Si algun amigo nos dijera que se siente agotado, estresado, con los nervios de punta y al borde de estallar, seguro que le aconsejaríamos que se tome un descanso inmediatamente, que haga un alto en su rutina acelerada, para que pueda relajarse un poco y recuperar el balance y tranquilidad...
Pero ¿por qué es tan fácil sugerirlo a los demás y tan complicado aplicarlo a nuestra propia vida?
Es muy difícil mantener la calma, cuando la lista de cosas por hacer se hace cada vez más grande y nuestro tiempo cada vez más corto... De una u otra forma antes de reventar hay que aflojar un poco, tenemos que darnos tiempo para el descanso, que en verdad no sería un lujo, sino una necesidad.
Si tomaras una pequeña parte del tiempo para ti, y lo usaras exclusivamente para descansar, te sorprenderías de los resultados positivos, en beneficio tuyo, de tu familia e inclusive de tu trabajo. Si nos damos el tiempo de calidad, que necesitamos para recargarnos y serenarnos, podremos tener una mejor perspectiva de las situaciones que vivimos, además seríamos mejores padres, parejas o empleados.
Muchos de nosotros hemos sido enseñados a vivir en función del deber y la obligación sin tomar en consideración la necesidad que experimenta el ser humano de disfrutar de momentos de descanso, para recuperar su energía vital. Estás a tiempo de cambiar tu actitud para suavizarte un poco la vida.
Si quieres ser más efectivo, necesitas incluir tiempo para ti en la lista diaria de cosas por hacer, de manera que se convierta tu descanso en tu prioridad y rutina usual, y aunque siempre tendrás infinidad de compromisos, responsabilidades y cosas urgentes por hacer, debes armarte de valor y determinación, para hacer el espacio necesario para recuperar tu energía, tranquilidad y bienestar.
Qué podemos hacer
1.- Levántate media hora antes todos los días. Así dispondrás de un tiempo sólo para ti, sin que nadie te interrumpa. Utilízalo para hacer un poco de ejercicio, o prepárate una buena taza de café y comienza a leer un libro, o prepárate y disfruta de un rico desayuno con tranquilidad o simplemente mira y disfruta el amanecer; lo importante es no que no llenes ese espacio con deberes, sino que lo utilices para hacer algo que a ti te deleite.
2.- Respeta tu hora de almuerzo. Usa el tiempo del mediodía para hacer un alto en tu actividad y descansar de tu trabajo. Come despacio, disfruta de los alimentos, explora los sabores, relájate y sonríe a la gente que pasa.
El día de hoy proponte sonreír. Tal vez al principio sea una sonrisa forzada por el deseo de experimentar la tranquilidad y el bienestar en tu vida, pero la práctica constante y consciente de ella, te dará en el momento preciso la posibilidad de sonreír de forma espontánea y natural. Además cuando sonríes te liberas, te relajas y recuperas la alegría de vivir.
3- Hazle un cariño a tu cuerpo. ¿Hace cuánto tiempo que no tomas una ducha suficientemente larga con agua tibia sintiendo la relajación y el descanso de tu cuerpo? Puedes masajearte un poco los pies con aceite y luego cubrirlos con unas medias para descansarlos de un día largo de trabajo. Hazte un champú especial o ponte una mascarilla natural en la cara mientras cierras los ojos por un momento y descansas un rato o escápate para disfrutar de un buen corte de pelo.
4- Búscate un pasatiempo. Haz un poco de jardinería. Decide meter las manos en la tierra y ocúpate de arreglar y renovar tus plantas. Empieza a escribir la novela que siempre has querido hacer o aprender japonés. Recuerda que lo más importante es hacer una actividad que disfrutes y te conecte con tus mejores sentimientos.
5- Supérate. Es muy importante que mantengas vivo el deseo de aprender, crecer y superarte. De vez en cuando detén la actividad acelerada y léete un buen libro o inscríbete en un curso para aprender algo que llame tu atención. Siempre podemos incorporar nuevos hábitos y actividades positivas a nuestra vida.
6- Haz una lista especial. Anota todas las cosas que te gusta hacer y que a veces te hacen sentir culpable. Desde leer novelas de amor y comer helados con crema hasta quedarte metido en la cama durmiendo hasta tarde. Todas las semanas escoge algo de la lista y disfrútalo sin complejo.
7- Escápate. Hazlo sólo o con tu pareja para hacer algo divertido o diferente. Puedes ir a las montañas, al mar, o simplemente romper con tu rutina con algo loco. Recuerda dejar olvidado tu celular en casa, para que puedas realmente desconectar tu mente y descansar.
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