jueves, 30 de julio de 2009

EL PODER DEL CAMBIO




"Todos sabemos que los cambios son inevitables, pero aun así, tratamos de evitarlos o de postergarlos"

Los cambios son parte de la existencia y constantemente estamos sometidos a ellos, sólo que, usualmente, suceden tan paulatinamente que casi no los notamos. La vida está en un continuo proceso de cambio y renovación, por ende, nosotros también, y aun a pesar de saberlo, nos resistimos a ellos, aunque sean para nuestro bien. Los cambios nos atemorizan, porque implican soltar y dejar atrás, para vivir nuevas experiencias y enfrentar lo desconocido.

Existen dos tipos de cambios, los que suceden sin que nos demos cuenta de ellos, porque se manifiestan lentamente y como consecuencia natural de la vida y de nuestro proceso de crecimiento y madurez. Son los que ocurren día a día, sin que podamos percibirlos, como el desgaste de las cosas, el crecimiento de los niños, el envejecimiento… Pero hay otros que se presentan de manera inesperada, que nos sorprenden con su dureza y sus exigencias, y que nos llevan a vivir una experiencia totalmente nueva y desconocida que nos hace sentir temor, inseguridad o dolor.
Todos sabemos que los cambios son inevitables, pero aun así, tratamos de evitarlos o de postergarlos, pensando que de esa manera estaremos más seguros y felices. Inclusive, a veces vivimos la ambivalencia de desear un cambio con la cabeza, pero con las emociones hacemos todo lo posible para evitarlo, convirtiéndonos así, a causa de nuestro temor y actuación, en el obstáculo que detiene y sabotea la posibilidad de tener esa nueva experiencia.

Es natural que al reconocer los cambios que han ocurrido en nuestra vida, sintamos un poco de nostalgia por algunos de ellos, porque, definitivamente, ya forman parte del pasado y no los volveremos a vivir de la misma manera. Pero esto significa que tendremos la posibilidad de vivir nuevas experiencias, de superar nuevos retos, de aprender cosas nuevas que nos harán crecer, madurar y sentirnos bien, satisfechos por el permiso que nos dimos para vivir las oportunidades de cambio.

Debemos estar dispuestos a perder un poco, para ganar algo nuevo, entendiendo que tenemos la oportunidad de ser personas diferentes y mejores cada día, y que, además, tenemos el regalo de poder elegir como queremos vivir el resto de nuestra vida.

Para afrontar los cambios
Gana confianza en ti mismo. Recuerda que tú puedes afrontar cualquier situación nueva con confianza y seguridad. Apóyate en tus logros y haz uso de las herramientas que se encuentran dentro de ti para asumir los cambios con más suavidad.

Mantén una actitud positiva. En lugar de quejarte y sufrir el proceso de cambio, busca todos los elementos positivos que tiene la situación que enfrentas, para que puedas reconocer posibilidades y oportunidades en ella, ese es el reto.

No te arrepientas en mitad del camino. Una vez que tomes la decisión de asumir un cambio, no te detengas, confía en ti y sigue adelante. Ten siempre un plan B, por si las cosas no salieran como lo esperas.

La vida conspira para ayudarte. ¡Nunca estás solo! La Divinidad siempre te acompaña, para hacerte llegar la guía y los recursos que necesitas para afrontar cada experiencia nueva en tu vida.



10 CLAVES para cambiar con confianza

"Hay personas que sufren recordando lo que tenían, lo que dejaron o lo que les quitaron, y llenas de nostalgia y tristeza se enfrentan a una situación nueva"


ENFRENTA
EL CAMBIO
SIN TEMOR

Recuerda que los cambios son parte de la vida y prepárate para vivirlos con seguridad y serenidad. Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esta nueva experiencia? Y reafirma la confianza en ti mismo y en tu capacidad de afrontarla y manejarla.

SIÉNTETE DISPUESTO A RENUNCIAR
No es posible afrontar un cambio apegado a lo que seguramente tendrás que soltar. Es importante que te prepares para renunciar si fuese necesario, de manera que puedas estar más ligero de equipaje al momento de asumir el cambio. Eres capaz de soltar, pasar la página y de volver a comenzar.

