martes, 27 de mayo de 2008

Estudios vinculan variaciones genéticas frecuentes con obesidad














Dos estudios publicados esta semana identificaron nuevas variaciones genéticas que modifican el riesgo de desarrollar obesidad y resistencia a la insulina, que es un precursor de la diabetes.
En el primero de estos dos estudios de relación de todo el genoma, un equipo dirigido por la doctora Ruth J. F. Loos, del Hospital Addenbrooke, en Gran Bretaña, analizó datos de 16.876 descendientes europeos.

El equipo no sólo confirmó hallazgos previos que relacionaban variaciones del gen FTO con la obesidad, sino que también identificó a una sólida asociación con variaciones cercanas al MC4R.

El gen MC4R controla los niveles de energía del cuerpo al regular cuánto comemos y cuánta energía gastamos o conservamos. Las mutaciones de este gen son las causas más frecuentes de obesidad grave familiar.

Los hallazgos del equipo de Loos, que luego se confirmaron en 60.352 adultos y 5.988 niños, demostraron que esta variación peligrosa del MC4R aumentaba hasta un 30 por ciento las probabilidades de que un niño sea obeso.

Otro análisis de datos sobre 660 familias reveló que la "transmisión excesiva" de esa mutación era frecuente en los bebés obesos.

"Varios grupos de investigación habían demostrado que las variaciones raras y altamente perjudiciales del gen MC4R causaban formas genéticas muy graves de obesidad: esta colaboración (de muchos grupos internacionales) descubrió más variaciones frecuentes que afectan a más personas", declaró Loos.

El segundo estudio incluyó el análisis de 318,237 cambios de una sola letra en la secuencia genética, o SNP, del ADN de más de 14.000 descendientes de pueblos hindúes, asiáticos y europeos.

El equipo dirigido por el doctor Jaspal S. Kooner, del Imperial College de Londres, relacionó una variación de la secuencia genética próxima al MC4R con una mayor circunferencia de cintura y una tendencia a desarrollar resistencia a la insulina, que provoca la diabetes tipo 2.

Los autores observaron que dos copias de esa variación agregaban 2 cm a la cintura y aumentaban un 10 por ciento la resistencia a la insulina.

"Comprender mejor los genes responsables de enfermedades como la diabetes y los problemas cardiovasculares nos permitirá identificar a las personas con una herencia genética que los hace más vulnerables", expresó Kooner.

"No podemos modificar esa herencia, pero podemos diseñar medidas de prevención que incluyan el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, e identificar nuevos objetivos farmacológicos para reducir la carga de la enfermedad", agregó el autor.


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