domingo, 14 de diciembre de 2008

La disfunción eréctil debe ser tratada de manera integral

Tratamiento psicológico y farmacológico ayudan a mantener la virilidad.
La disfunción eréctil no deja de ser un tema de interés en la población masculina, debido a las implicaciones que puede conllevar en la vida sexual de la pareja. En el pasado, las terapias aplicadas para tratar dicho problema se orientaron principalmente hacia el ámbito psicológico, obviando el tratamiento orgánico, sustentado en la farmacología. Actualmente, los factores cognitivos, conductuales y biológicos que causan la flacidez del pene son abordados de manera integral.

Es por ello, que el sexólogo Ricardo Cavalcanti, jefe nacional del Departamento de Andrología en Brasil, abordó este tema recientemente en nuestro país. "Antes, sólo se hablaba de psicoterapia en el tratamiento de las disfunción eréctil. Era un trastorno atendido por psicólogos o psiquiatras. Hoy en día sabemos que la terapia sexual integra la farmacología y el ámbito cognitivo conductual", dijo.

El invitado internacional explicó que el tratamiento cognitivo conductual no posee la complejidad del psicoanálisis: "esta terapia es sencilla, accesible y siempre debe realizarse con el apoyo de fármacos. Ambos aspectos, tanto el farmacológico como el psicológico, deben estar integrados, jamás aislados. Afortunadamente, la conjunción de ambas ramas, es un procedimiento habitual en el tratamiento de la disfunción eréctil en todo el mundo", indicó el doctor Cavalcanti.

La disfunción sexual masculina puede tener su origen en problemas psicológicos u orgánicos; sin embargo, la causa más frecuente es el factor biológico. Un gran porcentaje de los casos proviene de trastornos en el endotelio; "actualmente, existen medicamentos muy efectivos que poseen propiedades vasodilatadoras sistémicas, las cuales ayudan a recuperar la función eréctil del hombre", explicó el médico brasileño.

Según Cavalcanti, una diferencia importante a considerar al elegir una terapia farmacológica es el período de acción del medicamento. "Al consumir un fármaco de acción prolongada el paciente no está tan subordinado al tiempo cuando desee disfrutar la sexualidad junto a su pareja. Podrá ingerir menos pastillas por semana y el gasto será menor al que tendría que cubrir si necesitara tomar mayor cantidad de pastillas de acción corta", detalló.

El especialista hizo hincapié en la necesidad de que las disfunciones sexuales sean abordadas de manera integral. "Somos mente, cuerpo y alma, por eso la farmacoterapia y la psicoterapia son fases de un mismo proceso. Para superar estas condiciones es necesario un sustrato natural y fisiológico.", concluyó.

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