DEFINE EL MOTIVO DEL CAMBIO
Son muchas las razones que pueden llevarte a desear o a buscar el cambio. Cuando sientas que algo debe cambiar en tu vida, pregúntate cual es la razón y de qué manera te vas a beneficiar haciéndolo; así tendrás la motivación necesaria para fortalecer el valor, la confianza y la voluntad que te harán falta para dar los pasos necesarios para producirlo.


NO MIRES ATRÁS

Esta actitud dificulta apreciar y reconocer todo lo
bueno y positivo que te espera.



EVITA LAS COMPARACIONES
Comparar la nueva situación con lo que viviste en el pasado, hará que no te sientas capaz de asumirla completamente. Cada situación es nueva y diferente, debemos aprender a tomarla de esa manera sin dejar espacio para comparaciones. Encuentra los recursos que tienes, y piensa en quien puede aportarte algo positivo para esta nueva experiencia.

RESALTA LO POSITIVO
En lugar de fijarte en lo que no tienes, en lo que necesitas, o en todo lo que es diferente y desconocido, descubre y resalta todo lo positivo que tengas o encuentres en esta nueva experiencia. De esta manera te será más fácil adaptarte y manejar la situación. Abre los ojos de adentro y mira más allá de lo conocido para reconocer todo lo positivo que también traerá a tu vida el cambio.

NO QUIERAS TENERLO TODO
Seguramente te gustaría conservar lo que tienes y aun así, ganar nuevas y mejores experiencias, pero lo cierto es que para ganar algo nuevo, tenemos que ser capaces de desprendernos de algo viejo. Si queremos tenerlo todo, seguramente nos estancaremos.

SIÉNTETE CAPAZ DE ADAPTARTE
La rigidez y la inflexibilidad hacen que nos quebremos y que suframos más de lo debido cuando se presentan los cambios inesperados. En la medida en que desarrollamos la capacidad de adaptarnos a lo nuevo, maduramos, crecemos y nos convertimos en un mejor ser humano. Fluye con las trasformaciones que tiene la vida y renuévate con cada experiencia.

BUSCA TU TRANSFORMACIÓN
Cuando eres capaz de reconocer que tienes creencias, actitudes y hábitos negativos, estás listo para cambiarlos. Asume el compromiso de sacar de tu vida todo lo que te haga daño y busca incorporar las cosas que te hacen sentir bien.

DISFRUTA TODO LO NUEVO
Con cada cambio surge algo nuevo en nuestra vida, vale la pena que aprendamos a celebrarlo y a disfrutarlo. Deja de sufrir y de lamentarte por lo que dejaste atrás y ábrete a disfrutar de todo lo bueno y lo nuevo que estás por experimentar.

jueves, 23 de julio de 2009

El arte de vivir







Siempre corriendo, siempre buscando atajos para llegar más rápido...Tal vez estés enfermo de la prisa y no te hayas dado cuenta"

Hace unos días, encontré una frase que me hizo sonreír: "Si queremos vivir más profundamente… tenemos que vivir más lento". Me impacto, y pensé en su profundo significado, me pareció tan especial, que la copie en mi libreta y la compartí con todo el que se acerco a mí, ese día.

Estoy segura de que algunos no entendieron el significado liberador que tiene y que fueron pocos los que verdaderamente se dejaron iluminar con ella; y ¿sabes por qué? Porque simplemente nos recuerda que la velocidad y la prisa que envuelven nuestros días, hace que corramos de un lado a otro, sin que prestemos verdadera atención a lo que hacemos, y a todo lo que ocurre a nuestro alrededor, perdiéndonos el valor, el significado y la importancia que tienen para nosotros. Así que ese día, yo, me propuse bajar mi velocidad y comenzar a observar atentamente a las personas con las que hablaba para escucharlas y verlas con los ojos del alma.

