miércoles, 21 de enero de 2009

Linaza, semilla sanadora


sanadora

Ese pequeño grano color café, cuyo sabor guarda cierta remembranza con las nueces, es pródigo en bondades. En los últimos años, varios estudios han dado a conocer sus beneficiosos efectos.
Adriana Gibbs

Más benéfica de lo que se imagina. El doctor James Duke, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, reportó que la semilla de linaza contiene 27 compuestos identificables como anticancerígenos. Investigadores canadienses han enfocado su atención en el rol de esta semilla en la prevención y curación de numerosas enfermedades degenerativas. Estudios —publicados en la revista especializada Urology— sugieren que esta semilla podría ayudar en la lucha contra el cáncer de próstata. La doctora e investigadora alemana, Johana Budwing, utiliza el aceite de linaza en el tratamiento del cáncer. Otra de sus maravillas es que contiene una sustancia que se asemeja a la prostaglandina, la cual regula la presión arterial. Se ha visto también que al consumirla con regularidad la piel se suaviza y problemas como la psoriasis y el eczema, mejoran sustancialmente.

El cultivo del lino —cuyo fruto es la semilla de la linaza— data de los primeros tiempos de la humanidad. Desde entonces y hasta la segunda mitad del siglo XIX, sus fibras se utilizaron para la confección de vestidos y calzado. Estudios arqueológicos han advertido su existencia en prendas de lino halladas en las pirámides; en La Odisea, de Homero, se menciona como material utilizado en la construcción de embarcaciones; y en la Biblia, tiene también algunas apariciones. En Egipto antiguo, la linaza se utilizaba para la preparación de aceites para embalsamar a las momias. Algunos registros muestran que en el sur de la antigua Mesopotamia se cultivaba con pasión. Los babilonios la cultivaron desde el año 3000 a.C., y un milenio después Hipócrates la usó para aliviar el malestar intestinal. Llegó a ser tan importante para la salud que, en el Siglo VIII, Carlo Magno emitió leyes y reglamentos que regían su consumo. Una semilla, pues, con mucha historia.

Descifrada
No es gratuito que algunos la llamen la semilla sanadora. Los tres grupos de nutrientes más importantes que contiene son: los ácidos grasos esenciales Omega 3, los lignanos y la fibra soluble e insoluble. He aquí, descifrados:

Omega-3 La linaza es la fuente más rica de Omega-3. Un cuarto de taza de semillas de linaza equivale, nada más y nada menos que a 3.2 libras de salmón; esto es, 9.000 miligramos de Omega-3. El Omega-3 es un ácido grasoso esencial que es importante para la buena salud, el crecimiento y desarrollo infantil, y es especialmente importante en la formación del sistema nervioso. Algunos estudios han mostrado que los aceites de Omega-3 pueden prevenir dolencias cardiovasculares.

Lignanos La linaza es la fuente más rica en elementos anticancerígenos llamados lignanos; contiene 800 veces más que cualquier otra verdura. Estos son fito-estrogenos (fito/phyto significa planta o de procedencia vegetal) que tienen un papel en la prevención de ciertos cánceres hormonales como los de la próstata en los hombres y los de seno en la mujer. La doctora Lilian Thompson, de la Universidad de Toronto, ha realizado investigaciones clínicas sobre los lignanos de la semilla de linaza como agentes efectivos tanto en la prevención como en el tratamiento de esta enfermedad.

Y la fibra Contiene más fibra que algún otro tipo de grano. Un cuarto de taza de semillas de linaza tiene diez gramos de fibra de tipo soluble e insoluble. De allí que sea beneficiosa para las digestión, y tenga propiedades contra el estreñimiento. Es, por excelencia, un lubricante intestinal.



Sus propiedades

Alivio contra el estreñimiento: bien en aceite como en semillas, se ha visto que ayuda a la limpieza intestinal.

Previene el riesgo de enfermedades cardiovasculares: en algunos estudios se ha comprobado que puede bajar los niveles totales de colesterol en un 9% y el LDL (el colesterol malo) en un 18%.

Buena aliada en la menopausia y como preventivo del cáncer de seno, por ser rica en fitoestrógenos. Al favorecer éstos el equilibrio hormonal, se inhibe la pérdida de masa ósea.

Es excelente para bajar de peso por contener grandes cantidades de fibra dietética; tiene cinco veces más fibra que la avena.

Previene el cáncer de colon, y es eficaz en tratamientos para la gastritis y la acidez estomacal.

Las personas que consumen linaza sienten una gran disminución de la tensión nerviosa. Es ideal para personas que trabajan bajo presión y mejora las funciones mentales de los ancianos.

