sábado, 28 de febrero de 2009
Niños y computadoras Una realidad nada virtual
Frente a la nueva situación que ha traído al hogar la incorporación de la computadora, muchos padres viven el conflicto de no saber cómo establecer límites a sus hijos en relación con el uso de Internet y los videojuegos. Idalia De León
Hasta los momentos todo lo que se pueda decir sobre las bondades y los perjuicios del uso de las computadoras se colocará, probablemente, en tela de juicio a la vuelta de pocos años. El autor del libro La era de los afectos en Internet, Antulio Sánchez, afirma que, por ahora, no se ha elaborado un estudio lo suficientemente serio como para que permita evaluar los efectos del uso de Internet, a pesar de que la herramienta ya tiene 10 años de existencia. Se trata, pues, de un invento relativamente nuevo, lo cual no ha dado chance a los estudiosos para colocarse adecuadamente en perspectiva para evaluar pros y contras.
La tendencia, sin embargo, tiende a inclinar la balanza hacia los aspectos negativos de Internet; y los padres de esta generación de chicos que está creciendo no sólo frente a la pantalla del televisor, sino también pegados a la computadora, ven con cierto recelo el que su prole pase demasiado tiempo frente a un objeto que le abre la puerta a un mundo insospechado y diverso.
Algunas teorías señalan que exponer a muy temprana edad a los niños al uso de computadoras puede resultar perjudicial, debido a que el cerebro se encuentra en un período adecuado para el desarrollo de las habilidades sociales. Se cree, en este sentido, que la computadora aísla e introduce al chico en un mundo fuera de la realidad, por no decir virtual. Otros, como Alan Delamater, psicólogo de la Universidad de Miami, citado por la Revista Latinoamericana de Comunicación, considera que, si bien el uso excesivo de las computadoras puede ocasionar problemas de obesidad a causa del sedentarismo, los juegos a los que se tiene acceso vía Internet ofrecen más beneficios que desventajas a los niños, sobre todo si se trata de juegos educativos. Afirma el especialista que los usuarios deben aprender a familiarizarse con las computadoras desde temprana edad pues forman parte de la vida moderna.
Ahí viene el coco
Las preguntas que usualmente se hacen los padres frente al problema que genera tener un computador en casa son de diferente calibre. Según el libro Padres Desconectados, de Florian Huber y Christoph Neuschaffer (Ediciones B, 2004) las siguientes son algunas de las interrogantes que más preocupan tanto a mamá como a papá: ¿Los nuevos métodos audiovisuales destruyen la imaginación? ¿Es cierto que convierte a los niños en seres violentos? ¿En qué medida suplanta a los padres, amigos y maestros? ¿Cuándo la computadora deja de ser un juego educativo para convertirse en un factor peligroso debido a los contenidos pornográficos y violentos que allí se encuentran? ¿Es verdad que los niños se tornan hiperactivos? La mayoría de estas preguntas todavía no tiene respuesta, por lo que en la tarea de hacer recomendaciones en esta materia casi siempre ingresa en el terreno de la especulación. Sin embargo, hay algunos aspectos, para alivio de los progenitores, que parecen estar claros. Por un lado, según Padres Desconectados, ya se puede afirmar que toda la información que llega al cerebro de los niños durante el día, no permanece en él por mucho tiempo. Los autores del libro sostienen que “a los chicos no les sucede algo distinto que a los adultos que suelen ver el programa de televisión de la noche. ¿O acaso recuerdan cómo terminó la película que vieron el martes de la semana pasada o qué temas se trataron en los últimos programas de entrevistas?”.
El libro hace énfasis en el hecho de que los contenidos que se escuchan y se ven en telenovelas y programas de concurso son flor de un día. Hoy se recuerdan y mañana no. Se cree que la mayoría de los juegos de computadoras son interesantes durante algunas semanas, pero que, tan pronto se haya alcanzado el dominio de los mismos, “los CD pasan a acumular polvo en la estantería porque otro juego plantea nuevos desafíos”.
Por otro lado, la causa por la que —supuestamente— los niños de ahora serían más revoltosos o hiperactivos que los de antes, no debe buscarse estrictamente en las nuevas tecnologías. Los especialistas parten del hecho de que no hay manera de establecer comparaciones serias pues, en el pasado, la infancia ha sido documentada en casos aislados. Igualmente, lo que no se explican los maestros es la razón por la que un niño no logra permanecer cinco minutos tranquilo en su pupitre, y puede pasar más de una hora frente al computador sin moverse ni siquiera para buscar agua o hablar por teléfono con sus amigos.