Cuántas veces hemos leído o escuchado alguna frase que nos recuerde la importancia de vivir atentos a lo que sucede en el presente… y es que conocemos muy bien la teoría, pero la práctica se nos hace un tanto difícil. Siempre estamos distraídos, generalmente vamos camino a la oficina, o de regreso a casa, pensando en todo lo que tenemos que hacer, tratando de aprovechar el tiempo, como si de esta manera pudiéramos ser, mas eficientes. Pero, lo cierto es que mientras realizamos esta especie de ritual mental, nos perdemos el paisaje y el entorno que acompaña nuestro recorrido, la conversación o la expresión de la cara de nuestros hijos o de la pareja que nos acompaña y que insiste en comunicarse con nosotros; el amigo que entusiasta nos saluda y que no vemos, el atardecer…

Y lo mismo nos sucede el resto del día, o de la vida… Vivimos ensimismados en nuestros problemas, pendientes y preocupaciones, como si esto nos permitiera resolverlos con más facilidad y eficiencia para disponernos entonces al fin, a vivir como queremos.

¿A dónde vas con tanta prisa? Hoy seguramente te levantaste una vez más, tarde, acelerado sin tiempo para disfrutar de la luz de un día claro y despejado, sin tiempo para tomarte un buen desayuno o para conversar unos minutos con tu pareja. Siempre corriendo, siempre buscando atajos para llegar más rápido… Tal vez estés enfermo de la prisa y no te hayas dado cuenta.

HAZ UN ALTO EN EL CAMINO Y EMPIEZA POR:
Soltar el acelerador: Deja de correr… Detente y mira a los lados, describe mentalmente el lugar donde te encuentras, observa el paisaje con calma, y colócale calificativos como frondoso, bello, majestuoso, verde intenso, azul profundo, infinito, relajante; si estás acompañado observa su rostro, su expresión, escucha lo que te dice, sin pensar, sin objetar, sin prejuicios, abre tu mente; y si estás solo, reconoce tus pensamientos, sonríe, respira suavemente, tranquilízate y disfruta el momento.

Ser paciente. No por más madrugar amanece más temprano, todo tiene su tiempo y su espacio. Muchas personas fracasan a causa de su incapacidad para esperar. Recuerda que las grandes cosas se logran dando un paso a la vez y siendo perseverantes.

Aprende a vivir con más calma. Esto no significa quedarse quieto, implica tomarte el tiempo necesario para decidir y actuar siempre de la mejor manera. Cuando sientas que la prisa te toma, di mentalmente: ¡Ve más despacio y vive mucho más!
1 BAJARLE LA VELOCIDAD A TUS DíAS
Proponte hacer las cosas con más calma y atención. Reduce tu lista de pendientes, y ajústala de acuerdo a la prioridad que tiene cada uno, a tu capacidad para cumplir con ellos y al tiempo real. Vive cada día como si fuese el último, el más importante y el más especial, tomando y resaltando lo mejor de cada momento.

2 REALIZAR PEQUEñOS ACTOS DE BONDAD
Son muchas las pequeñas cosas que podemos hacer para suavizar la vida de alguien, dejarnos llevar por el impulso que sentimos al solidarizarnos con otra persona, puede llevarnos a hacer la diferencia. Por ejemplo: En lugar de ignorar a la persona que está pidiendo a la salida de un sitio de comida, cómprale algo. Cede tu lugar en la fila a una persona que tenga más prisa o necesidad que tu. Visita a esa persona que sabes que está sola o enferma.

3 CAMBIAR UN HÁBITO NEGATIVO
Muchas veces, nos es más fácil decirle a otro que tiene un hábito negativo que debe superar, que reconocer que nosotros también tenemos que cambiar alguno. Toma la decisión de hacerlo y busca los recursos y el apoyo que necesitas para lograrlo. Asume el compromiso de sacar de tu vida personal, todo lo que te haga daño y quiérete lo suficiente, como para tener el valor, la voluntad y la determinación de transformar tu vida.

4 CONECTARTE CON LA PRESENCIA DE DIOS
Guarda siempre un momento para la reflexión, la oración o la meditación. Recuerda que la presencia de lo sagrado en tu vida, es el lugar a salvo donde puedes refugiarte cada vez que lo necesitas. Evita conectarte con su presencia sólo en los momentos de necesidad o de dificultad, hazlo también para reconocer o agradecer algún momento especial o un regalo esencial.

5 PLANIFICAR UNA TARDE FAMILIAR
Organiza con mucha creatividad una tarde llena de actividades divertidas y relajantes para compartir en familia. Recuerda consultar con tus personas queridas para saber cuáles actividades disfrutan más, e invítalos a participar en la organización. No necesitas gastar mucho dinero, sólo tener entusiasmo y motivación para contagiar a los otros.

