martes, 3 de marzo de 2009

Problemas de cálculo

Problemas de cálculo

Las personas que viven en los países del Caribe y Latinoamérica presentan entre tres y cuatro veces mayores probabilidades de desarrollar cálculos renales en comparación con quienes viven en otras regiones del mundo. Conozca qué los predispone y cómo combatirlos.

El cálculo de riñOn es una agrupacion de cristales que crece paulatinamente y forma una roca, piedra o cálculo, que se anida como una estalactita en la parte más profunda del riñón. En esa zona la piedra no se siente a medida que va creciendo, pero cuando llega el momento en el cual se desprende y cae a la pelvis renal e inicia su paso a través del uréter (tubo que conduce a la orina del riñón a la vejiga) el dolor y/o el sangrado aparecen.

Este episodio agudo de dolor es lo que se conoce como cólico nefrítico, descripción que define al dolor intenso que se genera cuando el cálculo agrede las paredes del uréter. Una vez que se presenta el cólico nefrítico la atención médica es inminente y es necesario seguir un tratamiento supervisado por un especialista. En su recorrido final, cuando la piedra pasa por el uréter y cae en la vejiga, su trayectoria será mucho más rápida y normalmente sin dolor.

El doctor José R. Weisinger, médico del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Caracas en la UCV y de la Policlínica Metropolitana de Caracas, especialista en Medicina Interna, Nefrología y Enfermedades Metabólicas Oseas, comenta que en Venezuela cuatro de cada mil personas, aproximadamente, ha tenido o tendrá cálculos de riñón, una cifra superior a la media mundial que es de un individuo por cada mil.

La estadística anterior guarda relación con factores como nuestras condiciones de vida e incluso el clima pero, sobre todo, está fuertemente vinculada con las costumbres dietéticas del venezolano: el alto consumo de sal y de proteínas animales en la dieta de estas tierras favorece la aparición de los cálculos y su posterior desarrollo.

¿Qué los predispone?
Weisinger explica que la mayoría de las personas que desarrolla cálculos renales tiene una predisposición genética —hereditaria—, relacionada con la alta excreción urinaria de calcio, conocida como Hipercalciuria Idiopática. Esto quiere decir que si una persona tiene padres, tíos o hermanos que han sufrido de cólicos nefríticos, ella o él tendrán altas probabilidades de padecerlos algún día.

Asimismo, los registros de la evolución de la enfermedad en el país muestran que, durante los últimos años, ha aumentado la manifestación de cálculos y cólicos nefríticos en personas que no poseen tendencia hereditaria. Se trata de casos en los que, luego de investigar factores dietéticos, se observa una constante en el alto consumo de sal —lo cual favorece la creación de estas piedras—, así como una baja frecuencia en el consumo de líquidos —lo que aumenta la concentración de los compuestos en la orina.

“Hoy día se están adelantando investigaciones sobre la dieta del venezolano en instituciones como el Hospital Universitario de Caracas, y los primeros hallazgos demuestran la vinculación entre el alto consumo de sal y la mayor frecuencia de casos, en relación con la media mundial”, comenta Weisinger.

El especialista también señala que 20% de los pacientes presenta exceso de ácido úrico en la orina, lo que favorece el rápido crecimiento de los cálculos de calcio. En otros casos se registra un exceso de oxalato, lo cual satura la orina y trae como consecuencia que los cristales se formen más rápidamente. Este grupo incluye a personas que se han hecho operaciones de by-pass intestinal para reducir el peso.

Un porcentaje menor, pero igualmente importante, es el de quienes ingieren exceso de ácido ascórbico (vitamina C) o quienes consumen con frecuencia té, nueces y vegetales verdes con alto contenido de oxalato (espinaca y berro).

Por último, las personas que sufren de hipocitraturia —disminución del citrato en la orina— también podrían crear cálculos, pues la presencia normal de citrato inhibe la formación de cristales.

¿Cómo saber si se es candidato?
Los familiares de pacientes que han sufrido el problema, y quienes tienen una ingesta baja de agua y líquidos en general, con alto consumo de ácido ascórbico y sal, deben estar atentos y consultar a un especialista si manifiestan un dolor agudo hacia un lado de la espalda, a la altura de la cintura.

Es menester tener en cuenta que el cólico nefrítico es una condición que tiene una alta recurrencia, pues quienes lo han sufrido alguna vez tienen más de 70% de posibilidades de tener otro episodio en los siguientes cinco años.

¿Qué hacer para combatirlos?
l Aumente el consumo de agua y líquidos.

l Reduzca la ingesta de sal.

l Reduzca el consumo de maní y nueces.

l No elimine el calcio de la dieta. Weisinger refiere que las indicaciones de eliminar el calcio del régimen alimentario no solucionan el problema. Muchas veces el riñon sigue eliminando el calcio y, al no conseguirlo en una dieta baja en este mineral, lo toma de los huesos. El especialista advierte que “existen muchos casos de osteoporosis en personas que formaron cálculos y eliminaron el calcio de su dieta”.

Por último, consulte a un médico especialista, quien indicará los exámenes a realizar. La evaluación metabólica del problema es importante. Hay casos en los que la persona requerirá el uso de diuréticos para que el riñon reabsorba el calcio y se logre disminuir en la orina.

En el caso de los niños, quienes padecen hipercalciuria pueden presentar microhematuria; es decir, sangramiento microscópico en la orina. l

RETRATO ROBOT

l El tamaño y la estructura de un cálculo renal se observa a través de estudios de ecografía o tomografía, técnicas que pueden ayudar al médico a definir si se debe esperar la salida de una piedra pequeña (hasta 0,5 cm) en pocas horas; si se requiere la intervención de un urólogo para destruir la piedra a través de litotripsia extracorpórea u ondas de choque; o si es necesario extraerla con instrumentos especiales.

l Estos cálculos presentan tamaños variables que van desde diminutas agrupaciones hasta verdaderas piedras que pueden ocupar toda la cavidad del riñón. A estos cálculos gigantes se les llama coraliformes, y pueden llegar a atrofiar el órgano renal.

l Los cálculos también presentan una alta diversidad en cuanto a su composición. El análisis de ésta se realiza con la investigación de su estructura cristalográfica, y sus resultados permitirán al médico indicar el tratamiento adecuado. En nuestro país el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) tiene un laboratorio altamente especializado en este tipo de análisis.

l Las investigaciones hechas en el país indican que entre 80 y 85% de los cristales de los cálculos son de sales de calcio. Las sales de calcio que se observan con más frecuencia en los cálculos renales son oxalato de calcio, fosfato de calcio y carbonato de calcio.

l Un grupo más reducido de pacientes presenta cálculos formados por otras sustancias como ácido úrico y cistina.

l En otros casos las piedras son de fosfato triple, como sucede en quienes presentan los ya mencionados cálculos coraliformes.

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