Tengo varios amigos que en este momento están enfrentando un cambio en sus vidas. Una amiga está atravesando por una divorcio reciente, tratando de luchar y sobrevivir al dolor que le causó su pareja con esta decisión. Un amigo buscando trabajo y hace una par de días, se le presentó una posibilidad que le exige mudarse y mover a su familia para comenzar de nuevo en otra ciudad. Otra amiga que después de sentirse cómoda y estable en su trabajo, le acaban de informar que será movida para una mejor posición, pero que le exige más horas de trabajo y relacionarse con una jefa difícil... Así es la vida... permanece en un constante proceso de cambio y transformación, al mismo tiempo muchos de nosotros somos enfrentados a cambios inesperados que representan una oportunidad de transformar y mejorar nuestra condición de vida.
En este momento, hay personas que se encuentran resistiendo y sufriendo su momento de cambio... Tal vez porque no estaban preparados para él o porque sienten miedo de lo desconocido que enfrentarán o porque no se sienten capaces de volver a empezar o simplemente no disfrutan de los cambios, porque están acostumbrados a vivir quietos, sin movimientos inesperados que enfrentar. Vale la pena decir que mientras más te resistes a aceptar el cambio, con más dolor lo experimentas y más difícil te resulta tener una perspectiva positiva de la situación que enfrentas.
La mayoría de los cambios que ocurren en nuestra vida son el producto de nuestras elecciones. Por lo tanto, es importante que dejemos de buscar y perseguir culpables. Tenemos que asumir la responsabilidad de las consecuencias de las decisiones que tomamos, para poderlas convertir en una experiencia positiva. Abrete a aceptar y disfrutar de ese nuevo cambio en tu vida. Recuerda que todo ocurre por una buena razón.
Pasos para enfrentar los cambios de una manera positiva
Acepta la situación que tienes frente a ti. Mientras más te resistas y reniegues de la situación que enfrentas... más difícil te será manejarla o superarla. Lo primero que tienes que hacer es aceptar, especialmente si no la puedes cambiar en el momento. Acepta y relájate un poco. Luego comienza a prepararte para mejorarla o superarla en su momento.
Conserva la calma. No permitas que tus emociones nublen tu razón, impidiéndote conservar la claridad mental necesaria para analizar la situación de manera objetiva. No te desesperes, tómate el tiempo necesario para analizar el pro y el contra de la situación. Evita reaccionar inmediatamente.
Evita suponer lo peor. La mayoría de las veces hacemos el ejercicio inconsciente de comenzar a imaginar todo lo negativo que nos puede suceder al encontrarnos en una situación nueva e inesperada. En ese momento, nuestros pensamientos se vuelven negativos y esto contribuye a aumentar la tensión y el temor.
Vive momento a momento. Ubícate en el presente y evita levantar la mirada para ver más adelante qué pasará... Ocúpate de vivir un día a la vez, piensa que poco a poco encontrarás la mejor manera de asumir el cambio. Ni tú ni yo sabemos qué va a suceder mañana... cuando llegue mañana veremos. Yo estoy segura que todo saldrá muy bien.
Qué es lo peor que puede pasar. A veces el temor al fracaso el es motivo por el cual te cuesta tanto enfrentar un cambio en tu vida. Pregúntate: ¿Qué es lo peor que te puede pasar? y prepárate para asumirlo y resolverlo. Luego continúa trabajando para que suceda lo mejor.
Déjate guiar. Recuerda que la Divinidad siempre te envía señales a tiempo para puedas enderezar o cambiar el curso de tu vida. Para poder reconocer las señales, necesitas usar el discernimiento para separar lo que es de lo que parece ser. Al mismo tiempo ten presente que, si bien tienes que reconocer las señales dentro de ti, los instrumentos que utiliza para hacértelas llegar son variados y están afuera de ti.
Todos estamos sujetos al cambio, pues este es un proceso inherente a la vida. Cada día nos vamos haciendo, transformando y mejorando.
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