6 SEMBRAR UN ARBOL
Sabías que un árbol puede absorber una tonelada de dióxido de carbono en toda su vida y que además produce oxígeno suficiente para una familia de cuatro personas durante doce meses. Invita a tus amigos y familiares a plantar un árbol con la asesoría necesaria. Es esencial que sigas las indicaciones de los expertos y siembres especies de árboles tomando en cuenta, las condiciones del suelo y el clima local.

Recuerda que la presencia de lo
sagrado en tu vida, es el lugar
a salvo donde puedes refugiarte
cada vez que los necesitas

SEAMOS HONESTOS




"Las mentiras que más caras
se pagan son las que nos
decimos a nosotros mismos"


Hoy en día ya no se hacen compromisos, acuerdos o negocios de palabra, porque nadie confía en nadie, debido a la gran prevención que tenemos ante la actuación deshonesta de las personas, que se aprovechan de la ingenuidad o necesidad de los que confiaron en ellas. Y no hay nada tan terrible como tener que mantenernos a la defensiva, atentos y vigilantes del comportamiento o la actitud de otra persona, tratando de descubrir o de averiguar cuáles serán sus verdaderas intenciones, para evitar que nos roben o que abusen de nosotros. Sería maravilloso si todos fuésemos honestos, conscientes y responsables de nuestra palabra, actuación y compromisos en todo momento, pues, seguramente así, retornarían la confianza, la entrega y la tranquilidad a nuestras relaciones con los demás.

Para rescatar un valor importante para la reconstrucción de espacios a salvo en nuestra sociedad: la honestidad

Comencemos por decir la verdad de lo que pensamos y sentimos. Sabiendo que podemos elegir las palabras adecuadas para expresarnos de la mejor manera, y sin tener que decir algo que no pensamos o, peor aún, que no vamos a cumplir.

Actuemos en coherencia con lo que creemos. Sin disfrazarnos de alguien que no somos para terminar diciendo o haciendo algo que después vamos a lamentar.

Mostrémonos tal cual somos, sin necesitar ocultar nuestras verdaderas intenciones, aun cuando hayamos aprendido a actuar así, especialmente en los negocios.

Evitemos escondernos detrás del comportamiento de la mayoría, aun a sabiendas de que no estamos de acuerdo con ellos. No asumamos compromisos que, de antemano, sabemos que no vamos a cumplir, sólo para que esa persona escuche lo que desea.

No hagamos cumplidos que no sentimos. Pero tampoco guardemos nuestros verdaderos sentimientos si estamos en desacuerdo con alguien o con algo, pues todo lo que guardamos u ocultamos nos envenena y trastorna nuestra manera de ser.

No tomemos ventaja de los más débiles o necesitados. Pensando en beneficiarnos de su fragilidad o de su ignorancia, pues el universo se encargara en algún momento de colocarnos en su lugar, para que aprendamos el sentido correcto de las cosas.

No engañemos a aquellos que creen o confían en nosotros. Sobre todo si somos líderes que guiamos sus elecciones o actuaciones, porque seríamos también responsables del destino final de su ceguera hacia nosotros. Ante todo y sobre todo, seamos honestos con nosotros y con los demás. Las mentiras que más caras se pagan son las que nos decimos a nosotros mismos, a costa de perder la dignidad, la felicidad, la salud y la vida.

Que la cara que le damos al mundo todos los días refleje lo que en verdad pensamos, sentimos y creemos. Ser uno en lugar de muchos, para vivir con autenticidad y no de acuerdo a las circunstancias, nos permitirá experimentar la libertad esencial y la serenidad.

Cuando existe honestidad en una persona, es porque hay coherencia entre sus pensamientos, palabras, sentimientos y actuación. Esta forma de actuar íntegra, consciente y responsable, nos asegura mantener buenas relaciones personales y recibir, por parte del universo, la recompensa que merecemos. Cuando tratamos de ocultar nuestras faltas, carencias y limitaciones, detrás de una actuación interesada, falsa y aventajada, tarde o temprano quedaremos expuestos en nuestra intención y actuación frente a los demás, y será la vida, una vez más, la que nos dé más de lo mismo como una consecuencia natural. Mostrar abiertamente nuestras intenciones y actuar con limpieza y desinterés en todo momento, dejándonos llevar por nuestros valores esenciales, aun a pesar de estar experimentando un momento de gran necesidad, nos ganará la posibilidad de superarlo para conseguir aquello que buscamos.

martes, 21 de julio de 2009

El 28 de julio se cumplen 80 años de su nacimiento y Jacqueline Kennedy,
-o Jackie O- sigue siendo un ícono de glamour que hasta en Venezuela dejó huellas a su paso.


