Ya no es sólo un problema de estilo. A la hora de elegir las gafas que lo protegerán del sol, debe estar atento a las nuevas especificaciones tecnológicas. Antes, la tarea de comprar lentes de sol solía ser sencilla; ahora, la decisión de cuál par se ajusta más a su imagen (espía internacional, estrella del rock, practicante de deportes extremos, Jackie O., guardaespalda, playboy) es más complicada. Para decirlo sin rodeos: antes de ser James Bond, debe pasar por científico.
En estos días, para negociar unos lentes de sol hay que conocer la diferencia entre diversos materiales: entre ANSI Z87.1 y celulosa de acetato; entre una aleación de polímeros granulados (megol) y una capa de cobertura deslumbrante; entre una montura hidrófila, de nylon hidratado y unos cristales fotocromáticos high index, recubiertos con policarbonatos polarizados, resistentes a los impactos. La tecnología, más que ofrecer variedad, provee a quienes deben usar lentes de una nueva lista de referencias.
"En las marcas de moda, el estilo aún es la consideración número uno, pero ahora la tecnología, aunque en el segundo lugar, se le acerca bastante", dice Maurizio Marcolin, gerente ejecutivo de Licencias, Ventas y Mercadeo del Grupo Marcolin, la tercera productora más grande en el mundo de lentes de sol. "Los consumidores ahora exigen innovación, aunque la tecnología disponible actualmente está bastante adelantada con respecto a cualquier necesidad de los consumidores. Probablemente comprenden muy poco, a pesar de toda la información disponible. No obstante, es suficiente para que se sientan felices con su compra. El énfasis en la tecnología alimenta el sentimiento de que los lentes de sol están a la moda y son de cierta calidad".
Al igual que con los equipos de sonido, las PC, los motores de autos y otras maquinarias avanzadas, las especificaciones técnicas pueden no ser significativas para muchos, pero añaden prestigio (y altos costos), además de brindarle al consumidor mucha seguridad. Con razón, de acuerdo con Mintel, las ventas de lentes de sol con precios sobre los 50 dólares se han incrementado 22% en los últimos dos años.
A pesar de todo, la jerga científica aún puede dejar ciegos a muchos. Por ejemplo, los lentes de sol fabricados por Marcolin para Costume National y Mont Blanc -ambas empresas debutantes en este mercado- son de "rutenio mate policromado" o "policarbonato inyectado". Oakley, por su parte, promociona su "unobtainium" (un sistema de fijación libre de sudoración), "plutonite" (el material de las lentes) y lo que llaman "polaric ellipsoid" (un proceso para minimizar la distorsión en todos los ángulos). Y todo eso, ¿qué quiere decir? ¿Qué tanto de humo hay detrás de esas gafas ahumadas?
"Algunas compañías aparecen con toda suerte de objetos para embaucar al cliente", señala Jason Kirk, diseñador de la marca Kirk Originals. "Ni siquiera las calcomanías que dicen '100% protección contra rayos UV' tienen sentido". Técnicamente hablando, esto es imposible, ya que no se podría ver a través de los lentes. Los clientes, por su parte, conocen las dos cosas más importantes sobre los lentes de sol: que los necesitan para proteger sus ojos y que les hacen lucir como un dios del amor".
Los lentes de sol que desde el año 1997 se venden en países como el Reino Unido siguen la directiva de la Unión Europea en cuanto a equipos de seguridad personal. Los estándares mínimos establecen que se debe proteger los ojos de la radiación dañina y proveer alta fidelidad en el color (de lo contrario pueden generar dolores de cabeza y problemas con los semáforos en el tráfico). Además, los lentes deben ser ópticamente correctos (sin distorsionar la visión del usuario) y resistir el impacto del "uso" diario. Los llamados lentes deportivos deben dejar claro cómo sus filtros de calidad los hacen convenientes, o no, para ciertas actividades. Una nueva directriz establece que los materiales (especialmente el níquel utilizado en monturas de metal) no causarán irritaciones de la piel ni reacciones desagradables al entrar en contracto con el aceite de coco que el usuario se unte en la piel. Para mantener el ritmo de avance de la tecnología, probablemente estos estándares sean actualizados para el año 2005.
"Sin duda, algunas compañías crearán nombres con cierto atractivo para tecnologías que son bastante corrientes, haciendo que el cliente se pregunte: ¿Qué diablos es eso? ¿Acaso eso tiene importancia?", indica Rod Lane. "Eso es mercadeo y es difícil de criticar. ¿Es engañoso? Creo que a los consumidores les gusta. Estamos en la era del lenguaje técnico. Sin embargo, tal vez sería mejor para productores y consumidores que el lenguaje utilizado en la tecnología de los lentes de sol fuese más simple".
En estos días, para negociar unos lentes de sol hay que conocer la diferencia entre diversos materiales: entre ANSI Z87.1 y celulosa de acetato; entre una aleación de polímeros granulados (megol) y una capa de cobertura deslumbrante; entre una montura hidrófila, de nylon hidratado y unos cristales fotocromáticos high index, recubiertos con policarbonatos polarizados, resistentes a los impactos. La tecnología, más que ofrecer variedad, provee a quienes deben usar lentes de una nueva lista de referencias.
