martes, 3 de marzo de 2009

El bálsamo del perdón

“Eran dos jóvenes que mantenían una entrañable amistad. Vivían apaciblemente, pero el país entró en guerra, fueron aislados y conducidos al frente. Cayeron prisioneros del enemigo y pasaron dos años en un campo de concentración. Luego de acabada la guerra fueron puestos en libertad y cada uno siguió con su vida en lugares diferentes. Diez años después se encontraron y, tras fundirse en un largo y emotivo abrazo, uno le comentó a otro:

-Yo ya olvidé todo aquello que nos pasó. Lo olvidé en seguida como si no hubiera ocurrido. ¿Y tú, mi buen amigo?

-Yo no,—repuso el otro con evidente amargura— nunca podré olvidarlo. No hay un solo día en el que no odie intensamente a nuestros carceleros.

El amigo entonces replicó:

-¡Que lástima! Yo sólo estuve dos años como prisionero, sin embargo tú continúas cautivo”.

Es importante dejar el pasado doloroso y difícil atrás porque cuando nos dejamos acompañar por él nos amargamos, perdemos la ilusión, nos desgastamos y dejamos de disfrutar la vida. Por mi parte respeto tus sentimientos y las vivencias que hayas tenido y no dudo ni por un momento de la seriedad y la gravedad de esos acontecimientos, pero tal vez este sea el momento perfecto para recordarte que ¡ya pasó!, y que no hay nada que puedas hacer para borrarlo de tu vida. ¡Tienes que aprender a vivir con eso! A muchas personas les gustaría seguir sintiéndose víctimas de la actitud o el comportamiento de otros y de esta manera justificar su negativa a retomar la responsabilidad de la vida. Prefieren mantener su pasividad, su falta de entusiasmo para no tener que desarrollar el valor necesario, pasar la página y volver a comenzar. Vivimos la vida cargados con un gran equipaje compuesto, en su mayoría, por el recuerdo y las emociones negativas que mantenemos asociadas al pasado.

Toma la decisión valiente de soltar, inclusive puedes hacer un rito simbólico, como bañarte en el mar o subir una montaña, que te ayude mentalmente a aceptar que ya te desconectaste de ese evento y decide maduramente aceptarlo y aprender algo de ello, de manera que no vuelvas a necesitar pasar por la misma experiencia para hacerlo. ¿Sabías que casi todas las situaciones difíciles que vivimos nos dejan siempre algo positivo? Vale la pena encontrar ese lado, recuerda que nada sucede por nada, o más bien que todo ocurre por una buena razón, aunque no lo podamos reconocer en el mismo momento. La mayoría de nosotros tiene artilugios mentales para desaparecer las imágenes que decidimos borrar en algún momento y no recordar lo que vivimos o lo que nos hicieron. Pero esto no significa que ya lo superamos, y podemos darnos cuenta de eso el día en que una situación cualquiera hace que reaccionemos de una forma exagerada o absurda, debido a toda esa emoción negativa que todavía guardamos inconscientemente. Si estamos lo suficientemente atentos, esa actitud nos recuerda que todavía tenemos un pendiente por enfrentar y resolver, de lo contrario nos volverá a suceder, una y otra vez, hasta que lo entendamos y hagamos algo al respecto.

¿Cuántas veces dices que no a una invitación, a una oportunidad o a una posibilidad porque en el pasado fracasaste o tuviste una experiencia negativa?

A veces lo que te frena ni siquiera fue lo que tú viviste, sino la referencia de lo que le pasó a otro… ¡Es tiempo de detenerte y reflexionar acerca de esto porque el único que puede cambiarlo eres tú! Deja de andar por ahí contando tus tristezas, tus pérdidas o tus derrotas.

Comparte sólo tus logros, tus experiencias positivas y enriquecedoras, siempre con la intención de motivar o apoyar a otros para que vivan las suyas. Seca esas lágrimas, sacude el polvo de tus rodillas, sal de ese cuarto pequeño en el que te has pasado tanto tiempo…¡es el momento de renovarte y ser libre del peso extra que te has impuesto a ti mismo!

Para tener en cuenta
l Cada vez que el pensamiento o la imagen de lo sucedido vuelva a ti permítele entrar y salir libremente de la mente sin retenerla o profundizar en ella para no dejarte afectar.

l Perdona y envía pensamientos de paz, amor y felicidad a todas las personas involucradas con las situaciones difíciles de tu vida, aunque creas que no se lo merecen.

l Reafirma la confianza en ti mismo y en tu capacidad para enfrentar cualquier situación y salir victorioso de ella.

l Encuentra la lección oculta en esa experiencia y tenla presente en tu vida.

l Trabaja duro para construir otro estilo de vida, ten el valor, la decisión y la fortaleza para vivir como quieres.

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