En los Ultimos tiempos todos hemos vivido intensamente diferentes situaciones de cambio. Para unos ha sido más difícil que para otros. Algunos factores, como la pérdida de motivación, el desempleo, la incertidumbre económica, la pérdida de valores y de tradiciones, la corrupción, la inflación, la desinformación, han llenado a muchas personas de confusión, desesperanza y angustia.
En muchos casos ha sido como participar en una loca carrera llena de obstáculos por superar diariamente. Cada vez que creemos haber superado un problema no tarda en aparecernos otro diferente. ¿Te has sentido así últimamente?
Yo soy de las personas que piensan que las penas y las dificultades muchas veces son experiencias que nos fortalecen y nos enseñan, ayudándonos a crecer y a convertirnos en mejores seres humanos, a volvernos menos soberbios y más compasivos y solidarios, más sensibles a las carencias de las personas que tienen menos, más humildes, más sabios pues aprendemos los unos de los otros, más generosos y mucho más agradecidos al reconocer el valor de lo mucho o poco que hayamos recibido. En la medida en que los obstáculos sean mayores, más grandes tendrán que ser nuestros esfuerzos para superarlos, pero al mismo tiempo las satisfacciones y fortalezas adquiridas en el proceso serán enormes.
En la adversidad muchas veces encontramos la fortaleza, ante la enfermedad reconocemos el valor de la salud, cuando sentimos hambre valoramos la importancia de un pedazo de pan, en el cansancio absoluto es donde disfrutamos con más intensidad del descanso, con la pobreza valoramos la importancia del ahorro y aumentamos el respeto por el dinero. Estamos viviendo tiempos de cambio que nos obligan a adoptar actitudes positivas y comprometidas, en donde se impone el reencuentro con lo mejor de nosotros mismos y la búsqueda del cambio personal para mejorar a nivel social. Es el momento para tomar la decisión de salir de la mediocridad , la indolencia y la apatía, para avanzar con pasos firmes y entusiastas hacia nuestro bienestar. Hagamos parte de esa inmensa minoría de seres humanos auténticos y comprometidos, dispuestos a vivir para forjar un país y un mundo mejor. Seamos parte parte de una inmensa minoría que tiene:
Fe
Porque la Fe nos da la fortaleza, la certeza y el valor que necesitamos para asumir retos, y para enfrentar cada día con la certeza de que no estamos solos, que la Presencia de la Divinidad nos acompañará en todo momento dándonos las herramientas y los recursos que nos hacen falta para alcanzar nuestras metas.
Honestidad
Pues el más grande desafío consiste en lograr que nuestras palabras, reflejen nuestros pensamientos y sentimientos y que ellas impulsen nuestras acciones todo el tiempo, para que todo lo que hagamos sea limpio y transparente, sin que escondamos una segunda intención.
Pasión
Para poder disfrutar de lo que hacemos y hacerlo con entusiasmo y excelencia, pues ésta es la chispa que da vida y alimenta nuestra voluntad de actuar. Cuando trabajamos con pasión, logramos desarrollar la energía necesaria para perseverar en el esfuerzo hasta conseguir el resultado que buscamos.
Autoestima
Solo cuando somos capaces de reconocer y aceptar nuestras capacidades y limitaciones estamos listos para valorarnos a nosotros mismos. Muchas veces es necesario trabajar en desconectarnos de aquellos mensajes negativos que recibimos cuando fuimos niños, sanar las heridas del alma a través del perdón y cerrar la puerta del pasado.¡Eres especial!
Tolerancia
Cuando somos capaces de colocarnos en el lugar de otros para saber cómo sienten o piensan, podemos comprenderlos para elevarnos por encima de las diferencias y reconocer las semejanzas que nos acercan a ellos. A través de la tolerancia podemos respetamos y aprender de nuestras diferencias.
Optimismo
Para reconocer en cada dificultad una oportunidad. Ser optimista significa hacer uso de nuestras herramientas, conocimientos y recursos para enfrentar cualquier situación en la vida con la certeza de que obtendremos siempre el mejor resultado.
Amor
Nuestra esencia esta hecha de Amor Incondicional y solo dejándonos llevar por este sentimiento podremos dar lo mejor de cada uno de nosotros en todo momento.
Perdón
Porque a través de la práctica consciente de un ejercicio de perdón podemos liberarnos a nosotros mismos de las cargas emocionales del pasado para darnos la oportunidad de volver a empezar.
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