo muestra de una manera real y por lo general tergiversada; lo presenta bajo condiciones muy diferentes a realidad normal.

Un niño que normalmente no debería tener este tipo de curiosidad se ve estimulado a preguntar, a observar y a tratar de identificar cuáles son estas conductas.

No podemos decir que esto es una conducta normal y que esto no puede tener repercusiones. Cada día en algunos países, sobre todo en los de occidente, se ven conductas sexuales más aberrantes. Cada día la pornografía infantil es mayor, cada día el abuso de menores es mayor y cada día hay más interés en aquellos que tienen este tipo de prácticas, en seguirlo cometiendo.

Esto no es más que el resultado de una deficiente formación en tempranas edades para haber corregido estas desviaciones.

Vemos entonces que tanto la violencia como la sexualización pueden ser el resultado del abandono en la televisión. No digamos que los niños son así, entendamos que muchos de ellos han sido educados y han sido enseñados de esta forma.
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