Tengo una amiga que ha esperado, durante varias semanas, la oportunidad de un trabajo que siempre quiso hacer debatiéndose en la indecisión de si sería bueno para ella o si ella podría cumplir con él. Ayer, le dieron la posibilidad de hacerlo. La vida cuadró todo para que le fuese fácil aceptarlo y comenzar... Luego de unas horas, durante las cuales consultó con un par de personas si debía o no tomar esta ocasión, decidió que mejor no lo tomaba, pues dudaba de estar preparada para hacerlo bien, además pensó que tal vez las personas a las que iba a prestar el servicio, no se iban a sentir satisfechas con él.
Es posible que esta historia te sea familiar... Para algunas personas tomar decisiones y asumir retos, se convierte en una tarea titánica, y va desde tomar la decisión más pequeña, como elegir entre un par de zapatos y otro, hasta aceptar una oportunidad de trabajo. La causa puede estar en unos padres sobreprotectores que durante la infancia le infundieron al niño el miedo a tomar decisiones con iniciativa propia. También puede ser causada por una baja autoestima originada en la ausencia de frases de reconocimiento a todo lo que hicimos bien cuando pequeños y que más tarde la refuerza una pareja o un jefe que constantemente nos recuerda cada cosa que hacemos mal o que nos dice que no servimos para nada. Pero también es posible que en algunos momentos nos sintamos inseguros e indecisos por las circunstancias de la vida, como no encontrar trabajo en un largo tiempo, la pérdida de un ser querido. Estas son algunas de las situaciones que nos hacen pensar que no tenemos el control de nuestra vida y que nos llevan a dudar.
Una persona insegura se limita a dejar que los demás tomen decisiones y elijan por él. Se atormenta pensando: ¿Y si hubiese aceptado el trabajo? ¿Y si le hubiera dicho que sí? No confía en los demás, pero siempre consulta sus decisiones con otros. Además es muy susceptible y les afectan las críticas y los comentarios de los demás, casi siempre evita aceptar su responsabilidad y culpa a otros todo el tiempo.
¡Vamos! Supera tus temores. No te exijas demasiado. Pierde el miedo a actuar, a que te rechacen o te critiquen. Piensa que nadie le cae bien a todo el mundo, que habrá personas que te acepten y te reconozcan y otras que no, como tú lo haces con los demás. Lo más importante es lo que piensas de ti mismo.
Cómo superar la inseguridad...
Refuerza tu autoestima. Haz una lista de tus cualidades y escríbelas en forma afirmativa como: "Soy una persona capaz", "soy una persona agradable". Si te cuesta trabajo encontrar tus cualidades, puedes apoyarte en una persona que te quiera incondicionalmente para que te ayude a completar tu lista. Léela cada vez que te sientas con el ánimo bajito.
Controla las emociones negativas. Cada vez que te sientas inseguro y tu mente se llene de pensamientos negativos dite a ti mismo: "No voy a pensar en eso ahora, más bien pensaré mañana", y así vas postergando los pensamientos de inseguridad. Es una buena forma de afrontar tus retos cuando ya tomaste una decisión.
Comienza con pequeñas decisiones. La próxima vez que salgas con tus amigos, anímate a ser tú quien elija la película que van a ver, escoge la camisa que te vas a poner y no sigas revisando tu decisión una vez que la hayas tomado. Poco a poco ganarás seguridad en ti mismo. Si no sucede lo que esperas, aprende de la experiencia, acepta el resultado y toma una nueva decisión. Tú puedes hacerlo.
Ten un plan de acción. Si antes de tomar una acción, planificas una estrategia para que sepas lo que debes hacer a cada momento, te sentirás más seguro. Piensa en los pasos que debes dar para elaborar un plan.
Revisa los pro y los contra. Antes de tomar una decisión siempre revisa los puntos positivos y negativos de cada opción, recuerda que es importante proyectar las consecuencias o los efectos de nuestras decisiones. Toma aquella que tenga más puntos positivos a su favor.
Elimina los "y si..." Haz un ejercicio simple, revisa cuántas veces al día repites la frase "y si...". Si lo haces más de dos veces, esta es una señal de que experimentas falta de confianza en ti mismo y en tus elecciones. Si la repites pensando en una situación del pasado, dite a ti mismo que ya pasó y que no hay nada que puedas hacer al respecto. Cuando te ocurra pensando en el futuro o reafirmando una indecisión, respira profundo, analiza la situación, toma una decisión y ya no le sigas dando vueltas para ver si hay otra opción.
