Es lo que encuentra un estudio de cinco años de duración en el que los hombres de mediana edad que tuvieron una hora extra de sueño cada noche eran menos propensos a tener depósitos de calcio endurecido en las arterias. Pero los resultados del estudio no pretenden que la gente se acueste antes de tiempo o que se atraganten de pastillas para dormir, advirtió Diane Lauderdale, profesora asociada de estudios de salud del Centro médico de la Universidad de Chicago, que dirigió el estudio. "No sabemos por qué existe una asociación", dijo Lauderdale. "Y hasta que no sepamos por qué, no podemos afirmar que existe una relación causal".
El estudio aparece publicado en la edición del 24 al 31 de diciembre de la Journal of the American Medical Association. Lauderdale y sus colegas han estado siguiendo a un grupo de adultos jóvenes durante años, estudiando sus arterias cardiacas desde varios ángulos. El último informe relacionó los hábitos de sueño de 495 participantes de 35 a 47 años con la incidencia de calcificación arterial, medida por tomografía computarizada.
Los depósitos de calcio pueden hacer que las arterias coronarias sean menos flexibles y causan en última instancia enfermedad cardiaca. Ninguno de los participantes tenía depósitos de calcio detectables al comienzo del estudio, pero a los cinco años, 61 (el 12.3 por ciento) los tenían. Tras ajustar muchos de los factores de riesgo potenciales, como el sexo, la raza y los hábitos de fumar, los investigadores encontraron que una hora adicional de sueño reducía en un tercio el riesgo de calcificación. Eso equivale a una reducción de hasta 16.5 puntos en la presión arterial, señalaron los investigadores.
"Nada en el estudio parecía explicar tal asociación", dijo Lauderdale. Sin embargo, Lauderdale cree que hay tres explicaciones posibles. Una es que otro factor, como el estatus socioeconómico, fuera la conexión. Una segunda explicación es que la hormona relacionada con el estrés, el cortisol, que ha sido relacionada con menores horas de sueño y mayor calcificación, era el enlace.
"Finalmente, que el sueño se relaciona con la presión arterial, y eso implica un factor de riesgo para la enfermedad arterial coronaria", apuntó Lauderdale. "Es posible que las personas que dormían más horas tuvieran una menor presión arterial durante 24 horas que su presión arterial diurna". Cualquiera que sea la relación, era de esperarse, dijo Kathy P. Parker, experta en sueño y decana de la Facultad de enfermería de la Universidad de Rochester.
"Sabemos que la privación del sueño altera la fisiología de varios sistemas del cuerpo, así que no sorprende que otro problema de salud o síntoma esté relacionado con la duración del sueño", dijo Parker. No hay una fórmula precisa para la duración del sueño que sea mejor para un individuo en particular, apuntó Parker. "Existen variaciones considerables en las necesidades del sueño", dijo. "En promedio, las necesidades individuales varían entre 7 y 8 horas de sueño. Hay un incremento en los problemas de salud con cinco horas o menos, y también con nueves horas o más".
El mejor consejo, apuntó Parker, que es una de las apenas cinco enfermeras de EE. UU. certificadas por la American Board of Sleep Medicine, "es ir a la cama a una hora regular y levantarse también a una hora regular, prestar atención a si se siente renovado y alerta durante el día y evitar tomar demasiada cafeína y alcohol". En cuanto a las pastillas para dormir, "son apropiadas en determinados casos", como en situaciones de estrés fisiológico agudo o desfase horario, o para "ciertos trastornos del sueño", destacó Parker.
"Es muy importante esperar hasta que este hallazgo sea confirmado por otro estudio poblacional", advirtió Lauderdale. "También, hasta que conozcamos el mecanismo, es prematuro basar un consejo clínico en esta información". |
lunes, 5 de enero de 2009
Dormir el tiempo adecuado podría ayudar a limpiar las arterias
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