sábado, 25 de febrero de 2012

La Culpa y los Secretos

La culpa te fija en sucesos pasados, te sientes abatido molesto por algo que dijiste o hiciste y gastas tus momentos presentes afligidos por comportamientos pasados.


Cada uno de nosotros tiene consciente e inconscientemente un conjunto de pautas que marcan su comportamiento. Este es nuestro propio código moral que puede o no coincidir completamente con el código social en que vivimos, el cual por supuesto a contribuido en gran medida determinar al nuestro.

Está relacionada con aquellas acciones que realizamos alguna vez en un distante pasado, nunca nos hemos atrevido a compartir con nadie y preferimos que nadie se entere al respecto.

Una de las consecuencias mas comunes del sentimiento de culpa es el remordimiento. ¿ Que es este sentimiento mas precisamente? Clínicamente se define como el pesar interno que produce en el alma el haber realzado una mala acción. Es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, que va creciendo imperceptible dentro de uno.

La vivencia del remordimiento es como tener un objeto intragable atravesado en la garganta, que finalmente se volverá contra uno mismo. El problema principal del remordimiento es que muchas veces se desconoce su origen. Se experimenta como una sensación que esta continuamente presente pero no se sabe exactamente cual es la culpa que está escondida detrás originando este malestar.

Son precisamente estos eventos que conservamos en nuestra memoria y nos esforzamos por mantener ocultos los que le facilitan a nuestro ego emplearlos para conectarse con la culpa, y en el caso particular de los secretos, frecuentemente también con el miedo, y la vergüenza.
¿Tiene usted algún "Gran" secreto?, ¿Alguna vez lo ha compartido con alguien?, ¿Por qué?. ¿Puede responder a esta última pregunta?, ¿Puede al menos reconocer que se lo impide?. Muy probablemente sea que usted le da más importancia a la opinión que tienen los demás de usted que a su propia opinión de si mismo.
 

Los secretos guardan relación con nuestras creencias y paradigmas de lo que crecimos considerando que es "bueno", "aceptable" y "deseable". En ocasiones pequeños detalles ocurridos en la infancia y largamente olvidados para todos pudieran tener aun un efecto controlador sobre usted.

El mecanismo de los secretos nos lleva a guardar aquello que consideramos detestable y a mostrar y compartir los tesoros. Supongamos que por el contrario echamos fuera lo detestable y guardamos los tesoros, ¿Qué cree que ocurriría entonces?, claro, es lógico, por supuesto que nos sentiríamos maravillosamente con nosotros mismos.

Deseaos ser Libres, vivir en Paz, Felicidad y Armonía. El detalle está en actuar coherentemente con lo que deseamos alcanzar. Si tiene algún secreto emplee su discriminación para encontrar alguien que sepa escucharle, sin emitir un juicio y que sepa comprenderle y brindarle el apoyo necesario para permitirle liberarse.

Superar la culpa es algo tan sencillo como mantenernos conscientes de nuestro ser interno. Al hacerlo comprendemos mejor el papel que nos toca desempeñar en el medio en el cual nos desenvolvemos y tomamos conciencia de como influimos en nuestro entorno.

Manténgase alerta, escuche sus palabras, observe sus acciones, sea consciente de sus pensamientos, preste atención las sutiles formas en las cuales intenta controlar a otros por medio de la culpa, o en las que cree que otros lo hacen con usted, el espejo siempre funciona. Todo eso le permitirá estar más consciente de como interactúa usted con este sentimiento y le facilitará superarlo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

La Lámpara Del Cuerpo.



La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mateo 6:22
La forma en que Dios diseñó la anatomía del globo ocular también arroja luz para entender mejor: La retina tiene millones de bastones y conos. Gracias a ellos podemos ver los colores. Cuando baja la intensidad de la luz, los conos que están en la retina no reaccionan y se nos nubla la vista, entonces los bastones se adaptan paulatinamente a la condición de oscuridad, lo cual logran en un lapso de unos cuantos minutos…y esto es una maravilla de su creación…nuestros ojos son uno de nuestros cinco sentidos físicos, pero también espirituales, ya que con ellos vemos para bien o para mal, es decir para bendición de nuestras almas, o para perdición de esta misma.
He oído decir que los ojos son las ventanas del alma, que ellos reflejan lo que verdaderamente hay dentro de nuestro ser, y con ellos muchas veces decimos cosas que aun no han salido de nuestros labios…por ejemplo, cuando estamos enojados, alegres, tristes, no necesitamos hablar, ellos lo dicen todo…¿no es verdad?
Jesús dijo en Mateo 5:29  Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno… ¿qué es lo que puede estar ocasionándole a tu corazón que se contamine?
Cuando Jesús nos dio esta enseñanza, estaba dándonos una analogía, una enseñanza que representa el radicalismo que  debemos de tener los llamados hijos de Dios…porque si esto fuese una práctica que deberíamos de llevar a cabo, todos tendríamos que quedar ciegos, cojos o mancos, porque mientras estemos en este mundo, el pecado nos asediara, además estaríamos creyendo que los que carecen de la vista, no pecan…lo cual es falso…ya que el pecado se concibe en el corazón del ser humano…y no solamente a través de nuestros sentidos físicos…por lo tanto, la enseñanza va mas allá…
El quiso enseñarnos que si estamos consientes de que una amistad, un programa de televisión, un lugar a donde vamos, lo que leemos, oímos, o vemos nos está contaminando, deberíamos de tener el valor de cortarlo de nuestro entorno… entonces la solución no es arrancarme los ojos, sino lo que está contaminando todo mi ser.
Mi padre quien se convirtió a Cristo a sus sesenta y cinco años de edad, y había llevado una vida bastante llena de lascivia, al tener su encuentro con Jesús, nunca más volvió a traicionar a mamá con otra mujer…ya que esto había sido una de las causas de mayor problema no solo para ellos dos, sino para toda la familia…intrigada al ver su pasión y entrega al Señor, le pregunte como creía el que Jesús lo había libertado de sus problemas de sexualidad…a lo que él me contesto, que uno de los primeros miembros que él le había entregado al Señor, eran sus ojos…ya que él sabía que su mayor problema radicaba ahí…me dijo que pudo darse cuenta que era sencillo, que a través del Espíritu Santo había comprendido, que si miraba una vez lo que era inevitable, no era problema…pero él sabía que si miraba por segunda vez, ya le había fallado a Dios…y ahí estaba su secreto, hasta el día de hoy…no debe de haber una segunda vez, por amor a Jesús…consejo que he guardado dentro de mi corazón.
Si nos llamamos cristianos, debemos de saber que el ojo del hijo de Dios, deberá estar lleno de luz, la luz que es Cristo, habiendo dicho el, que nosotros somos la luz del mundo… pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas…primero, reconocer el pecado, segundo, aceptando que solo Jesús, puede sanar nuestros ojos de toda tiniebla, de toda oscuridad, sea física o espiritual…ya que no debemos olvidar, que fue Dios quien nos dio el favor de contemplar su divina creación… Pro 20:12  El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas igualmente ha hecho el Señor…ahora depende de ti,¿ para qué usaras tus ojos?, el nos los dio para cosas santas, puras, y benditas…limpiemos nuestro corazón, y los ojos serán purificados…el secreto esta, en la segunda vez.
Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, con ojos y corazón en las tinieblas, o permitiéndole a Cristo Jesús, pueda abrir y llenar de su luz toda nuestra visión. Tú decides.
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