Alivia alergias y es muy efectiva para el lupus. Por sus nutrientes ayuda al organismo a ofrecer gran resistencia a las enfermedades.

Es buena para regular el colesterol malo; el uso regular de linaza disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Es ideal para problemas en la piel, tales como: psoriasis y eczema.

Favorece el control de los niveles de azúcar en la sangre.

Otorga vitalidad y energía.
¿Cómo tomarla?

Molida: Se sugiere tomarla a diario. Si se consume molida se aprovechan todos sus nutrientes. La cantidad que se recomienda es un cuarto de taza de semillas molidas diariamente; esto es, dos cucharadas en la mañana y dos en la tarde. Las mismas se pueden pulverizar en el picatodo o en una licuadora, y luego mezclar con jugos de frutas, en sopas, cereales o yogurt; también se pueden rociar sobre fruta picada, o en una ensalada. La pueden tomar personas de todas las edades e inclusive mujeres embarazadas. Es bueno saber que debe conservarse en un sitio fresco para poder mantener sus nutrientes.

En infusión: una cucharada sopera por taza. Hervir dos minutos, dejarla reposar y luego colarla. Se puede tomar dos o tres tazas al día.

En ayuno: tres cucharadas soperas se dejan macerar en un vaso de agua durante la noche, y se toma en ayuno.

Medicinal: Las semillas pueden consumirse directamente, como si fueran caramelos, para obtener efectos purgantes (contra el estreñimiento). Para las inflamaciones intestinales y del estómago se emplea la infusión de semillas. Además, la harina resultante de moler la semilla (harina de linaza) se utiliza para preparar cataplasmas emolientes (se mezcla la harina con agua hasta obtener una pasta consistente) que se aplican sobre las zonas hinchadas.
Cédula de identidad

Nombre científico: Linum Usitatissimum L.
(Lino, lino cultivado) Planta herbácea, de un único tallo, estrecho, hueco y largo, de hasta 80 centímetros de altura. Las flores grandes, de un precioso color azul pálido, con cinco pétalos, se sitúan en el extremo del tallo y en ramificaciones cercanas al extremo, con largos pecíolos. Se abren con el sol y se cierran si hace mal tiempo. El fruto es una cápsula seca, esférica, de casi un centímetro de diámetro, dividido en cinco compartimientos con cinco semillas en cada uno; éstas son alargadas, marrones, lisas y brillantes, poseedoras de no pocos principios activos.

Información nutricional:
18% de ácidos grasos monoinsaturados
9% de ácidos saturados
72% de ácidos poliinsaturados (de los cuales de 45 a 65 % son ácidos grasos Omega-3 y de 12 a 20 % son Omega-6
La semilla de lino contiene cinco veces más Omega-3 que cualquier otro alimento vegetal
Aporta lignanos, proteínas y fibra a los alimentos


En la cocina

Batido de linaza
Ingredientes
Un cambur
Dos fresas
Dos cucharadas grandes de yogurt
1/4 taza de agua
1/4 taza de semillas de linaza

Preparación
Licuar el cambur, las fresas y el yogurt. Agregarle luego la linaza y mezclarlo bien. Tomárselo inmediatamente.

Pan de linaza (I)
Ingredientes
1/4 taza de semilla de linaza molida, alcanza para 1/2 una vez molida
1/4 taza de polvo de proteína
Dos cucharadas de aceite
1/4 taza de edulcorante
Un huevo batido
Una cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de vainilla
1/4 cucharadita de sal
30 gramos de nueces molidas
(opcional)
1/2 taza de agua

Preparación
Mezclar y luego dejar reposar por unos minutos para que la pasta adquiera grosor, y colocarlos en seis moldes engrasados previamente con mantequilla. Hornear a 350 grados durante 30 minutos.

Pan de linaza (II)
Ingredientes
1 kilo de harina de trigo
100 gramos de semilla de linaza
75 gramos de margarina vegetal
50 gramos de levadura
Dos tazas de agua
Sal al gusto

Preparación
Mezclar la harina con la sal, y agregar la margarina. Disolver la levadura en una taza de agua tibia, y dejar remojando la linaza en una taza de agua hirviente durante 15 minutos.

Mezclar todo y amasar muy bien. Cubrir con un paño húmedo durante una hora. Luego, con esta masa hacer panes pequeños o dos grandes. Ponerlos sobre una bandeja previamente untada con mantequilla. Dejarlos reposar cubiertos durante 45 minutos. Luego hornear durante 25 a 30 minutos a 350 grados.

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