Cuando llega la vejez

Síntomas de alerta -Dificultad para respirar o fatiga recurrente al realizar actividades rutinarias, que producen ahogo -Problemas para caminar, sentarse, acostarse -Manifestaciones de dolor en el cuerpo -Elevación de la temperatura sin causa aparente -Dificultad para eliminar la orina y las heces -Sangramiento de alguna de las mucosas -Inflamación de alguna parte del cuerpo -Manifestaciones de depresión, apatía, quejas -Infecciones recurrentes -Digestión difícil. Pueden presentarse casos de gastritis y úlceras, entre otros problemas Mano amiga Al igual que en la vejez de los humanos, nuestros animales de compañía merecen un trato digno. Es justo que se les retribuya el cariño que tanto prodigan a sus amos sin pedir algo a cambio. La lealtad de las mascotas no tiene precio, por eso, cuando llegan a la tercera edad, requieren -más que nunca-, la compañía humana, la comprensión de quienes tanto los quieren.

Cuando llega la vejez

Los años pasan también para las mascotas y al igual que sucede con los humanos demandan más atención y cariño.

Es preciso prestar atención a los animales de compañía una vez que pasan a la edad del retiro. Cuando comienzan los achaques necesitan visitar con más frecuencia al veterinario para sus chequeos de salud. Porque podemos decir que el perro o el gato solamente tienen diez años, pero estaremos contándolos en función de los períodos humanos. Su edad real sobrepasa con creces los cálculos que hacen los dueños.

Independientemente de los cálculos que podamos hacer, sabemos que perros y gatos cumplen años a una velocidad más acelerada que sus amos.
Los veterinarios se refieren al envejecimiento de estos animales como una disminución progresiva de las capacidades del organismo para enfrentar las exigencias del entorno. Esto incluye cambios en el metabolismo, capacidad para desplazarse -con mayor o menor agilidad-, pérdida o ganancia de masa muscular, mayor requerimiento nutricional, entre otros.

A medida que avanza el reloj biológico, las mascotas requieren más atención. Se fatigarán si se les exige mucho en los paseos, su dentadura comenzará a darles molestias. También pueden comenzar a perder interés por ciertas actividades o dormir más que antes, lo que contribuye a que engorden demasiado y pierdan movilidad.

Seguimiento. No hay que dejar de observar a la mascota -joven, adulta o anciana-, para determinar cualquier cambio en su comportamiento. A la primera señal fuera de lo usual lo ideal es consultar con el veterinario, ya que sólo el especialista determinará lo que está sucediendo.

Cuando el animal se hace viejo, es normal que las visitas al consultorio de su médico aumenten. El veterinario puede recomendar cambios en la alimentación tomando en cuenta los productos que ofrece el mercado. Las vacunas no se deben descuidar, así como los hábitos de aseo en general.
El canino o felino necesitará, sin duda, una cama más cálida y mullida para descansar. Pero, sobre todo, más afecto de su dueño y demás habitantes de la vivienda. l

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Soy Pichona, nací hace 8 años. Soy criolla pero con un pelaje como de angora. Tengo ojos de reina y me comporto como tal. Soy muy educada pues si no puedo salir al jardín para hacer mis necesidades busco el desagüe de la ducha	Me llamo Ñoño. Soy un gato macho de 7 años. Soy un excelente cazador, por lo que estoy siempre pendiente de atrapar pajaritos y palomas.	Me llamo Manchita. Soy un machito de un año de edad que pasa mucho tiempo asomado por la ventana, y eso que dicen que la curiosidad mató al gato
Mi nombre es Tango. Mis amigos me dicen Pedrocito. Estuve al borde de la muerte por una enfermedad en el hígado (no fue por beber en exceso), gracias a Dios y a mi veterinario, estoy vivito y coleando	Soy Bonano, un Cocker Spaniel de año y medio. Mi familia me llama Bonis. Soy educado, inteligente, bello y muy dormilón. Me gusta viajar para Margarita y jugar con las medias de mi papi. Mi familia me adora y por eso soy muy feliz	Mi nombre es Hércules. Soy un miniatura de Pincsher y tengo tres años de edad. Soy Venezolano pero actualmente vivo en New York. Me ha sido dificil encontrar pareja, pues perritos de mi raza son muy escasos en este país
Me llamo Joy. Soy un mestizo de 10 años y medio. Soy muy bravo, pero todos me adoran, aunque les clave los dientitos. Me gusta jugar con mis amos Elizabeth y Pedro. Aquí estoy en la ventana de mi casa contemplando el paisaje	Mi nombre es King. Tengo 11 años de edad aunque las chicas siempre me calculan menos. Me encanta salir a pasear. Las galletas, el chocolate y las tortas son mis debilidades. Disfruto de las siestas y de un buen baño en épocas de mucho calor	Mi nombre es Lupita. Soy una Doberman Pincher, que además de ser muy curiosa y juguetona, me gusta tomar el sol por las mañanas y que me acaricien la pancita; mi mami dice que soy su pedacito de cielo... Soy muy feliz