jueves, 5 de marzo de 2009

Las mejores formas de ayudar con la tarea

¿No puede motivar a su niño? ¿Le preocupa estar presionándolo demasiado...
o no lo suficiente? Ofrecemos una guía para los padres sobre qué hacer y qué no hacer.

La cena acabo, los platos ya están lavados y usted puede finalmente arrellanarse con un buen libro o ver su programa de TV favorito... a menos que usted sea la madre o el padre de un adolescente o preadolescente. Al caer el día, mis dos hijos adolescentes pasan horas haciendo sus deberes escolares. Y yo estoy justo allí, para verificar los problemas de matemáticas, encontrar buenos sitios en la web, revisar el vocabulario de inglés. ¿Cómo llegué a esto?

Debido al énfasis cada vez mayor en pruebas estandarizadas y a la intensa competencia por la admisión en las universidades, los profesores no siempre pueden cubrir todo el material necesario en un día escolar. El resultado es que los pequeños tienen que dominar muchas cosas más por su cuenta —y ello significa más tareas. He aquí algunas sugerencias:

Enséñeles a usar la computadora
Internet es un recurso increíble. Son muchos los sitios que ayudan con los deberes escolares que ofrecen información confiable para todos los grados.

... pero no sin supervisión
A veces los niños no comprenden que cortar y pegar de la red es plagio. Una amiga cercana lo descubrió cuando advirtió que el informe de ciencia de su pequeño de quinto grado estaba sospechosamente bien escrito. Al investigar descubrió que la mayor parte del trabajo había sido copiada de un sitio web.

“Cuando encaré a mi hijo, negó que la hubiera copiado y me explicó que la había tipeado él mismo palabra por palabra. Para él, copiar significa usar la combinación de teclas Control+C en la computadora”, señala Roos.

Además, asegúrese de que el tiempo de estudio en línea sea utilizado para la tarea. Mi hija, Liza, encontró que era demasiado tentador enviar mensajes instantáneos entre cada búsqueda en Google. ¿Nuestra solución? Hicimos que adoptara dos nombres en pantalla. Cuando ingresa a la red con su nombre para tareas, sus amigas no saben que ella está en línea y no le pueden enviar mensajes.

Involúcrese (pero no demasiado)
Esto es lo que los expertos sugieren para distintos grupos etáreos:

De tercer a sexto grado
Proporcione mucho feedback. Haga que su niño resuelva unos cinco problemas o responda igual número de preguntas de una vez, luego revise el trabajo. De esta forma usted puede divisar errores que, de otra manera, provocarían que toda la tarea esté incorrecta.

Concéntrese primero en lo bueno del trabajo. Con niños de esta edad es especialmente importante destacar lo que hicieron bien. A menudo interpretan las correcciones como una señal de desaprobación por parte del padre o de la madre, y eso puede resultar desalentador.

No deje que la tarea se retrase. Si después de una hora una asignación no ha avanzado más de lo que ya lo había hecho diez minutos luego de comenzarla, hay algo que su niño no comprende. Cancele la tarea y envíe una nota al profesor para pedir una cita.

Escuela secundaria
Ayude a sus hijos a organizarse. En este punto la carga de trabajo oscilará entre dos y tres horas por noche, por lo que le puede resultar difícil a los chicos mantenerse al día con las tareas. Muchos profesores ahora colocan los deberes en línea. Así, en primer lugar, conéctese a la red con su jovencito y verifique qué se supone que deba hacer; o si no, revise las tareas diarias apenas su hijo llegue a casa de la escuela.

Establezca prioridades. A diferencia de los estudiantes de la escuela primaria, los jóvenes de esta edad deben lidiar con tareas mandadas por distintos profesores. Usted puede ayudar clasificando el trabajo de lo más fácil a lo más complicado. Luego aliente a su chico a emprender primero la tarea más sencilla. Esto puede parecer un consejo extraño, pero avanzar en una larga lista de cosas por hacer realmente puede aliviar el estrés.

Cuando se trata de proyectos grandes que pueden requerir varias semanas, divídalos en varias partes pequeñas, de forma que resulten menos abrumadoras. Por ejemplo, sugiera a su hijo que divida un informe de lapso en secciones. Cada vez que concluye una sección, puede tomarse un descanso.

Estimule la independencia. Durante los años de la escuela secundaria usted aún estará involucrado. A pesar de ello es hora de que estimule a su niño para que trabaje más por su cuenta. También es tiempo de que usted revise una tarea sólo cuando ésta esté lista.

Busque ayuda cuando sea necesario
Algunos niños son particularmente renuentes a hacer la tarea —se rehúsan a comenzarla o insisten en que terminaron una asignación aunque en realidad no lo han hecho. Esto puede revelar un problema más grave, quizás incluso un problema de aprendizaje. Gritar, presionar o sobornar rara vez tiene un efecto positivo. En lugar de ello programe una reunión con el profesor de su niño. Juntos pueden elaborar un plan de acción.

Si a su niño le cuesta mucho una materia o un tema en particular, quizás necesite enseñanza adicional o un nuevo enfoque. Muchas escuelas cuentan con profesores o voluntarios que ofrecen ayuda gratuita antes o después del horario de clases. A menudo, estudiantes de mayor edad con habilidad particular en un área de aprendizaje orientan a los más jóvenes.

Asimismo, puede buscar compañeros de estudio entre los amigos de su niño. Trabajar junto con un compañero de la misma edad pudiera ser justamente lo que su chico necesita para superar un área complicada. l

HABILIDADES DE ESTUDIO

Este consejo es tan bueno ahora como cuando éramos niños

1. PROPORCIONE UN BUEN ESPACIO PARA TRABAJAR. Los niños necesitan meterse en una burbuja para hacer sus tareas. Cuando usted proporciona un espacio tranquilo y despejado para que ellos estudien esto envía un poderoso mensaje de que la tarea es valiosa.

2. RESPETE DISTINTOS ESTILOS DE TRABAJAR. Algunos niños necesitan un descanso después de la escuela, mientras que otros prefieren acometer la tarea de una vez. Ayude a su niño a determinar qué se adapta más a él y luego pídale que se ciña
a un horario constante.

3. EXPERIMENTE CON DISTINTAS AYUDAS PARA EL ESTUDIO. Un ejemplo: A la mayoría de los chicos les enseñan a resaltar pasajes importantes en la lectura asignada. Pero escribir una pequeña nota en el margen puede ser una mejor estrategia. ¿Por qué? Una frase directamente relacionada con el contenido tiene más probabilidad de estimular la memoria del niño que varias líneas amarillas en la página.

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