El magnesio está dando de que hablar: si bien su descubrimiento data de más de 200 años, recientes estudios experimentales han demostrado sus bondades en el tratamiento del dolor crónico. Una de estas investigaciones se desarrolla en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y podría representar una alternativa eficaz para aliviar el dolor crónico.
El magnesio está dando de que hablar: si bien su descubrimiento data de más de 200 años, recientes estudios experimentales han demostrado sus bondades en el tratamiento del dolor crónico. Una de estas investigaciones se desarrolla en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y podría representar una alternativa eficaz para aliviar el dolor crónico.
Desde el Laboratorio de Fisiopatología del Sistema Nervioso, adscrito al Centro de Medicina Experimental del IVIC, se busca dilucidar los efectos del magnesio, específicamente en el dolor neuropático y ya existen evidencias experimentales de sus beneficios. "Hemos logrado obtener efectos analgésicos del magnesio y algo muy importante, incrementar el efecto analgésico asociado a otros medicamentos e inhibir la tolerancia de la morfina, un opioide ampliamente utilizado para el manejo del dolor intenso. Con la administración conjunta del magnesio y la morfina hemos logrado evitar el desarrollo de tolerancia la cual aparece cuando se usa la morfina o algunos otros analgésicos en administraciones repetidas y prolongadas", explica el farmacéutico Juan Vicente Gómez-Barrios, quien desarrolló estos estudios como parte de su tesis de Doctorado de Farmacología (Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela), la cual acaba de presentar y aprobar.
Bajo la tutoría del Dr. Víctor Tortorici, jefe del mencionado laboratorio del IVIC, el avance científico se considera una noticia esperanzadora, aunque los experimentos sólo se hayan realizado a nivel experimental, en ratas. La tolerancia analgésica es uno de los fenómenos que más limita la utilización de fármacos, especialmente los de tipo opioide, ya que significa la disminución progresiva del efecto terapéutico. Esto significa para el paciente mayores dosis del analgésico para lograr los mismos efectos alcanzados al inicio del tratamiento, pero con aumento de los efectos adversos.
Los experimentos preclínicos realizados con el magnesio le permiten a Gómez-Barrios destacar que la administración de magnesio por períodos prolongados de tiempo evita el aumento progresivo de las dosis de medicamentos analgésicos. "El magnesio utilizado por largo tiempo en administraciones repetidas causa un efecto antinociceptivo, es decir, analgésico y no produce tolerancia".
La relación entre el dolor y magnesio
El trabajo del grupo de investigación del IVIC concierne específicamente al dolor neuropático, un dolor crónico que ha sido definido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) como un dolor iniciado o causado por una lesión primaria o disfunción en el sistema nervioso periférico o central. "Es decir, originado por un daño físico, cambios bioquímicos o fisiológicos, que logran afectar estructuras nerviosas, que finalmente afectan al sistema somatosensorial" explica Gómez-Barrios.
De acuerdo con el especialista este tipo de dolor se manifiesta por ser espontáneo, continuo (su duración puede ser de meses o años), con características "quemantes" y paroxísticas al representar una sensación extrema. Por otra parte, no necesariamente puede ser provocado por estímulos externos (un golpe, una intervención quirúrgica, por ejemplo). Además es paradójico: el dolor se transmite a través de fibras nerviosas y "a pesar de la destrucción y afectación de éstas, en el microambiente donde este proceso se lleva a cabo, se generan impulsos desordenados, espontáneos, que se van incrementando y que son interpretados como nocivos (dolorosos)" explica.
Por su parte, el magnesio es un elemento químico esencial para el hombre, cuyas propiedades de inhibición o bloqueo de ciertas sustancias que se activan cuando se experimenta dolor -sumado a las evidencias existentes- despertaron el interés del grupo de investigación. El magnesio participa en el bloqueo de los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA), estructuras fundamentales en la generación y sostenimiento del proceso nociceptivo (doloroso).
Estos receptores se activan en presencia del dolor crónico o por una sobre estimulación nociva, en vista de que el magnesio está dentro del receptor, bloqueando en canal, cuando ocurre la activación, el ión sale al exterior y por ende entra más calcio y sodio al interior de la célula. Esta carga se traduce en la percepción de más dolor y es en ese proceso que se ha detectado la importancia del mineral.
"El objeto es que se aumente la cantidad de magnesio y logremos inhibir a los receptores NMDA", explica el experto del IVIC. Esto significa que el magnesio puede frenar al receptor NMDA, evitar la entrada del calcio y del sodio en la célula y por consiguiente sus efectos.
Al margen del tratamiento del dolor, el consumo del magnesio es recomendado. Según Medline Plus, servicio on-line de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el magnesio "cumple diversas funciones metabólicas y juega un papel importante en la producción y el transporte de energía celular. También es útil en la contracción y la relajación muscular, fijación del calcio óseo. Este mineral participa en la síntesis de la proteínas y toma parte en el funcionamiento de ciertas enzimas en el organismo".
En función del peso y la altura se recomiendan cantidades, las cuales pueden obtenerse fácilmente, ya que el mineral se encuentra en la mayoría de los alimentos, en especial en los productos vegetales, en especial, los de hoja verde. "Otros alimentos que son buena fuente de magnesio son los productos de soja como la harina y el queso de soja; las legumbres y semillas; las nueces como las almendras y los anacardos o castañas de acajú; los granos enteros como el arroz integral y el mijo; las frutas como los cambures, albaricoques o damascos secos y el aguacate o palta, el queso blanco", se señala en Medline Plus.
Aunque también puede producir efectos adversos si se ingiere en exceso, es decir, en suplementos comerciales. Gómez-Barrios señala que una sobredosis puede producir un efecto laxante o una disminución de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, más aún si son pacientes que están bajo tratamiento antihipertensivo. Sin embargo, "el margen terapéutico del magnesio es seguro y muy amplio, pero no debemos abusar de él. Siempre, si desea tomarlo para un tratamiento crónico, consulte con su médico, que él es su primer aliado" finaliza el especialista. |
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