La vida es una escuela, donde cada día con sus situaciones, representa la oportunidad de aprender y crecer esencialmente.
¡Eres especial, confía en ti!
J : D
Es posible que esta historia te sea familiar... Para algunas personas tomar decisiones y asumir retos, se convierte en una tarea titánica, y va desde tomar la decisión más pequeña, como elegir entre un par de zapatos y otro, hasta aceptar una oportunidad de trabajo. La causa puede estar en unos padres sobreprotectores que durante la infancia le infundieron al niño el miedo a tomar decisiones con iniciativa propia. También puede ser causada por una baja autoestima originada en la ausencia de frases de reconocimiento a todo lo que hicimos bien cuando pequeños y que más tarde la refuerza una pareja o un jefe que constantemente nos recuerda cada cosa que hacemos mal o que nos dice que no servimos para nada. Pero también es posible que en algunos momentos nos sintamos inseguros e indecisos por las circunstancias de la vida, como no encontrar trabajo en un largo tiempo, la pérdida de un ser querido. Estas son algunas de las situaciones que nos hacen pensar que no tenemos el control de nuestra vida y que nos llevan a dudar.
Una persona insegura se limita a dejar que los demás tomen decisiones y elijan por él. Se atormenta pensando: ¿Y si hubiese aceptado el trabajo? ¿Y si le hubiera dicho que sí? No confía en los demás, pero siempre consulta sus decisiones con otros. Además es muy susceptible y les afectan las críticas y los comentarios de los demás, casi siempre evita aceptar su responsabilidad y culpa a otros todo el tiempo.
¡Vamos! Supera tus temores. No te exijas demasiado. Pierde el miedo a actuar, a que te rechacen o te critiquen. Piensa que nadie le cae bien a todo el mundo, que habrá personas que te acepten y te reconozcan y otras que no, como tú lo haces con los demás. Lo más importante es lo que piensas de ti mismo.
Cómo superar la inseguridad...
Refuerza tu autoestima. Haz una lista de tus cualidades y escríbelas en forma afirmativa como: "Soy una persona capaz", "soy una persona agradable". Si te cuesta trabajo encontrar tus cualidades, puedes apoyarte en una persona que te quiera incondicionalmente para que te ayude a completar tu lista. Léela cada vez que te sientas con el ánimo bajito.
Controla las emociones negativas. Cada vez que te sientas inseguro y tu mente se llene de pensamientos negativos dite a ti mismo: "No voy a pensar en eso ahora, más bien pensaré mañana", y así vas postergando los pensamientos de inseguridad. Es una buena forma de afrontar tus retos cuando ya tomaste una decisión.
Comienza con pequeñas decisiones. La próxima vez que salgas con tus amigos, anímate a ser tú quien elija la película que van a ver, escoge la camisa que te vas a poner y no sigas revisando tu decisión una vez que la hayas tomado. Poco a poco ganarás seguridad en ti mismo. Si no sucede lo que esperas, aprende de la experiencia, acepta el resultado y toma una nueva decisión. Tú puedes hacerlo.
Ten un plan de acción. Si antes de tomar una acción, planificas una estrategia para que sepas lo que debes hacer a cada momento, te sentirás más seguro. Piensa en los pasos que debes dar para elaborar un plan.
Revisa los pro y los contra. Antes de tomar una decisión siempre revisa los puntos positivos y negativos de cada opción, recuerda que es importante proyectar las consecuencias o los efectos de nuestras decisiones. Toma aquella que tenga más puntos positivos a su favor.
Elimina los "y si..." Haz un ejercicio simple, revisa cuántas veces al día repites la frase "y si...". Si lo haces más de dos veces, esta es una señal de que experimentas falta de confianza en ti mismo y en tus elecciones. Si la repites pensando en una situación del pasado, dite a ti mismo que ya pasó y que no hay nada que puedas hacer al respecto. Cuando te ocurra pensando en el futuro o reafirmando una indecisión, respira profundo, analiza la situación, toma una decisión y ya no le sigas dando vueltas para ver si hay otra opción.
La vida es una escuela, donde cada día con sus situaciones, representa la oportunidad de aprender y crecer esencialmente.
¡Eres especial, confía en ti!
J : D
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