La violencia, uno de los aspectos que más preocupa a los padres, es un fantasma que también rodea a otro invento moderno, la televisión. Desde hace muchos años los psicólogos y sociólogos vienen sosteniendo la teoría de que el detonante de la acción violenta no está relacionado con la realidad virtual. “Las causas del comportamiento violento deben buscarse en las heridas reales sufridas en la escuela o en el hogar y que no han sido superadas. Mientras que los héroes de las computadoras pasan rápidamente al olvido una vez apagado el sistema, la violencia experimentada de forma directa marca el comportamiento y la conciencia de los niños a veces para toda la vida”, refieren los autores de Padres Desconectados.
En todo caso, los padres o responsables del niño deben partir del sentido común en relación con el uso de la computadora. Muchos de los criterios que se siguen para regular el tiempo para ver televisión, deberían servir para controlar Internet. En ambos casos, si un chico prefiere pasar todo el tiempo libre del que dispone chateando, enviando correos electrónicos, jugando o navegando, es suficiente señal para decidir tomar medidas, pues es una clara manifestación de que, efectivamente, el niño o el joven tiene un problema.
ATENDIENDO EL PROBLEMA
Según revela un estudio elaborado por la Universidad de Cincinnati, los niños que pasan demasiado tiempo frente a la computadora manifiestan síntomas de adicción. En este sentido, es necesario aclarar, no obstante, que hasta los momentos no se ha precisado que los síntomas que exhiben los “adictos a Internet” o a las computadoras se originen, precisamente, en el hecho de estar mucho rato frente a la pantalla navegando o chateando. En relación con este aspecto, los entendidos no pueden saber quién fue primero, el huevo o la gallina. En todo caso, algunos de los trastornos psíquicos son:
l Tienden a padecer ataques de pánico.
l Manifiestan con frecuencia signos maníacodepresivos.
l Son más propensos a desarrollar adicciones al alcohol, cigarrillo y drogas.
¿Pero cómo saber que la computadora está ocasionando problemas en el niño? Primero que nada, los padres deben plantearse las siguientes preguntas, las cuáles son básicas para detectar si ciertamente algo anda mal en casa:
l¿El niño ha abandonado actividades deportivas o gregarias por preferir navegar en Internet?
l¿Su hijo ha bajado sus calificaciones a causa del tiempo que dedica a Internet?
l¿El chico reacciona con violencia cuando le imponen límites en relación con el uso de la computadora?
Si las respuestas a las preguntas anteriores son afirmativas, empiece a evaluar, primero que nada, cuáles otras razones pueden estar incidiendo en el cambio de conducta del niño, y analizar si, efectivamente, la computadora y todo lo que esta ofrece puede estar perjudicando de algún modo el normal desempeño del chico.
Acá le proporcionamos algunas sugerencias, aunque usted bien puede incorporar estrategias propias para controlar el uso de la computadora.
l Relájese. La computadora no es precisamente la mala de la película. Recuerde que es una herramienta del mundo moderno que ofrece un sinfin de conocimientos útiles.
l Sea flexible. No convierta Internet en el objeto prohibido, pues, como se sabe, el remedio puede resultar peor que la enfermedad. Procure no satanizar la práctica de navegar por el ciberespacio; recuerde que se trata de una tecnología que, como la televisión y la radio, forma parte de la vida actual.
l No coloque la computadora en el cuarto del niño. Ubíquela en un área de uso común.
l Propicie actividades en las que participen los miembros de la familia. Juegos de mesa o bien actividades con otros niños.
l Comúnmente los niños de temperamento tímido son los más propensos a pasar demasiado tiempo frente a la computadora. Si el niño no está siendo tratado psicológicamente, intente incorporarlo en actividades que lo relacionen con otros de intereses similares.
l El tiempo que pase en la computadora dependerá de su sentido común. La experiencia indica que la decisión se tomará de acuerdo con la edad del niño. En muchos casos se toma una decisión negociando con el niño sobre cómo distribuir las diferentes actividades que desarrolla en el día.
l Dé el ejemplo. Si usted pasa demasiado tiempo frente a la computadora, no exija luego que su hijo haga un uso racional de la misma.
l No se muestre vulnerable si su hijo conoce mucho mejor que usted el funcionamiento de la máquina. Solicite su ayuda cuando sea necesario. Se trata, además, de crear otro espacio en el que la familia pueda compartir en beneficio de todos.
l Vigile que la red no tenga libre acceso a salas de conversación o páginas no aptas para niños. Existen programas de fácil instalación para controlar que el chico obtenga información inadecuada.
l Busque ayuda si siente que el problema se escapa de sus manos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Búsqueda personalizada
No hay comentarios:
Publicar un comentario