Si consideras que perteneces a una gran minoría por ser una persona equilibrada, exitosa y bien adaptada que celebra y comparte el logro de otras personas; porque eres solidario, tratas de ser justo, de mantenerte alegre y dispuesto a ayudar, no te preocupes, hoy te daré algunos consejos para que puedas ser igual que el resto y no te sientas como cucaracha en un baile de gallinas.
Piensa mal y acertarás. La verdadera fuerza reside en el pensamiento negativo. Piensa mal de todos, inclusive de ti mismo. No le concedas importancia a los demás. Si alguien hace algo bueno, piensa que para eso están pagándole; si te hacen un favor no lo aceptes, porque más tarde van a sacártelo en cara o van a cobrártelo doble. Nunca felicites a nadie, evita hacer comentarios alentadores a tus colaboradores, pareja o hijos, lo más seguro es que si lo haces, te pierdan el respeto.
Reacciona de inmediato. No des tregua, cero tolerancia. Critica, juzga y discute por todo. Si alguien te trata mal, reacciona con más fuerza, así serán dos gritándose, esta es la manera más fácil de pasar a la agresión física. Y no te preocupes, te sentirás mal, pero también el otro, de modo que lo que es igual no es trampa. Te convertirás en una persona amargada y aislada, sin sentido del humor, no tendrás amigos que te fastidien y, mucho menos, gente que confíe en ti en caso de necesidad.
Piensa mal y acertarás. La verdadera fuerza reside en el pensamiento negativo. Piensa mal de todos, inclusive de ti mismo. No le concedas importancia a los demás. Si alguien hace algo bueno, piensa que para eso están pagándole; si te hacen un favor no lo aceptes, porque más tarde van a sacártelo en cara o van a cobrártelo doble. Nunca felicites a nadie, evita hacer comentarios alentadores a tus colaboradores, pareja o hijos, lo más seguro es que si lo haces, te pierdan el respeto.
Reacciona de inmediato. No des tregua, cero tolerancia. Critica, juzga y discute por todo. Si alguien te trata mal, reacciona con más fuerza, así serán dos gritándose, esta es la manera más fácil de pasar a la agresión física. Y no te preocupes, te sentirás mal, pero también el otro, de modo que lo que es igual no es trampa. Te convertirás en una persona amargada y aislada, sin sentido del humor, no tendrás amigos que te fastidien y, mucho menos, gente que confíe en ti en caso de necesidad.
Deja que los problemas se resuelvan solos. Lo mejor es no ocuparse de los problemas, que ellos van resolviéndose solitos. Lo que sí es conveniente es preocuparse. Siéntate a pensar en todo lo malo que puede suceder, así, sentirás pánico y una ansiedad que no te dejarán mover.
Siente lástima de ti mismo. Nada como pensar que nadie te quiere, que la gente se aprovecha de ti, que nunca has tenido oportunidades, que la vida es dura, que tú eres el único que trabaja y que los demás son unos inútiles con suerte.
El destino existe. Todo está escrito y en manos de la suerte. Siéntate en tu casa a ver televisión y espera que ya se presentará tu gran oportunidad. El trabajo es un castigo y si alguien lo puede hacer por ti, por qué amargarse.
Busca la aprobación de los demás. Olvídate de tus sueños, haz lo que otros te dicen. Sigue la moda, gasta lo que no tienes y endéudate. Tus amigos te aprobarán y admirarán. El único problema es que eso sucederá mientras dure la fiesta, después, seguramente, te dejarán solo.
Estos seis principios para empeorar nuestra vida muestran con claridad el control que tenemos sobre ella. Puede que no obtengas todo lo que quieres, pero puedes aprender a disfrutar, con una actitud más positiva, de lo que tienes y lo que haces. La felicidad y el éxito dependen de ti, deja de esperar, transforma tu actitud y toma el control de tu vida.
Busca la aprobación de los demás. Olvídate de tus sueños, haz lo que otros te dicen. Sigue la moda, gasta lo que no tienes y endéudate. Tus amigos te aprobarán y admirarán. El único problema es que eso sucederá mientras dure la fiesta, después, seguramente, te dejarán solo.
Estos seis principios para empeorar nuestra vida muestran con claridad el control que tenemos sobre ella. Puede que no obtengas todo lo que quieres, pero puedes aprender a disfrutar, con una actitud más positiva, de lo que tienes y lo que haces. La felicidad y el éxito dependen de ti, deja de esperar, transforma tu actitud y toma el control de tu vida.
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