Para mi, la musica es una de las herramientas con más importancia en la vida. He descubierto que ciertas melodías me conectan a recuerdos felices, me relajan e inclusive hay algunas que estimulan mi creatividad, por ejemplo, la que escucho mientras escribo este artículo para ti.
Si te das cuenta, descubrirás que en estos tiempos la música acompaña muchas de las actividades que realizamos diariamente. Imagina un gimnasio, no sería lo mismo ejercitarte sin un fondo musical adecuado; seguir el ritmo hace que realices el esfuerzo de mover tus brazos o tus piernas con más ganas. Pero la música, también es usada para reconectarnos con la presencia de lo sagrado en nuestra vida. A través de ciertas melodías que nos sensibilizan, podemos aislar nuestros pensamientos y conectarnos a sentimientos más puros. Muchos de los rituales de diferentes filosofías o religiones a lo largo del tiempo, involucran la música y el canto para establecer un estado de relajación, apertura y oración.
Algunas personas utilizan la música y sus letras para identificar algún estado emocional. Las pérdidas o las alegrías, hacen que asociemos la música al momento emocional que estamos viviendo... y cuando las volvemos a escuchar nos conectamos al recuerdo, úsala para elevar tu tono emocional y para recuperar y fortalecer tu bienestar.
Es determinante hacer de la música una parte importante en la vida de nuestros hijos, enseñarles de qué manera la música puede ser un instrumento para elevar nuestro estado de ánimo, para conectarnos a los recuerdos positivos y levantar nuestra estima, inclusive podemos enseñarles, como usar la música para aliviar el estrés y la ansiedad.
Existen diferentes terapias que utilizan la música para descargar la tensión, para liberar las emociones y devolverle la armonía al ser humano.
Incorporemos la música a nuestra vida
Escucha música variada. Selecciona tu música preferida, invierte y adquiere algunas piezas musicales, mantenlas siempre a la mano, en casa o en el carro para relajarte, fortalecerte o alegrarte la vida. Cuando escuches alguna canción o melodía que llame tu atención, averigua su nombre y el autor, así irás aumentando tu conocimiento musical.
Acostúmbrate a escuchar música en casa. Procura realizar las actividades cotidianas con un fondo musical. Practica ordenar, limpiar y cocinar con una música alegre que inclusive te den ganas de bailar... verás como se te pasa el tiempo a más velocidad y además ganarás energía y entusiasmo para el resto del día.
Canta con frecuencia. No necesitas ir a un conservatorio para aprender canto. Simplemente vence el temor al ridículo, elévate por encima de algunos de tus prejuicios, déjate llevar por la melodía y atrévete a cantar. Repite alguna estrofa sencilla de la canción de tu preferencia, canta en la ducha, o canta cuando sientas miedo, te sorprenderá descubrir como el cantar en esos momentos, te ayuda a liberar el temor, te fortalece y te anima.
Toma clases de baile. Vamos, tú puedes, no importa si nunca aprendiste cuando fuiste pequeño, estás a tiempo de disfrutar uno de los placeres de la vida, ¡bailar! Es como entrar en armonía con la música y con la vida. Es un ejercicio increíble para mantenerte en forma, para aumentar tu flujo sanguíneo y oxigenarte, además es muy bueno para la postura y la vitalidad.
Ponle música a tu bebé. Conéctate con tu hijo durante el embarazo a través de la música. Elige una cinta con alguna melodía suave, tómate unos minutos para relajarte, y ponle música lo más cerca de tu vientre mientras le hablas con sentimientos de amor y de bienvenida a tu vida. Es increíble observar después de que han nacido, como al escuchar de nuevo la misma melodía, responden inmediatamente a ella, para relajarse y descansar.
Conéctate a lo sagrado. Escuchando una melodía suave de tonos elevados puedes relajarte y percibir la Presencia del Señor Dios en tu interior. También, entonando canciones con letras que hablan acerca de la magia de su presencia, puedes lograr el mismo efecto. Recordemos que muchas civilizaciones han usado la música para acercarse a la presencia de la Divinidad a través de los tiempos.
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