miércoles, 11 de marzo de 2009

A la cama sin presiones

Utilizadas con mesura, las sales de baño son una herramienta terapéutica efectiva —y económica— para despojarse de las tensiones acumuladas durante el día. Conozca algunas de las opciones disponibles en el mercado e, incluso, anímese a crear sus propias combinaciones.

La ducha ha dejado de tener un carácter ritual para convertirse en una actividad cotidiana a la que pocos le dedican el tiempo suficiente, quizá por la ignorancia generalizada sobre los beneficios tanto físicos como psíquicos que se pueden obtener a través de un buen baño, especialmente si el agua está enriquecida con los minerales aportados por la sal marina, uno de los componentes esenciales de las reparadoras sales de baño. El uso de este tipo de sales es una excelente alternativa para quienes desean recibir los favores de la naturaleza luego de haber estado sometidos a períodos de angustia y estrés; sin embargo, es necesario que antes de usarlas esté al tanto del potencial que adquiere cada una según los ingredientes utilizados en su preparación, pues de esta manera aprenderá a sacarles el mejor provecho.

El secreto
Desde la antigüedad, el agua ha sido reconocida por sus múltiples bondades, entre las cuales destacan sus capacidades regenerativas y purificadoras. Los griegos y los romanos fueron pioneros en encontrarle nuevos usos a este elemento, sobre todo a los provenientes de manantiales, y fue así como adquirieron auge los balnearios. Aunque la llamada hidroterapia pasó a un segundo plano durante la Edad Media, en el Renacimiento volvió a cobrar vida gracias al apoyo de personalidades como Leonardo Da Vinci; pero fue a finales del siglo XIX cuando esta técnica adquirió fundamento teórico debido a los estudios realizados por Vincenz Priessnitz, quien además de describir los principios de la hidroterapia creó el primer spa en Austria, a principios del siglo XX.

Pero, ¿caliente o fría?, ¿cuál es mejor? No existe respuesta absoluta para esta pregunta, pues el efecto de cada una va a depender de las necesidades corporales particulares; no obstante, se sabe que sumergirse en una bañera o ducharse con agua caliente tiene una acción relajante y es útil para aliviar la ansiedad y las tensiones musculares, mientras que el agua fría es utilizada como estimulante de la actividad física y mental.

Por su parte, el empleo de sales de baño potencia las capacidades terapéuticas del agua, debido a la acción ejercida por los minerales y los aceites esenciales que contienen. Más allá del aroma que posean es necesario tomar en cuenta varios aspectos antes de adquirirlas. En primer lugar, el producto debe ser de primera calidad, para evitar el riesgo de que irrite o lesione la piel; adicionalmente, debe comprar la sal por las propiedades medicinales de sus componentes más que por el aroma; y, finalmente, es importante que comprenda que los baños con sales no sustituyen el efecto positivo logrado por una alimentación balanceada y un estilo de vida sosegado, simplemente son un complemento para alcanzar el equilibrio psíquico y físico, ya que ayudan a equilibrar el pH de la piel y tienen propiedades desintoxicantes y tranquilizantes.

Uso y abuso
Existen muchas interrogantes en torno a la utilización de las sales de baño, especialmente con respecto a la frecuencia de uso y a sus posibles efectos adversos. La dermatóloga María Alejandra Rodríguez, explica que las personas que presentan patologías de piel —tales como dermatitis, alergias y soriasis— no deberían utilizar ningún tipo de sal, debido a que los colorantes que contienen, aunado al tiempo de inmersión —que siempre sobrepasa los 20 minutos recomendados—, afectan negativamente el estado de la dermis, causando resequedad y empeorando, en muchos casos, los síntomas del padecimiento. Por otra parte, las personas hipertensas deben abstenerse de emplear sales efervescentes, debido a que su alto contenido de sodio propicia la elevación de la presión arterial.

