martes, 13 de enero de 2009

Prohibido decir no Puedo

Cuantas veces repetimos: "No Puedo" sin darnos cuenta del efecto tan negativo que produce en nosotros. Nos convendría borrarla de nuestro vocabulario y de nuestra mente, junto a otras frases negativas que repetimos con frecuencia y que terminan reforzando nuestras limitaciones. La mayoría de las veces nos convertimos nosotros mismos en la resistencia más grande que nos impide avanzar hacia el éxito y la realización personal. Cada vez que decimos: "No puedo" mentalmente o en voz alta, nos estamos asegurando el no intentar siquiera hacer algo que creemos que no sabemos o no seremos capaces de hacer. ¡Piénsalo!

Muchas de las expresiones que usamos influyen negativamente en nuestra manera de pensar y de actuar. Frases como: "No puedo", "No sé si soy capaz", "Mejor me retiro antes de cometer un error", "Es que siempre tengo mala suerte", "Es que soy malísimo para esto", reafirman nuestras limitaciones y debilitan nuestra voluntad de intentarlo en algún momento. Inclusive al estar convencidos de nuestra incapacidad con respecto a algo, perdemos la confianza en nosotros mismos y quedamos presos de una situación de limitación hasta que decidamos enfrentarla y superarla.

Comencemos a transformar nuestra actitud y ese monólogo interno y negativo que generalmente acompaña todas las situaciones donde se nos presenta una oportunidad, la próxima vez que digas o pienses que no serás capaz... construye una frase contraria y en positivo para iniciar un proceso de reprogramación mental.
Repetir frases como: "Yo sí puedo", "Voy a intentarlo", "Soy capaz", repetidas con certeza nos llevan poco a poco a cambiar nuestro vocabulario y pensamiento. Además, ¿Cómo puedes saber que no puedes hacer algo si no lo has intentado? Vale la pena asumir el riesgo de experimentar y atrevernos a ir mas allá de nuestras limitaciones para descubrir que somos talentosos y capaces de cambiar nuestra manera de vivir la vida. Creer en nosotros mismos, Creer que el universo está a nuestro favor y creer que existe un Ser Supremo que cuida de nosotros todo el tiempo nos ayudará a transformarnos mas fácilmente. La voluntad es una de las herramientas que estimulan y potencian nuestra capacidad interior para hacer o superar algo. Es una energía que emana más del corazón que de nuestra cabeza y que nos lleva a cumplir los objetivos que nos hemos propuesto.

Cuando nos convencemos a nosotros mismos de que tenemos ciertas incapacidades, nadie puede sacarnos de ahí a menos que nosotros le demos el poder para hacerlo. Por esta razón necesitamos encontrar la motivación que nos dé las ganas para desarrollar la voluntad y el valor necesario para superar nuestras limitaciones. ¡Vamos, tú puedes lograrlo! Lo único que necesitas hacer es intentarlo.
Los enemigos a vencer son: El miedo a superar nuestras metas, a hacer el ridículo o el temor a no ser capaces de hacerlo, el pensamiento negativo que nos repite que no podemos hacerlo, recordándonos los momentos en los que otros lo intentaron y no lo lograron. También son un enemigo las creencias que fueron instaladas en nuestra cabeza a través de las frases que nos repitieron cuando fuimos pequeños: "Tú no puedes", "No eres capaz", "No te pareces a tu hermano que sí sabe como hacerlo" o "No te atrevas a montarte ahí porque te vas a caer", "Mejor ni lo intentes porque te puede ir mal" La buena noticia es que podemos superarlo y convertirlo en parte de nuestro aprendizaje.

Claves para ponerte en acción
Piensa primero en los pros y luego en los contras. Proyecta tus metas con entusiasmo y confianza para que puedas realizarlas. Visualízate como si las hubieras logrado. Imagina con todo detalle el momento en que logras superar tu limitación y disfrutas realmente de tu nueva actitud.

Apóyate en tus pequeños logros. Cada día pregúntate: ¿qué voy a hacer hoy para alcanzar mis metas? Haz un inventario de tus esfuerzos y reconoce y resalta tus logros aunque sean pequeños. Esto te dará la seguridad y el entusiasmo para continuar adelante.

Nunca abandones. Contrario a lo que la gente usualmente cree, el fracaso nos acerca al éxito. El éxito puede estar al voltear la esquina. No abandones, este es el secreto de las personas exitosas. Lo importante es no dejarnos desanimar por haber equivocado el camino, sino estar dispuestos a corregir y continuar.

Cumple con tus metas, haz lo que tengas que hacer y hazlo bien. Una vez que hayas cumplido con tu parte, no te fuerces, no te preocupes, no te angusties, suéltalo y déjalo en manos de Dios. El sabe cuál es mejor momento de darnos el logro que tanto deseamos.

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