sábado, 3 de mayo de 2008

Un científico venezolano investiga sobre posible vida en Júpiter

La idea principal de esta nota es señalar que aquí en Venezuela también producimos excelentes científicos que sobresalen más allá de nuestras fronteras. Tal es el caso del profesor Julián Chela-Flores, nacido en Caracas y graduado en Matemáticas, Física y Mecánica Cuántica en la Universidad de Londres. Actualmente se desempeña como astrofísico y astrobiólogo (una especialidad muy nueva) en el Abduf Salam International Center for Theoretical Phisycs en Trieste, Italia y es investigador asociado en el Dublín Institute for Advances Studies, y profesor ad honorem del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) aquí en Venezuela.
Chela-Flores, que recientemente ha vuelto a Venezuela, invitado por la Universidad Simón Bolívar para dictar algunas conferencias relacionadas con la posibilidad de vida extraterrestre y la relación del hombre con el universo, ha ideado un método para que, en caso de encontrar vida primitiva en una eventual exploración del satélite joviano Europa, realizada por la NASA o las organizaciones europeas, pueda medirse la escala evolutiva de acuerdo al uso de una tintura especial utilizada para teñir determinadas estructuras celulares. De acuerdo con los resultados de este experimento se podrá determinar, entre otras cosas, si la vida, independientemente de dónde se produzca en el universo, seguirá un orden similar al que siguió en la Tierra.
Según Chela-Flores el satélite Europa presenta la mayor posibilidad de albergar vida en nuestro sistema solar, mucho más que el planeta Marte y que Titán, otra de las lunas de Júpiter a la que en otrora se le considerara la más plausible para desarrollar vida de algún tipo. Aunque Europa presenta un casquete helado de dos kilómetros de profundidad, debajo de éste debe haber agua en estado líquido por la presencia de volcanes que funden el hielo; y si existe carbono y están dadas las condiciones de calor necesarias, con toda seguridad exista vida, por lo menos de tipo celular, en el satélite. Sobre lo mismo explicó el científico venezolano que atravesar los dos kilómetros de superficie helada de Europa no constituye problema alguno porque ya se han diseñado un par de robots que serán capaces de introducir un minisumergible con material robótico y científico para la exploración y los experimentos.
Chela-Flores ya se marchó a Italia dejándole a quienes le conocieron la agradable noticia de que, más allá de las fronteras de nuestro país, los científicos que aquí producimos se destacan y trabajan en programas científicos sumamente interesantes para el desarrollo universal.

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