martes, 18 de noviembre de 2008

La crisis

Muchos de nosotros estamos en un proceso de transformación personal o social, en el cual seguramente no podremos ver el efecto del trabajo inmediatamente, pero, estoy segura, en el futuro disfrutaremos de sus resultados positivos. Mientras tanto, con tu esfuerzo personal dejarás una estela positiva que cobijará a todas aquellas personas que se relacionen contigo y que formen parte de tu familia, de tu comunidad y del mundo.
Todo proceso de cambio trae como consecuencia crisis, enfrentamientos, competencia, trampas, confusión e inclusive agresión... pero, al final del proceso, las personas despiertan y toman conciencia, a través de su propia experiencia, de cuál es su lugar y responsabilidad en el mundo.
¡Mi mundo lo contiene todo! Esta es una frase que escuché de mi abuela materna muchas veces... y que me ha servido de reflexión para tener la certeza de que todo aquello que anhelamos, en algún momento tendremos la oportunidad de alcanzarlo.
Pensar que las cosas cambiarán por sí solas o porque sentimos que merecemos que mejoren sin que intervenga nuestra voluntad y esfuerzo, el proceso... puede ser muy equivocado. Pues, sólo el trabajo personal, disciplinado y responsable, traerá como consecuencia nuestra transformación interna y por ende el cambio de las circunstancias externas. No podemos equivocar la verdad, ni pensar que en algún momento perderá su vigencia... porque ha pasado un largo tiempo. Siempre tendremos la ayuda, el apoyo y la guía de la Divinidad, pero el trabajo tendremos que hacerlo personalmente y con responsabilidad, determinación, convicción y perseverancia. Así que no te canses, no abandones, no te desanimes, no pienses ni por un instante siquiera que no vale la pena mantenerte en el esfuerzo de vivir la diferencia.
Las situaciones siempre cambian para dar paso a nuevas y mejores circunstancias en tu vida. Es importante que busquemos el balance, la equidad, de manera que podamos vivir con más derechos y responsabilidad.
Rescatemos la confianza y el aprecio por el ser humano, el valor y el significado de la vida. Hagamos contacto con nosotros mismos para querernos y valorarnos más, para que podamos entregar lo mejor de cada uno de nosotros al mundo, comprendiendo que somos un instrumento de Dios al servicio de lavida y el universo.
Tú que lees estas líneas en este momento eres elegido para sonreír, para perdonar, para vivir con amor, para dar sin esperar recompensa alguna, para rociar el perfume de reconocimiento y gratitud a tu alrededor, para tener detalles, gestos y palabras amables con todas las personas que te rodean, para ayudar a conciliar las diferencias, para llevar a otros la paz y para estimular al mundo a vivir con compasión, conciencia , responsabilidad y libertad.

Recordemos verdades sencillas...
No te hagas eco de rumores negativos. Recuerda que los pensamientos, las palabras y las acciones, tienen poder para destruir o para construir. Así que la próxima vez que un rumor negativo llegue a ti, detenlo y no lo comentes, especialmente si no puedes comprobar la veracidad de la fuente. Confía en que haciendo tu mejor esfuerzo, estarás a salvo de cualquier situación de peligro.
Suelta el pasado. Hazlo, especialmente si fue doloroso. Aprende a vivir en el presente, en el aquí y ahora. No permitas que algo de lo vivido en el pasado te impida conectarte a la felicidad. ¡Perdona y suelta! Deja ir para que sólo guardes el aprendizaje que te dejó esa situación. Vamos, suelta y permite que suavemente tu corazón sane, para abrirte y comenzar de nuevo... es importante reconciliarnos con el pasado y ser libres para vivir un presente renovado.

Aprende amor en lugar de miedo. No permitas que el miedo sea el que te impulse a tomar decisiones equivocadas en tu vida. Fortalécete en la fe, en la confianza, en el valor hacia ti mismo y en la capacidad que tienes de enfrentarte a cualquier situación o circunstancia que te cause temor, para vencerla, resolverla o transformarla.

Entrega lo mejor de ti. Comienza a repartir a manos llenas, recuerda que al tropezarte con alguien que no valore o agradezca lo que le das, deberás seguir tu camino ignorando su actitud..., pues será la vida quien te lo devuelva en el momento en que más lo necesites. Esta es la forma de sembrar prosperidad y abundancia en tu mundo personal.
Asume la responsabilidad de tu vida, pues el único que puede sacarte de esa situación eres tú. Así que renueva tu alegría recordando tus experiencias positivas e impúlsate con fuerza para salir de nuevo a la superficie de la vida

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