De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad".

La gran dama en la tierra de Bolívar
No sólo Estados Unidos se rindió a los encantos de Jacqueline Kennedy. El 16 de diciembre de 1961, la entonces primera dama llegó a Caracas acompañando a su esposo, John Fitzgerald Kennedy, en una visita oficial en la que el mandatario norteamericano se reunió con el presidente venezolano, Rómulo Betancourt, para estrechar lazos políticos.

"Entusiasta recibimiento tributó al presidente Kennedy y su esposa el pueblo de Venezuela" tituló El Universal en su primera plana del 17 de diciembre, junto a una gráfica de ambos personajes al pie del avión. La imagen fue tomada por Luis Bisbal, coordinador de fotografía de la Fundación Andrés Mata y quien para entonces sólo tenía tres años trabajando en el periódico. "Ella me impresionó cuando se bajó del avión y cuando estuvo en el desfile militar con Betancourt y Kennedy. Llevaba un traje tipo taller y un gorrito blanco ostra. Se veía muy elegante y era muy sociable con los miembros de la comitiva que le fueron presentando. Era una mujer que se sonreía mucho". Bisbal recuerda el júbilo con el que la pareja fue recibida por la gente común. "Había un fuerte cordón militar en la avenida que conduce al aeropuerto, pero muchos se agolparon para verlos y alzaban las manos para saludarlos".

La alegría no fue gratuita, pues el presidente JFK y sobre todo Jackie Kennedy supieron cautivar a la opinión pública con un comportamiento cercano. Durante su visita al estado Aragua, la primera dama se dirigió a la gente en perfecto castellano: "Me alegro de haber podido acompañar a mi marido a Venezuela... Yo ya conocía de vuestra historia y vuestra cultura". Las palabras le valieron una ovación de los 10 mil asistentes, registró El Universal, sin contar con que horas más tarde, la señora Kennedy ordenó a su chofer detener el auto para "complacer a los fotógrafos que en la mañana no pudieron tomar ninguna gráfica… y con una sonrisa serena observar el movimiento de las cámaras".

Las páginas sociales también destacaron el estilo de Jacqueline, a su visita a un jardín de infancia en Los Chorros. "La señora Kennedy lucía una sencilla túnica blanca sin mangas, llevaba al cuello un collar de perlas de tres vueltas, pulsera de diamantes, guantes y bolso blancos y zapatillas champaña", mencionó la crónica periodística.

"A ninguna parte donde pueda viajar encontraré un recibimiento como en Venezuela", dijo JFK antes de partir. Ya el paso de él y su esposa era parte imborrable de la historia moderna de este país.


Jackie demostró sus conocimientos de español cuando vino en 1961

Imborrable "ESTILO JACKIE"
Estuvo bajo la mirada pública durante más de 30 años y aunque siempre se interesó por vestir diseños de alta costura europeos, el look de Jacqueline nunca fue excesivo ni ostentoso. "La vemos y pensamos: '¡qué simple!', pero todo su estilo era deliberado -dijo a la revista People Hubert de Givenchy, uno de los reconocidos modistos que trabajó con ella. Era muy consciente de su estilo, su cuerpo y su rostro". He aquí algunos de los momentos que hicieron de esta mujer un ícono de la moda y la cultura popular.

1 Desde el día de la toma de posesión de su esposo, a principios de 1961, Jackie dejó ver lo que sería su estilo, influenciado por los aires franceses que la habían fascinado desde niña, pues nació en un hogar de alta sociedad neoyorquino, se graduó de arte en la Universidad George Washington y estudió en la Universidad de La Sorbona en París. Este abrigo rosado combinado con un gorro de lana del mismo color resume el bagaje europeo que siempre la rodeó. Fue creado por el parisino Oleg Cassini, modisto que realizaría -de acuerdo a la revista People- más de 300 trajes durante su paso por la Casa Blanca.