"En las marcas de moda, el estilo aún es la consideración número uno, pero ahora la tecnología, aunque en el segundo lugar, se le acerca bastante", dice Maurizio Marcolin, gerente ejecutivo de Licencias, Ventas y Mercadeo del Grupo Marcolin, la tercera productora más grande en el mundo de lentes de sol. "Los consumidores ahora exigen innovación, aunque la tecnología disponible actualmente está bastante adelantada con respecto a cualquier necesidad de los consumidores. Probablemente comprenden muy poco, a pesar de toda la información disponible. No obstante, es suficiente para que se sientan felices con su compra. El énfasis en la tecnología alimenta el sentimiento de que los lentes de sol están a la moda y son de cierta calidad".
Al igual que con los equipos de sonido, las PC, los motores de autos y otras maquinarias avanzadas, las especificaciones técnicas pueden no ser significativas para muchos, pero añaden prestigio (y altos costos), además de brindarle al consumidor mucha seguridad. Con razón, de acuerdo con Mintel, las ventas de lentes de sol con precios sobre los 50 dólares se han incrementado 22% en los últimos dos años.
A pesar de todo, la jerga científica aún puede dejar ciegos a muchos. Por ejemplo, los lentes de sol fabricados por Marcolin para Costume National y Mont Blanc -ambas empresas debutantes en este mercado- son de "rutenio mate policromado" o "policarbonato inyectado". Oakley, por su parte, promociona su "unobtainium" (un sistema de fijación libre de sudoración), "plutonite" (el material de las lentes) y lo que llaman "polaric ellipsoid" (un proceso para minimizar la distorsión en todos los ángulos). Y todo eso, ¿qué quiere decir? ¿Qué tanto de humo hay detrás de esas gafas ahumadas?
"Algunas compañías aparecen con toda suerte de objetos para embaucar al cliente", señala Jason Kirk, diseñador de la marca Kirk Originals. "Ni siquiera las calcomanías que dicen '100% protección contra rayos UV' tienen sentido". Técnicamente hablando, esto es imposible, ya que no se podría ver a través de los lentes. Los clientes, por su parte, conocen las dos cosas más importantes sobre los lentes de sol: que los necesitan para proteger sus ojos y que les hacen lucir como un dios del amor".
Los lentes de sol que desde el año 1997 se venden en países como el Reino Unido siguen la directiva de la Unión Europea en cuanto a equipos de seguridad personal. Los estándares mínimos establecen que se debe proteger los ojos de la radiación dañina y proveer alta fidelidad en el color (de lo contrario pueden generar dolores de cabeza y problemas con los semáforos en el tráfico). Además, los lentes deben ser ópticamente correctos (sin distorsionar la visión del usuario) y resistir el impacto del "uso" diario. Los llamados lentes deportivos deben dejar claro cómo sus filtros de calidad los hacen convenientes, o no, para ciertas actividades. Una nueva directriz establece que los materiales (especialmente el níquel utilizado en monturas de metal) no causarán irritaciones de la piel ni reacciones desagradables al entrar en contracto con el aceite de coco que el usuario se unte en la piel. Para mantener el ritmo de avance de la tecnología, probablemente estos estándares sean actualizados para el año 2005.
"Sin duda, algunas compañías crearán nombres con cierto atractivo para tecnologías que son bastante corrientes, haciendo que el cliente se pregunte: ¿Qué diablos es eso? ¿Acaso eso tiene importancia?", indica Rod Lane. "Eso es mercadeo y es difícil de criticar. ¿Es engañoso? Creo que a los consumidores les gusta. Estamos en la era del lenguaje técnico. Sin embargo, tal vez sería mejor para productores y consumidores que el lenguaje utilizado en la tecnología de los lentes de sol fuese más simple".
Siga consejos Si hacemos un recorrido por el mundo de los lentes oscuros, los expertos hacen unas cuantas recomendaciones básicas a la hora de comprar. Asegúrese de que los lentes que seleccione ofrecen protección contra los rayos UV y están aprobados para el tipo de actividad para la cual los necesita. El cristal brinda una visión de mayor calidad y es más resistente a las rayas, pero es más pesado y si se cae se puede hacer añicos. El CR-39 o plástico policarbonato es bastante liviano y resistente a los impactos. En cuanto a los colores, los naranja/ámbar son mejores para contrarrestar las condiciones de mucha luz; los verde/amarillo para la iluminación escasa; el marrón para la iluminación cambiante (y para una menor tensión ocular). Por su parte, los de tonos rosa, tanto en el lenguaje metafórico como en la vida real, son más reconfortantes. Mientras más oscuro sea el color, mayor es la absorción de luz, por lo que se recomienda un revestimiento apropiado. Con respecto a las monturas, la mejor elección es una en metal ligero en lugar de las plásticas que se rompen con facilidad, aunque lo ideal sería una en nylon flexible. Las varillas de sostén deben fijarse sin que queden trechos abiertos y lo mejor para lograr una buena adaptación es escoger las que tienen resortes. Este es el panorama actual. Sin embargo, Marcolin dice que cada año surge una nueva tecnología para satisfacer a los consumidores que, en promedio, cambian de lentes de sol cada dos años. Por ejemplo, Tag Heuer Sport Vision, la gama de lentes de sol diseñada por Ross Lovegrove y lanzada al mercado el año pasado, ahora ha sido mejorada para el equipo de las competencias en yate Oracle BMW de tal manera que se pueda desplegar la información en tiempo real y de manera inalámbrica directamente en los cristales de los lentes de cada competidor. La conclusión es ineludible: con un futuro (de alta tecnología) tan brillante, todos tendremos que usar lentes de sol. |
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