Milenario y poderoso, el aceite de oliva es un efectivo y exclusivo ingrediente de algunos productos de belleza por sus innumerables propiedades hidratantes, suavizantes y antioxidantes.
El célebre poeta griego Homero, lo llamó "oro líquido". Quizá su brillante color dorado, su aromático olor y las ya conocidas propiedades terapéuticas y nutritivas lo destacaban como una esencia de altísimo valor. Efectivamente, así fue. En la antigüedad, el árbol del olivo, conocido científicamente como "olea europaea", proveniente de la región mediterránea, era considerado un árbol sagrado.
Los antiguos egipcios fueron los primeros en descubrir las cualidades del aceite de oliva al punto de convertirlo en un producto básico, pero exclusivo de las clases privilegiadas. Era empleado para iluminar los templos en honor de sus dioses, así como en los frecuentes baños con aceite perfumado, práctica realizada entre los años 980 y 715 a.C. Tras descubrir que sus hojas poseían una acción cicatrizante y una acción tónica cutánea, fue ampliamente utilizado en cosmetología, junto con otras esencias y hierbas aromáticas. De allí que se crearon formulaciones especiales para perfumes; para embellecer y limpiar los poros; en ungüentos con azafrán y hierbas para hidratar la piel y evitar la aparición de arrugas; para darle brillo a los cabellos y para la realización de masajes terapéuticos. Griegos y romanos hacían uso del mismo, para elaborar ungüentos, con los que los atletas y luchadores ungían su cuerpo, antes de la práctica deportiva. Al realizar masajes con esta loción, los músculos se tonificaban y los preparaban para la competición de los remotos juegos olímpicos. La primera crema hidratante de la historia fue inventada por un médico turco, Claudio Galeno (129-199 d.C.), quien descubrió que al mezclar aceite de oliva con agua y cera de abejas, obtenía una refrescante poción que otorgaba elasticidad a la piel.
Han pasado miles de año años y hoy el aceite de oliva es un ingrediente indispensable para cocinar todo tipo de alimentos, por ser una fuente natural de beneficios para la piel y el cabello, es utilizado en la formulación de jabones, cremas hidratantes, antiarrugas, champús, suavizantes para el pelo e incluso maquillajes.
Sus bondades
Sin duda, los beneficios terapéuticos del aceite de oliva son incuestionables. La Medicina aprueba su consumo diario porque está comprobado que ayuda a prevenir la arteriosclerosis y la hipertensión arterial, mejora el funcionamiento del estómago y el páncreas y, además, protege contra al cáncer. Debido a la gran cantidad de ácido oleico que contiene aumenta el "colesterol bueno" y ejerce un papel protector ya que transporta el "colesterol malo", depositado en las arterias, hasta el hígado para su eliminación. Además, el ácido oleico es un constituyente de las membranas celulares y de la piel.
Igualmente sus propiedades cosméticas superan con creces las bondades que otro ingrediente natural pueda aportar. Su fruto, la aceituna, da origen al perhidroescualeno vegetal, una especie de lípido cutáneo que, además de proteger la piel frente a factores ambientales externos, la hidrata y mantiene la estructura íntegra de la dermis, permitiendo una mejor regeneración y, por lo tanto, una mayor firmeza. También tiene propiedades suavizantes, relajantes y tonificantes. Es tan efectivo, que la firma parisina Clarins incluye el olivo en la composición de las fórmulas de sus productos de belleza -unos 20- para el rostro, el cuerpo, tratamiento solar, maquillaje, e inclusive, en la línea para caballeros.
La hoja del olivo, por su parte, sintetiza un poder antioxidante y reparador mucho mayor que el propio fruto. Con la extracción del concentrado puro de la hoja se obtiene una doble función antiedad: reforzar y proteger la capacidad de defensa de la piel. Age Fitness es la línea antiedad de la firma Biotherm, formulada exclusivamente con este proceso y dirigida en ese mismo principio.
De la cocina a la piel
La infinita riqueza del aceite de oliva no podía quedar en el pasado. Hoy como ayer las recetas caseras con fines cosméticos son una fácil solución de resultados comprobados.
Mascarilla para pieles secas
Mezclar la clara de un huevo con unas gotas de aceite de oliva y una cucharadita de miel. Aplicarla sobre la piel limpia y dejarla actuar durante 10 minutos.
Crema para contorno de ojos
Calentar en baño de María tres cucharadas de aceite de oliva, una cucharadita de cera, y media cucharadita de manteca de cacao. Enfriar y añadir dos cucharadas de agua de rosas. Remover hasta formar una pasta espesa que se aplica sobre la zona del contorno de ojos.
Rociar la cabeza con aceite de oliva y dar un masaje, desde la raíz hasta las puntas. Luego cubrir con una toalla caliente durante cinco minutos. Después lavar la cabeza como de costumbre.
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