domingo, 13 de septiembre de 2009

EL VALOR DE LO ESENCIAL

A veces me sorprende la incapacidad que tenemos de reconocer y valorar todos y cada uno de los pequeños elementos positivos, agradables, buenos e importantes que componen nuestra vida. Parece que estamos programados para ignorar las manifestaciones de la Divinidad, los pequeños milagros que también nos suceden y que suavizan nuestra experiencia diaria. Peor aún, estamos acostumbrados a fijar nuestra atención en las circunstancias o en las cosas negativas que suceden a nuestro alrededor. Hemos aprendido desde pequeños a buscar y a resaltar los problemas, las carencias, los errores, los fracasos, sin darnos cuenta de que al vivir de esta manera, lo hacemos sintiéndonos desanimados, frustrados, pesimistas y desesperanzados con respecto al futuro.

Para la mayoría de las personas no tienen nada de extraordinario actividades tan sencillas como levantarnos un día más, estar sanos, sentirnos bien, sacar agua de la llave, tener a alguien con quien compartir, contar con el apoyo de un desconocido o, simplemente, sonreír. Pero cuando estamos conscientes de estos milagros cotidianos, se activa la magia y nuestro corazón se llena de asombro, nos despertamos y revivimos la capacidad de disfrutar y de maravillarse que tienen los niños.

En los próximos días, dedícate a observar cada situación o evento que tengas que vivir, busca el elemento positivo, resáltalo, valóralo y minimiza lo negativo. Esto implica dejar de quejarte, evitar juzgar a otros y no hablar de una forma pesimista, negativa o irresponsable acerca de la situación. Hacerlo, te ayudará a cambiar y a mejorar tu actitud frente a la vida.

En el reconocimiento de los pequeños regalos esenciales está la posibilidad de darnos cuenta de que tenemos una vida buena y de que podemos sentirnos agradecidos con la Divinidad, con la vida y sus leyes inexorables y, también, con las personas que, de una u otra forma, contribuyeron para que las cosas nos salieran de una mejor manera. Necesitamos desarrollar la capacidad de darnos cuenta para poder disfrutarlo.

Todo es cuestión de estar abiertos y atentos, para observar con detenimiento todo lo que sucede a nuestro alrededor y envuelve nuestra vida cotidiana; al hacerlo, descubriremos un milagro a cada paso que demos, y cómo la vida nos apoya para que todo marche bien. Al dejarnos envolver y arrastrar por el estrés y la velocidad con la que se desarrolla nuestra rutina diaria perdemos la capacidad de detenernos para observar y valorar todo lo bueno que también sucede en nuestra vida, lo que convierte en ordinario todo lo extraordinario que nos pasa. Empecemos por el milagro de levantarnos cada mañana, ¿cuántas cosas tienen que funcionar bien para que esto pueda suceder? Cuando después de salir de casa, por alguna razón te devuelves y te das cuenta de que dejaste la cocina encendida, cuando encuentras unos billetes olvidados en una vieja chaqueta que te resuelven la necesidad de ese momento, o cuando esa supuesta enfermedad grave, con la que debían hospitalizarte, al final no fue más que una indigestión… todos son pequeños y maravillosos milagros que te reconfortan y suavizan la vida.

Es una bendición vivir un día nuevo en el que, aparentemente, no sucede nada especial, pero que transcurre lleno de pequeños y maravillosos eventos. ¡Aprendamos a reconocerlos, a valorarlos y a agradecerlos!
__________________________________________________________

CLAVES para disfrutar de las cosas esenciales de la vida

"Evita darle vueltas en tu cabeza a aquellas situaciones que te preocupan. Practica dejar de pensar en ello por unos minutos concentrando tu atención en cada cosa que haces. Trae tu mente al momento presente"

SIEMPRE MANTÉN UNA VISIÓN OPTIMISTA DE LA VIDA
Minimiza lo negativo y dedícate a resaltar todo lo positivo que también está presente, para suavizar la situación. No seas profeta de lo negativo.


DETÉN LA PELÍCULA Y DISFRÚTALA
Tómate unos minutos para observar, profundizar y reconocer tus sentimientos. ¿Has notado cuánto han crecido tus hijos o han florecido las plantas del jardín?


BÁJALE LA VELOCIDAD A TUS DÍAS
Generalmente vas con tanta prisa que te pierdes la posibilidad de disfrutar de todas las cosas buenas y especiales que ocurren en tu vida. Detente y siéntelas, para darle más calidad a tus días.


SÉ AGRADECIDO
Da siempre las gracias a todas las personas que te permitieron vivir la experiencia de una mejor manera. Agradece al Señor Dios por todas las bendiciones y los regalos esenciales.


DISFRUTA DEL CONTACTO CON OTRAS PERSONAS
Cuando comenzamos a reconocer los puntos afines disfrutamos más del regalo de compartir con otros un buen momento. Evita juzgar y criticar a los demás, y resalta todas sus características positivas. Sé agradecido.

TRANQUILIZA TU MENTE
Evita darle vueltas en tu cabeza a situaciones que te preocupan. Practica dejar de pensar por unos minutos concentrando tu atención en cada cosa que haces. Trae tu mente al momento presente.


VIVE EN PRESENTE
Si logras quitar tu atención del pasado y del futuro, para atender sólo a lo que sucede en el presente, seguramente te será más natural reconocer los pequeños milagros que ocurren en tu vida.


DETENTE Y OBSERVA A TU ALREDEDOR
Muchas veces es la prisa lo que no nos permite disfrutar de las pequeñas cosas que suceden para suavizar nuestra existencia. Baja la velocidad de tu actividad y observa a tu alrededor con la mirada de un niño.

f

AGRADECE Y COMPARTE
Cada día llueven sobre ti innumerables bendiciones. Cuando nos damos a la tarea de compartir con otros las cosas buenas y especiales que nos ocurren, potenciamos la energía del entusiasmo, el optimismo, la confianza y la esperanza.


CONÉCTATE CON LA NATURALEZA
Desarrolla la capacidad de observar y disfrutar del paisaje que rodea tu actividad cotidiana.

No hay comentarios:

Búsqueda personalizada