domingo, 16 de noviembre de 2008

En busca del equilibrio emocional

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Cada dia salimos a escena en el teatro de la vida. Casi todas las situaciones que ocurren alrededor de nosotros y que nos involucran de alguna manera, nos afectan y terminan disminuyendo nuestro bienestar. Pareciera que estamos montados en el subibaja emocional de la vida, a ratos felices, tranquilos y de repente algo surge y altera por completo nuestro estado emocional, dejándonos sumidos en una profunda tristeza o con una gran rabia y sin podernos controlar... Son tantas las emociones y los pensamientos que guardamos sin expresar o liberar dentro de nosotros, que fácilmente perdemos el control responsable de nuestras reacciones. Pero lo más grave es que, a partir de ese momento, caemos en manos de aquellos que teniendo más control y poder que nosotros, nos manejan y afectan con sus actitudes, comentarios y decisiones. Como decía un monje budista del siglo VII: Cuando experimentes rabia o tristeza, no digas nada, no hagas nada. Quédate como un tronco, porque cualquier cosa que digas o hagas no saldrá de ti realmente, sino del desequilibrio emocional que estas sufriendo temporalmente y es posible que te arrepientas más tarde, cuando tus emociones se hayan calmado, de lo que dijiste o hiciste... Es preferible esperar hasta calmarte para actuar, porque una vez que la emoción haya pasado podrás pensar de nuevo con más claridad.
En ninguna escuela nos enseñan a manejar las emociones negativas, en la mayoría de los casos ni siquiera somos conscientes de que las tenemos y que usamos contra nosotros mismos y contra los demás. Cuando estamos rodeados de un grupo de personas negativas o emocionalmente alteradas, es muy fácil contagiarnos y perder la claridad mental. Por esta razón, es muy importante no dejarnos afectar ni manipular por los demás, que muchas veces se aprovechan de nuestras emociones exaltadas para manipularnos y manejarnos a su antojo. Tomemos una posición en la vida de acuerdo con nuestro propio criterio, evitemos hacerlo, dejándonos llevar por las emociones negativas, que en un momento dado, nos impidan analizar la situación con la claridad y la objetividad suficientes como para formarnos un criterio propio e imparcial de la situación que enfrentamos. Además, mientras más afectados estamos, más equivocaciones cometemos y se nos convierte en un círculo vicioso, que no podemos romper.

¿Cómo recuperar
la calma?
Toma distancia. Imagina que subes a una montaña para observar desde lejos el problema que tienes. De esta manera, podrás hacerlo sin afectación para analizarlo objetivamente y encontrar una solución. A veces necesitamos buscar ayuda pues para una persona que no está envuelta en la situación es más fácil ver una solución.

Escribe sobre lo que sientes. Toma un cuaderno y sin pensar mucho comienza por anotar todo aquello que te agobia en este momento. Te sorprenderá ver con que facilidad llenas las páginas con toda la información que tienes guardada dentro de ti. Al final quema el papel imaginando que todas esos pensamientos y emociones negativas se disuelven. Pero no vayas a quemar tu casa : D

Libera el exceso de energía. Cuando sientas que no te puedes controlar, sal a caminar y ojalá que puedas hacerlo al aire libre. El ejercicio te ayudará a calmar tus emociones y a liberar las tensiones. Compartir la caminata con tu pareja o con un amigo te permitirá conversar y relajarte más fácilmente.

Tranquilízate. Quien pierde el control pierde la batalla. Aquieta las emociones, toma una respiración larga y profunda y dite a ti mismo: ahora estoy muy alterado, no puedo pensar con claridad, me tomaré el tiempo para pensar cuando no esté tan afectado. Luego coloca tu atención en otra situación, preferiblemente positiva, para que puedas relajar y desconectar tu mente de esos pensamientos negativos que te desequilibran emocionalmente.

La pasión nubla la razón. Nunca tomes decisiones cuando estés emocionalmente alterado. Consulta con la almohada, deja que tu intuición y tu buen criterio tengan tiempo de ayudarte a tomar la decisión más acertada para no arrepentirte más adelante.

Todo pasa. Nada es absoluto, todo cambia, volvámonos más flexibles, tolerantes y positivos. Lo que hoy parece muy importante, mañana lo recordamos con una sonrisa, el secreto de una vida feliz es no dejarse afectar negativamente por las circunstancias externas, un disgusto te puede dañar el día, piensa positivo y suavízate, la vida es demasiado corta para amargarse por pequeñeces.
Nada es tan importante como para que pierdas tu calma. Aquiétate y recupera tu salud emocional. No permitas que las circunstancias externas, te hagan perder de vista el valor de las cosas esenciales de la vida.
Piensa la vida es Bella para amargarse, vivela y disfrutala de la mejor manera tu eres dueño de tu vida!!
Jackie : )

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