miércoles, 19 de noviembre de 2008

Nuestra salud

Cuando estamos sentados viendo una buena película en la televisión o en nuestro sillón preferido leyendo el periódico, nos ataca un gran sentimiento de culpa, que generalmente no nos permite disfrutar de esos preciosos momentos de ocio, pues la mayoría de nuestros amigos, supuestamente, están en el gimnasio. Es el mismo sentimiento que se apodera de nosotros precisamente en el momento en que estamos ante un suculento plato de pasta o un delicioso sándwich "con todo", pues nuestra conciencia cuenta las calorías, los colorantes, preservativos y la cantidad de grasa que contiene... pero eso sí, no les pueden faltar las cápsulas o pastillas de diferentes colores y tamaños, y todos conocen la última noticia sobre la dieta de moda para estar más delgados y saludables.
Más de 55% de los adultos dicen tomar vitaminas, suplementos nutricionales; este mercado mundial mueve más de 65.000 millones de dólares al año.
Nuestra salud y la de nuestra familia, es una de las preocupaciones que más nos inquieta hoy. Terribles estadísticas se publican cada día, hoy nos dicen que esto es malo y mañana alguien más lo contradice, pero en definitiva el temor a enfermarnos o a no hacer correctamente las cosas, es una de las mayores preocupaciones de la mayoría de nosotros.
Algunos estudios nos aseguran que el vino evita los ataques al corazón, que el aceite de oliva mejora nuestro sistema digestivo y circulatorio. Que la mantequilla es mejor que la margarina... pero mañana nos dicen todo lo contrario. Que tal o cual producto es cancerígeno, que las hormonas y los estrógenos son actualmente tema de controversia, en donde los científicos parecen no ponerse de acuerdo en su uso.
En definitiva, yo creo que debemos hacer todo lo posible por vivir saludablemente, por volver a las costumbres básicas y sanas, para prevenir las enfermedades sin volvernos obsesivos y para tratar de vivir con la mayor calidad posible.

Regresa a lo básico. Para vivir bien, requieres de una buena alimentación. Busca que tu comida se vuelva lo más natural posible, incluye verduras y frutas en tu menú diario, pues son importantes, también los granos y las proteínas, evita los excesos, come de todo pero variado, como decía mi abuela: "deja siempre algo en el plato y nunca repitas". Así, no tendrás problemas de peso.

No busques atajos. La salud es un proceso de muchos años, no hay atajos. Nada puede reemplazar una buena alimentación, ni te puede hacer bajar de peso instantáneamente sin causarte daño, todo requiere de un trabajo personal, voluntario continuo y disciplinado, dirigido a cambiar los hábitos negativos y tu estilo de vida. Asume el compromiso de hacer cuanto sea necesario para lograrlo.

Es mejor la constancia que la intensidad del esfuerzo. No es necesario convertirte en un gran atleta de la noche a la mañana, en realidad no requieres de máquinas sofisticadas para tener un buen estado físico, evita los excesos en el ejercicio lo mismo que el sedentarismo excesivo. Camina al menos treinta y cinco minutos al día, eso renovará tu cuerpo y también tu mente, pero es importante que hagas una rutina, comienza a hacerlo y mantente durante 15 días, este es el tiempo mínimo que se requiere para crear un hábito, luego automáticamente lo harás sin ningún esfuerzo, es más, tu cuerpo te lo pedirá.

Libera las emociones negativas. Está científicamente comprobado que las emociones negativas te enferman. Guardar dentro de ti: Envidia, odio, resentimiento, tristeza, frustración, temor... hace que se cree una tensión permanente, que termina por afectar los sistemas más debilitados de tu cuerpo, hasta producir la enfermedad. Necesitas sanar emocionalmente, espiritualmente y liberar esas emociones a través del perdón hacia ti mismo y hacia los demás, no permitiendo que los demás te afecten con sus comentarios, gestos o actitudes y aprendiendo a expresar tus pensamientos y sentimientos asertivamente.

Manten una actitud positiva y entusiasta. Mantén alejados los pensamientos negativos, evita quejarte de la situación y trata de ver los aspectos positivos. Comienza el día reconociendo todos los pequeños regalos y ábrete internamente para recibir nuevos. Practica la sonrisa y ten siempre a mano una frase amable y positiva que renueve tu vida y la de los demás.

No te preocupes, ocúpate. Evita preocuparte imaginando la enfermedad que tendrás, al estar pendiente de cada pequeño síntoma que reconoces en tu cuerpo... Llénate de valor y determinación para ir a tu médico y hazte el chequeo necesario para que tengas la seguridad de tener buena salud.
Jackie :D

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