Si se usa con precaución, la web es un gran recurso para buscar información sobre salud. Considere estos consejos para darle un uso saludable a Internet: l En general, los sitios web con las extensiones "gov", "org" y "edu" en sus nombres de dominio -que se refieren a gobierno, organización y educación, respectivamente- son confiables. l Los sitios cuyos nombres terminan en "edu" identifican universidades y centros médicos especializados en investigación, tales como la dirección de la Clínica Mayo, www.mayo.edu. l Evalúe los dominios ".com" con sumo cuidado. Algunos, tales como www.drkoop.com, vinculados con el doctor C. Everett Koop, quien fuera inspector general de Sanidad de EEUU, son excelentes recursos como referencia, mientras que otros pudieran ser una pantalla para la promoción de ventas de una compañía farmacéutica. l Esté alerta ante información publicada en un sitio web personal; por ejemplo, la página inicial de Pedro Pérez. l Esté prevenido ante sitios web que pregonan la medicina alternativa. Aunque algunos contienen información valiosa (tales como www.drweil.com), los expertos también creen que otros exageran sus aseveraciones. l Los grupos de chateo constituyen una gran fuente de apoyo, pero lea los mensajes anteriores antes de ingresar. Las salas de chateo tienden a atraer a cibercondríacos y gente que sólo está posando, así que observe bien antes de saltar. l Cualquier e-mail lleno de información exagerada -que anuncia terribles descubrimientos, con grandes oraciones escritas en letras mayúsculas, con signos de exclamación y que le piden que lo reenvíe a todas las personas que usted conozca- es probablemente sólo eso: una exageración. Si cree que un e-mail puede ser una patraña, revise los hechos en la página de websalud/medicinaweb de urbanlegends.about.com o la página de webengaños y rumoresweb en www.cdc.gov (ambos en inglés). |
Si utiliza Internet de manera adecuada,
ésta puede ser una ayuda médica. Si la usa incorrectamente, puede verse atrapado en una búsqueda obsesiva de una enfermedad que usted ni siquiera tiene.
Salvo el correo electrónico y las compras en línea, navegar en busca de información médica pudiera ser el uso más popular de la web. Internet abrió la puerta que separaba a los médicos y los libros de referencia del público. Mientras antes la gente debía visitar a un médico de carne y hueso o realizar una labor detectivesca en la biblioteca, ahora la mayoría de las revistas profesionales de medicina están disponibles en línea. Y los sitios orientados hacia el tema de la salud satisfacen esas necesidades. Sin embargo, los expertos dicen que es mejor usar con moderación las referencias sobre salud que se encuentran en Internet. La facilidad de acceso 24 horas al día a esta clase de información puede tener varios inconvenientes, tales como afirmaciones erróneas, equivocaciones y el peligro de generar adicción.
Efecto "bola de nieve"
Las minas de información médica de la web comienzan como algo pequeño. Considere, por ejemplo, correos electrónicos que circularon extensamente hace poco tiempo, los cuales advertían que los tampones contienen asbesto y que los antitranspirantes causan cáncer de mamas. "El correo electrónico convierte a personas que quizás no estarían inclinadas a transmitir información errónea en propagadores de rumores", señala David Emery, especialista en tecnología de Internet, quien desenmascaró ambos rumores mediante una extensa investigación en su sitio web, urbanlegends.about.com. Al igual que con las revistas y los periódicos, "el e-mail está en forma escrita, lo cual es poderoso", dice. El correo electrónico puede ser incluso más poderoso, agrega, porque seleccionar una historia de un diario o una revista requiere iniciativa y manifiesta respaldo. Con el correo electrónico, la gente presiona el botón de "reenvío" sin asumir responsabilidad por el mensaje. Así como con los rumores, los e-mails que hacen circular información médica errónea cobran credibilidad simplemente por el ímpetu y la fuerza de la repetición.
"Expertos" instantáneos
Lo anterior nos lleva a otro gran problema, la credibilidad. De las decenas de miles de sitios web médicos, sólo una fracción obtiene el sello de aprobación de organizaciones que protegen los intereses de los consumidores en el área de salud, tales como la Health on the Net Foundation (www.hon.ch), indica Emery. Además, numerosos sitios dedicados al tema son manejados por aficionados con limitadas capacidades de investigación o incluso sin interés personal en la materia. A menudo es difícil determinar si el autor de un sitio web es un auténtico experto o no.
