“Tenía mucho tiempo sin venir a Caracas y te confieso que me hacía mucha falta Venezuela; sobre todo mi familia, mis afectos. Siempre es muy grato regresar...”.
Angel Sánchez tiene ocho años trabajando en Nueva York, trabajando duro y sin ruido. Poco a poco, se ha convertido en un ciudadano del mundo, en un hombre más de los que viven y producen en una ciudad que nunca para, sobre todo en la competida industria de la moda. Desde sus oficinas en la Séptima Avenida, Angel Sánchez ha pensado con cuidado sus estrategias para hacer de su firma una referencia en el mercado. Primero sus trajes de novia, después sus reconocidos trajes de noche y en esta última etapa, sus incursiones en el diseño de pieles y su nueva colección couture. El esfuerzo ha brindado sus frutos y varias piezas de sus colecciones, además de estar en los puntos de venta más emblemáticos de Norteamérica, han comenzado a vestir a las celebridades y socialités de todo el mundo.
Ya su nombre ha comenzado a oírse y a leerse en la agitada crónica social y del entretenimiento de las principales revistas y periódicos americanos. Las referencias suman centímetros y los testimonios de sus clientas han tenido eco. El equipo de Sánchez recibe solicitudes de relacionistas públicos y agentes para vestir a sus representadas y quizás, más temprano que tarde, el esfuerzo sostenido de tantos años se vea compensado con un reconocimiento global y explosivo en la prensa especializada.
Celebridades como Beyonce, Cinthia Nixon y Kristin Davies (Sex and the City), Gloria Estefan, Elizabeth Hurley y Amanda Peet, entre otras, han lucido sus creaciones, sin contar con las damas de la sociedad venezolana y de toda Latinoamérica. Alfombra rojas aparte, el desarrollo creativo de Sánchez ha evolucionado al ritmo de la moda global, sus compromisos con el mercado y el vértigo de crear varias colecciones al año lo han dotado de una capacidad que realmente sorprende.
Profesionalmente, ¿qué ha significado Nueva York?
“Trabajar en Nueva York ha sido un entrenamiento riguroso. Los mecanismos de la moda como industria tienen un ritmo y unos procesos agotadores, y la clave es que no puedes parar o pierdes el tren. Crear, producir, comercializar y publicitar una colección es una labor compleja, y tiene que hacerse con un equipo multidisciplinario, el objetivo es no perder presencia. Nueva York ha significado evolución, madurez, sacrificio, muchas satisfacciones y también, bastante trabajo”.
Y personalmente...
“Humanamente ha sido una etapa de fortalecimiento, de enfrentar un poco la soledad y trabajar para hacerme un persona mejor. Siento que en esta etapa de mi vida soy un hombre preparado y entrenado para muchas cosas que nunca hubiese pensado hacer, mucho más autosuficiente”.
El trabajo para InverUnión se puede definir como uniformes corporativos con plena libertad creativa. Vi en este proyecto un potencial fantástico de hacer moda a través del concepto de uniforme, lograr hacer imagen corporativa y romper el prototipo masculinizado, sin traicionar las normas y los principios de una empresa financiera |
¿Cómo es uno de sus días típicos en Nueva York?
“No son muy diferentes a un día de trabajo de cualquier otra persona. Me levanto, desayuno y voy en metro a mi oficina. Llamadas, citas, pruebas y un poco de trabajo creativo, almuerzo cerca y regreso a mi rutina. Al final de la tarde si no tengo algún compromiso voy al gimnasio y regreso a casa”.
¿Qué lo trajo por Caracas?
“Tenía tiempo sin venir y quería visitar a mi gente y supervisar varios proyectos pendientes. Los vestidos para el concurso Miss Venezuela, dos trajes para Mayte Delgado y uno para la muchacha representante del Distrito Capital, y los uniformes para la gente de InverUnión, el nuevo proyecto de banca privada de Ignacio Salvatierra”.
¿Uniformes diseñados por A.S.?
“¿Por qué no? Cuando recibí la propuesta de Ignacio Salvatierra para diseñar los uniformes de las empleadas de su nuevo proyecto financiero no dudé un instante en aceptarlo. Primero, porque desde hace mucho tiempo su banco ha estado muy consciente de la importancia de la moda en el mundo corporativo moderno, y además, por mi deseo de formar parte de la filosofía de un grupo financiero que siempre ha apoyado a la moda venezolana, y lo digo por experiencia propia, este grupo fue el primero en apoyar mi trabajo como diseñador”.
¿Qué tomó en cuenta a la hora de diseñar los uniformes?
“Las diferencias no son categóricas a la hora de diseñar un vestido, un uniforme, o un traje de novia. Mi proceso creativo siempre es parecido, en esta oportunidad quería piezas combinables, cómodas, modernas y muy versátiles.
El producto final son seis prendas que se pueden adaptar a todo tipo de figura femenina y que pueden transformarse según el estilo de cada quien. Los colores, rojo y gris, y los distintos cortes del camisero, el pantalón, la falda y las chaquetas hacen del uniforme algo mucho más que un traje seriado y aburrido”.
¿Por qué alta costura en un banco?
“Eso tiene muy claro su razón de ser: este grupo financiero se ha constituido en el pionero en unir las fortalezas del mundo competitivo del servicio bancario privado con un toque personal y lo mejor de la tecnología moderna. En palabras sencillas, tienen un edificio sede diseñado por uno de los arquitectos más talentosos de Venezuela: Totón Sánchez, ofrecen servicio y tecnología financiera de primera línea y visten a sus empleadas con trajes diseñados especialmente para ellas, eso es concepto. Quieren brindarle al cliente el confort de la mejor arquitectura interior, valorar y respetar a sus trabajadores cuidando hasta el último detalle de su imagen personal y ofrecer lo que saben hacer. Es un concepto global y me siento muy orgulloso de ser parte de él”.
¿Qué ha pasado con sus últimas colecciones?
“La última colección de novias ha sido uno de los aciertos más sonados de mi carrera, los compradores y los editores de moda la han recibido como nunca, estoy muy contento con el resultado. La colección couture también ha tenido muy buenas críticas, hace unas semanas presenté una muestra en Medellín, Colombia, como invitado especial de Colombiamoda, uno de los eventos de moda latinoamericano más importante del continente. Los colombianos fueron muy generosos con mi trabajo”.
¿Es mejor lucir bien o estar a la moda?
“La clave de lucir bien y estar a la moda es tratar de elegir correctamente las piezas que más favorecen. A simple vista parece sencillo, pero luego, frente al espejo, todo se complica. El secreto para no equivocarse está en la silueta, un concepto que exige, en primer lugar, sinceridad. Aceptarse físicamente es imprescindible para, a continuación, seguir las reglas de la moda y triunfar.
Una vez tipificada la silueta, ¿qué prendas son las más aconsejables?, ¿cuáles jamás son recomendables?, ¿qué accesorios ayudan a potenciar cada look?
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