Todos nos equivocamos y podemos herir fácilmente a otra persona sin querer, lo importante es que aprendamos a asumir y a reparar los errores, así podremos superar la culpa con mas facilidad, y esta se tornara en confianza.
Este es un sentimiento que nos agobia y perturba ensombreciendo y marchitando cualquier momento de satisfacción que tengamos en nuestra vida
Este es un sentimiento que nos agobia y perturba ensombreciendo y marchitando cualquier momento de satisfacción que tengamos en nuestra vida
La culpa es un sentimiento negativo, que se infiltra poco a poco en nuestra vida, y sin darnos cuenta, esta influye en la manera en la que vemos el mundo. El sentimiento de culpa nos conecta siempre con el miedo a ser rechazados, castigados, abandonados, juzgados o criticados... Por eso la culpa concentra tanto poder y los demás nos manipulan tan fácilmente con ella.
La culpa hace que nos sintamos emocionalmente vulnerables e indefensos, como cuando éramos pequeños, nos llamaban la atención y nos regañaban... y nos sentíamos inseguros y rechazados por nuestro comportamiento. El terreno más fértil para que crezca el sentimiento de culpa es un hogar crítico, autoritario y donde haya poco contacto afectivo, en el que la persona se sienta constantemente vigilada, criticada, denigrada y juzgada, donde se le exija todo el tiempo actuar de acuerdo a las expectativas de los demás, en especial a la de sus seres queridos.
La culpa hace que nos sintamos emocionalmente vulnerables e indefensos, como cuando éramos pequeños, nos llamaban la atención y nos regañaban... y nos sentíamos inseguros y rechazados por nuestro comportamiento. El terreno más fértil para que crezca el sentimiento de culpa es un hogar crítico, autoritario y donde haya poco contacto afectivo, en el que la persona se sienta constantemente vigilada, criticada, denigrada y juzgada, donde se le exija todo el tiempo actuar de acuerdo a las expectativas de los demás, en especial a la de sus seres queridos.
Muchas veces la necesidad de sentirnos queridos hace que queramos complacer a los demás casi todo el tiempo y si no lo logramos, nos sentimos culpables por ello. Una baja estima hará que nos sintamos poco merecedores del cariño y la compañía de algunas personas, por lo tanto seremos en algún momento un blanco fácil de la manipulación por parte de estas.
Sin embargo, a menudo la culpa actúa de manera más sutil, amarrando a las personas en una especie de dependencia mutua. Los reclamos, los cambios de humor inesperado, comentarios al aire son utilizados como instrumento de poder para conseguir que el otro obedezca o haga lo que uno desea.
Claves para liberarnos de la culpa
Reconocer que nos sentimos culpables. El primer paso consiste en analizar con mucha sinceridad, cuáles son nuestros sentimientos de culpa y en qué situaciones aparecen. Es importante que podamos reconocerlos para poder sanarlos.
No te dejes manipular por otros. No permitas que alguien querido te manipule haciéndote sentir culpable, enfréntalo y conversa con el de la situación. Si sientes que eres inocente, exprésalo.
Perdónate. Todos cometemos errores, pero tenemos la oportunidad y el derecho de corregirlos, lo importante es no volver a repetirlos.
No te dejes manipular por otros. No permitas que alguien querido te manipule haciéndote sentir culpable, enfréntalo y conversa con el de la situación. Si sientes que eres inocente, exprésalo.
Perdónate. Todos cometemos errores, pero tenemos la oportunidad y el derecho de corregirlos, lo importante es no volver a repetirlos.
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