2 Este vestido rojo de dos piezas creado por la firma Christian Dior fue imitado por millones de mujeres en todo el mundo y representó a la dama joven y chic de los 60. Con un aire conservador pero fresco, Jackie usó este traje durante la presentación en televisión de la restauración de la Casa Blanca, obra que se puso como meta desde su llegada a Washington.

3 Como primera dama, la señora Bouvier supo ajustar su elegancia a la ocasión y sus diseñadores interpretaron muy bien cada momento en el que fueron utilizados los
trajes. Para muestra, este severo y formal vestido negro creado por Oleg Cassini para la visita que hiciera al Papa Juan XXIII en 1962.

4 No sólo con mandatarios y diplomáticos compartió Jacqueline Kennedy como primera dama. Con la experiencia que le dio conocer Europa de cerca, supo codearse sin problema y con estilo propio con monarcas y miembros de la nobleza. Oleg Cassini confeccionó para ella este vestido largo y sin mangas de un tono rosa pálido que la hizo lucir como un miembro de la realeza en una cena con la Gran Duquesa de Luxemburgo, en 1963. Los guantes largos con los que completó su look significaron toda una nota de glamour en la época.

5 Ni siquiera la tragedia de la muerte de su esposo, ocurrida en noviembre de 1963, impidió que el glamour de la primera dama se dejara ver. Con este clásico vestido negro creado por la firma Givenchy y un velo que dejaba entrever su dolor, Jacqueline despidió a su marido ante los ojos del mundo entero, con un look y actitud que se convirtieron en el símbolo del luto elegante.

6 Cinco años después, el 20 de octubre de 1968, la "viuda de Estados Unidos" volvió a casarse con un magnate griego, Aristóteles Onassis, lo que representó la ruptura de la imagen presidencial que rodeó a Jackie durante casi una década. Sin embargo, su aura de glamour siguió en ascenso. Este vestido creado por el modisto italiano Valentino para su boda no sólo significó la inspiración para muchas mujeres de la época sino que hizo despegar la carrera del diseñador.

7 Durante su madurez, Jackie se dejó ver con lentes de sol de gran tamaño de la firma Nina Ricci que cubrían completamente sus ojos y que, de alguna manera, eran interpretados como su deseo de escapar de las miradas públicas que la seguían a todas partes. Los anteojos también se convirtieron en un símbolo de glamour y pasaron a llamarse los "lentes Jackie O". En marzo de este año, Nina Ricci relanzó el modelo de lentes que usó la señora Bouvier a un precio de 250 dólares (nada más y nada menos que 538 bolívares fuertes, al cambio oficial).


8 Según el libro What Would Jackie Do?, reseñado
por la revista
Savvy Women, las piezas favoritas de la señora Bouvier incluían chaquetas Channel, faldas en forma de A, telas de colores neutros o de tonalidades como el naranja y el rosa, además de pocas joyas. "Prefería el blanco y negro, combinando el blanco en la falda o el pantalón y el negro en un suéter o una blusa. De otra manera, decía que podrías verte como una 'camarera'", menciona la publicación. "Su estilo del 'menos es más' inspiró a legiones de diseñadores", señaló People en 2001.

9 El 19 de mayo de 1994 falleció en su apartamento en la 5ta Avenida de Nueva York, víctima de un cáncer linfático. Según reseña Biography Channel, solicitó expresamente
impedir el paso de camarógrafos o fotógrafos. "Quiero que respeten mi privacidad", dijo en un testamento a sus hijos, aunque al final su funeral fue televisado a todo Estados Unidos.


CH, LA AMIGA

"Ejerció una influencia global en el estilo. Millones de mujeres la imitaron". Así respondió en 2001 Carolina Herrera a la revista People sobre el aporte de Jacqueline Kennedy al mundo de la moda. Herrera se cuenta entre los amigos cercanos que tuvo Jacqueline Bouvier durante sus últimos años. Incluso,muchos atribuyen parte de su despegue en el fashion estadounidense al apoyo que recibió de Jackie. "El éxito llegó a Carolina Herrera cuando Jacqueline Kennedy Onassis le pidió ropa para lucir en los eventos especiales. