domingo, 14 de diciembre de 2008

Cultivar la amistad

A proposito de la celebracion del Día del amor y de la amistad, pensaba en el valor real que tienen los amigos en nuestra vida... Si por un momento te permitieras ir al pasado, para recordar la cara de tantos buenos amigos que has tenido y de lo importantes que fueron o siguen siendo para ti, ¿cuántos nombres rescatarías? ¿ Hace cuánto tiempo que no hablas con ellos? ¿Has intentado establecer contacto de nuevo, con alguno de ellos?

Hace unos días, recibí un correo de un buen amigo de la Universidad, desde hacia mucho tiempo que no tenía noticias de él... fue tan especial, instantáneamente me vinieron los recuerdos, la cara de los otros compañeros, la sonrisa inevitable al recordar tantos buenos momentos y la pregunta que nos hacemos todos, casi sin pensar: ¿ Dónde y cómo estarán? Ha pasado tanto tiempo...

Ciertamente la vida con todos sus movimientos inevitables, muchas veces termina convirtiéndose en la razón por la cual, dejamos de vernos y de compartir... Pareciera que vivimos la amistad a través de ciclos, que se abren y se cierran muchas veces sin que nos demos cuenta. Eres tú quien elige a tus amigos, a través de la afinidad o de la empatía que surge en un momento de encuentro y compartida, pero dependerá de ambos el tener la posibilidad de mantener el contacto y el cariño vivo entre los dos, por mucho tiempo. No podemos pretender que todas nuestras relaciones alcancen el mismo grado de profundidad, habrá personas con las que experimentamos una mayor confianza que con otras, esto es normal. Por eso es muy importante aprender a reconocer y a valorar todo lo positivo que nos aporta cada persona, sin ser tan exigentes. Muchas veces la expectativa que tenemos de su comportamiento, nos vuelve poco tolerantes y comprensivos, además terminamos convirtiéndonos en personas susceptibles y resentidas con nuestros amigos.

Aliados para mantener los amigos
Tiempo para compartir. La amistad se cultiva a través del cariño, los detalles y el contacto frecuente que mantenemos. La distancia puede enfriar la relación, pero si fue construida con amor verdadero bastará una llamadita o un correo para calentarla de nuevo.

Ser tolerantes. Es muy importante aprender a respetar el estilo de vida que tienen nuestros amigos, inclusive las decisiones que puedan tomar en un momento dado, aunque no estemos de acuerdo con ellos. Podemos expresarles nuestra opinión y hacerles una sugerencia desde afuera, a sabiendas de que ellos tienen la última palabra al respecto.

Saber escuchar. Cuando le prestamos atención a un amigo mientras nos habla y lo hacemos sin interrumpirlo, sin atender a otro asunto, sin juzgarlo y mirándole a los ojos... lo hacemos sentir querido. Además de esta manera, establecemos un vínculo de comunicación y afecto.

La confianza. Cuando traicionamos a un amigo o este nos traiciona... sentimos que la confianza se rompe. Confiar en un amigo, nos da la libertad de ser auténticos, reconociendo que tenemos en su corazón, un lugar a salvo donde refugiarnos.

Ser pacientes. Estar dispuestos a comprender las debilidades y los malos momentos por los que atraviesan nuestros amigos, nos ayudará a ser más tolerantes. Después de todo, somos seres humanos y podemos equivocarnos, lo importante será estar dispuestos a reconocer y corregir nuestras equivocaciones.

Perdonar. ¿Cuántas veces te has distanciado de un buen amigo a causa de un desacuerdo? Vale la pena acercarte a él para aclararlo, pedirle disculpas o perdonarlo si fuese necesario. Cuando estamos dispuestos a perdonar sin aferrarnos a lo que nos hicieron los demás, podemos mantener relaciones más sanas y duraderas.

Ser leales. Este es un valor indispensable en la amistad. La lealtad nos da el respeto, la confianza y la certeza de que podremos contar con ese amigo incondicionalmente. La lealtad no da espacio para el egoísmo, la envidia o la mentira.

Mantener una comunicación sana. Es bueno estar dispuestos a expresar nuestros sentimientos, ideas, deseos, necesidades y desacuerdos en todo momento. Pero al mismo tiempo, es indispensable estar abiertos a recibir lo que otros quieren compartir con nosotros. Cuidando el tono emocional que usamos, eligiendo las mejores palabras y el momento adecuado para hacerlo.

Si te sientes solo en este momento, busca tener actividades donde puedas conocer gente nueva. Hazlo en un lugar donde te sientas a gusto de manera que sean personas con las que tengas en principio, alguna afinidad.

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