Rodríguez también destaca la importancia de no convertir los baños con sales en una costumbre. Al respecto, comenta que lo ideal sería llevarlos a cabo una o dos veces al mes —como máximo—. Debido a la resequedad que estas inmersiones causan en la piel, la dermatóloga sugiere el empleo posterior de cremas, pues el agua caliente contribuye a abrir los poros, por lo que la hidratación resulta mucho más profunda.
Otro aspecto importante es el tipo de sal a utilizar. Lo ideal es emplear las sales naturales o las que contienen poco colorante y no abusar ni de las cantidades añadidas a la bañera ni mucho menos del tiempo de inmersión, ya que cuando la concentración externa de sal es muy grande el cuerpo tiende a perder agua y la piel se reseca más. En este sentido, es útil colocar unas gotitas de esencias en aceite dentro de la tina para contrarrestar un poco el efecto de las sales.

Opciones disponibles
Aunque el venezolano siempre procura consentirse con cremas, cosméticos y tratamientos de belleza, la compra de sales de baño no es una de sus prioridades; sobre todo por el hecho de que las bañeras no son tan comunes en estas tierras como lo son en Europa. Sin embargo, el hecho de no disponer de una tina no tiene por qué ser excluyente: usted puede diluir dos cucharadas de sal en dos litros de agua y bañarse con ésta luego de una ducha caliente, para luego enjuagar los restos de sal con un poco de agua corriente.

Generalmente, las sales pueden adquirirse en tiendas naturistas o en aquellas donde expenden productos usados en aromaterapia y feng shui, ya que son pocas las tiendas en el país que se dedican a la venta exclusiva de artículos para el baño. Acá encontrará tres de las marcas que se encuentran presentes en el mercado local y que son elaboradas con materia prima venezolana:

l Celestial Salts
Llevan más de tres años en el mercado ofreciendo sus sales de baño artesanales, “elaboradas mediante el tratamiento de cristales de sal por electrólisis, magnetizadas y cargadas de iones, con aromas naturales”. Sus creadores las recomiendan como una herramienta para recuperar las energías, tonificar la piel, purificar el organismo, equilibrar el aura y estimular los sentidos.

l Pozo de rosas
Marca que dispone de sales ionizadas especiales para los baños áuricos y sales exfoliantes con hojuelas de avena. Poseen diferentes tipos de fragancias, entre ellas la de mandarina, salvia, toronjil, miel, mirra, rosas y mastranto, que se ha convertido en la más vendida gracias a sus propiedades relajantes y su agradable aroma.


HAGALO USTED MISMA

Si no desea que el producto final tenga un efecto efervescente, simplemente obvie el bicarbonato; y respecto a las propiedades de la sal, tome en cuenta que todo va a depender del tipo de esencia
que le añada, pues cada una cuenta con particulares beneficios terapéuticos.

Ingredientes
100 gr de sal marina
100 gr de bicarbonato de sodio
4 gotas de colorante de uso cosmético
7 gotas de esencia (puede combinar dos fragancias diferentes)
2 cucharadas de glicerina

Preparación
Mezcle la sal y el bicarbonato, agregue el colorante y las esencias (si emplea dos tipos diferentes añádalas por separado). Remueva la mezcla hasta que tome un color y una textura homogéneos. Adicione la glicerina y continúe removiendo durante un rato. Coloque la preparación en un envase sin tapa y déjelo al aire libre —en un espacio higiénico— durante toda la noche para que las sales se sequen.

Utilice bolsitas de papel celofán o tarros plásticos de uso cosmético para almacenar las sales de baño secas.


¿ CUAL ES LA SUYA?

Según los componentes utilizados en su preparación, las sales de baño adquieren diversos usos:
Incienso: mejora la concentración.
Lavanda: es antidepresivo y permite controlar el insomnio.
Naranja: alivia las molestias menstruales.
Cedro: mejora la circulación.
Limón: elimina las toxinas acumuladas en el organismo y estimula los sentidos.
Romero: estimula el cerebro, aporta energía y tiene propiedades analgésicas.

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