jueves, 29 de mayo de 2008

Tos matutina, cansancio o disnea debe chequearse para descartar EPOC



Hay pacientes que pueden sufrir exacerbaciones de la enfermedad, acentuándose el cansancio, la tos y la cantidad de flema. El diagnóstico precoz o a tiempo evita el detrimento de la calidad de vida gracias a los tratamientos farmacológicos. El Día Mundial de No Fumar invita a tomar conciencia sobre este mal .

El 31 de mayo se celebra el Día Mundial de No Fumar, que fue instituido por la Asamblea Mundial de la Salud para alentar a los fumadores de todo el mundo a que se abstengan de fumar, ya que el cigarro es una de las drogas más nocivas y peligrosas que existen en el mundo, y es causa de millones de muertes anualmente.

"La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se caracteriza por una limitación del flujo de aire en la vía respiratoria, como consecuencia de la exposición al humo del tabaco -principalmente- o circunstancias especiales, como la combustión con leña o carbón", indica Gur Levy, neumonólogo coordinador del Postgrado de neumonología del Hospital Universitario de Caracas.

Esto se traduce en una disminución irreversible del flujo del aire durante la espiración. La velocidad con que se manifiestan las alteraciones es variable y depende de la susceptibilidad de cada individuo.

"Actualmente, aunque la EPOC se define como una dolencia irreversible, es tratable gracias a los nuevos medicamentos existentes en el mercado, los cuales pueden mejorar la calidad de vida del paciente", enfatiza Levy. Anteriormente, sobre todo en estados avanzados, era considerada como "casos sin nada que hacer por el paciente".

Esta dolencia agrupa varias enfermedades, como la bronquitis crónica y el enfisema, y cada una de ellas tiene diferentes causas y mecanismos patológicos. No incluye otras enfermedades obstructivas, como el asma bronquial, donde sí hay respuesta completa a los broncodilatadores (medicamentos que relajan los músculos bronquiales y, como resultado, ensanchan o dilatan los tubos bronquiales).

La EPOC se diagnostica principalmente por los antecedentes epidemiológicos de exposición y la sintomatología, que fundamentalmente son tos de predominio matutino, con o sin expectoración (flema); cansancio o disnea. Estos se manifiestan de forma progresiva.

"Un paciente se puede cansar caminando dos cuadras, 20 metros, 10 metro, subiendo un piso, hablando o amarrándose los zapatos, y así sucesivamente", explica el neumonólogo clínico consultado.

El análisis se realiza a través de una espirometría, la más antigua de las maniobras exploratorias de la función respiratoria que registra y mide la cantidad de aire que entra y sale, tanto en régimen de respiración normal como cuando ésta es forzada, en la inspiración y espiración.

De acuerdo con el volumen de aire que sale en el primer segundo, se puede establecer la severidad o gravedad del paciente. Esta dependerá de la exposición que haya tenido al tabaquismo o alguna circunstancia especial. De esta manera, se clasifica en: leve, moderada, severa o muy severa.

"La génesis del problema es la obstrucción de la vía aérea por un proceso inflamatorio", explica Dolores Moreno, profesora de la Cátedra de Patología General y Fisiopatología de la Universidad Central de Venezuela.

En el caso de la bronquitis crónica la inflamación aumenta el tamaño de las glándulas mucosas con la intervención de células inflamatorias y mediadores químicos, totalmente distintos a los que se presentan los pacientes asmáticos. En casos de enfisema pulmonar, dilata o destruye más allá del bronquiolo respiratorio, lo que llaman bulas: destrucción de los alvéolos (zona ahuecada, divertículo, celdilla de los pulmones).

"Cuando un paciente se consulta con síntomas de EPOC, normalmente ya se encuentra en estadios avanzados de la enfermedad", especifica Dolores Moreno. En principio lo hace porque deja de ser productivo al presentar una limitante física importante en todo lo que hace, convirtiéndose poco a poco en una carga para su familia.

La calidad de vida del paciente dependerá de la severidad a la que esté sometido. Si padece de EPOC leve, las recomendaciones enfatizan el abandono de la adicción al tabaco, como en todos los casos y el uso de un broncodilatador beta 2 adrenérgico de acción corta combinado con un derivado atropínico de acción corta. Si es moderada, cambia el tratamiento farmacológico por un broncodilatador beta 2 agonistas de acción prolongada (salmeterol o formeterol) con un derivado atropínico de acción prolongada (Tiotropiun); con sometimiento a rehabilitación.

Cuando se trata de casos severos, lo que llaman grado 3, a la terapia se le añade Glucocorticosteroides, que pueden ser fluticasona o budesonida. De ser muy severos, se le asocia el oxígeno, la utilización de teofilina y se considera la posibilidad de hacer una cirugía reductora de volumen, que son las que requieren los pacientes con bulas muy grandes que comprometen la funcionalidad del pulmón.

La prevalencia de la EPOC que se conoce en Latinoamérica es la que arrojó el Estudio Platino en 2005, la cual indica que en Venezuela es de 12% del total de la población. Otro estudio más reciente, llamado TORCH, por sus siglas en inglés, evidenció los logros de la terapia inhalada combinada en casos moderados y severos, con mejoría en la calidad de vida de los pacientes y reducción de las exacerbaciones.

"Los costos de los tratamientos para contrarrestar la EPOC son elevados y la prevención es la mejor medida que se debe tomar. No sólo porque resulta más económico sino porque evita pasar por los estragos del padecimiento. En este caso, dejar de fumar es la clave de todo", coinciden y concluyen Moreno y Levy.

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