El doctor Marc Feldman, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Alabama, en Birmingham, señala que para quienes carecen de publicaciones o credenciales personales y están ansiosos de divulgar su mensaje, la web es instantánea, gratuita y tiene el potencial de llegar a más ojos que un bestseller. Y al contrario que las revistas profesionales médicas, que publican artículos basados en comprobadas investigaciones de expertos científicos que citan fuentes corroboradas y enriquecidas con notas al pie de página y bibliografías, "cualquiera puede publicar cual- quier cosa en la web simplemente con subir los datos a un servidor".
Sobredosis de información
Mientras que los verdaderos médicos se basan en su conocimiento y experiencia y en los signos vitales y síntomas para diagnosticar una enfermedad, las computadoras sólo pueden vomitar la gama de padecimientos que pudieran corresponderse con un síntoma dado, desde el resfriado común al cáncer. Escriba un síntoma como "ardor en la garganta", por ejemplo, y obtendrá vínculos para toda clase de enfermedades, de tuberculosis a cáncer de garganta, aunque usted podría tener sólo gripe. Los resultados pueden abarcar desde una preocupación injustificada a una cibercondría, una enfermedad provocada por navegar excesivamente en Internet que afecta a un nueve por ciento de las personas que buscan información médica en la red, indica Feldman.
Un caso ilustrativo es el de Melanie Edwards, de 29 años y oriunda de Austin, Texas, quien advirtió que tenía eczema y acudió a la web en busca de tratamiento. Sitios de autodiagnóstico le permitieron escribir sus síntomas -una erupción- y obtener información sobre posibles padecimientos, entre ellos cáncer, linfoma y VIH. Edwards comenzó a pasar tres horas navegando por la red. Mientras más se enfocaba en sus síntomas, más graves se tornaban éstos. Después visitó siete médicos en busca de diagnóstico para confirmar sus peores temores. Un doctor incluso la sometió a extensos exámenes para demostrarle que no sufría de una enfermedad grave. Finalmente, el eczema desapareció con tratamiento tópico prescrito por un médico.
Cuándo la web puede ser su aliada
Pese a su enorme potencial para conducirlo a un callejón médico sin salida, asustarlo sin motivo o causarle un terrible caso de cibercondría, Internet puede mejorar el cuidado de su salud si se utiliza de manera juiciosa.
Los sitios web médicos a menudo pueden ayudarlo a hacer más precisa la descripción de sus síntomas, proporcionar listas de preguntas para formularle a su médico y asistirlo en el descarte de posibles padecimientos. En pocas palabras, pueden suministrarle suficiente información a fin de prepararlo para ver a un verdadero médico. Algunos sitios sugieren y le muestran cómo elaborar una lista de preguntas para presentar al doctor con el objetivo de aprovechar al máximo el tiempo del galeno -y ahorrar tiempo y dinero que, en otras circunstancias, podría gastar en especialistas o en exámenes innecesarios-.
Chloe Jones (un pseudónimo), editora de una revista, es un ejemplo de alguien que usaba la web para su provecho. Después de meses de dormir en exceso, sentir frío constantemente y no tener apetito, descubrió que sus síntomas apuntaban a hipotiroidismo, una enfermedad en la cual la tiroides, que regula el metabolismo, presenta una producción deficiente.
Si bien su dinamismo, energía y constitución física no cuadraban del todo en el perfil de la enfermedad (mucha gente que sufre de hipotiroidismo es pausada y presenta sobrepeso), su médico estaba tan impresionado con la investigación de Jones que aceptó someterla a exámenes -y encontró que su sospecha era correcta-. Jones, quien actualmente recibe medicamentos para la tiroides, agradece a Internet por "sacar a flote mi activista médico interno".
Para los enfermos, los grupos de apoyo también pueden hacer las veces de centro de verificación de noticias sobre investigación en torno a cáncer de mamas, por ejemplo, además de servir como una comunidad dispuesta a escuchar y ofrecer consuelo. Pero antes de conectarse a la red, hágale caso a su cuerpo. ¿Presenta sangre en las heces? ¿Encontró un bulto en sus mamas? Síntomas severos requieren atención inmediata de un médico verdadero, no uno virtual. Si se navega juiciosamente, Internet puede ayudarle a ser un mejor consumidor en el área de salud. Si la emplea incorrectamente, sin embargo, podría verse atrapado en una aterradora telaraña médica hecha por usted mismo
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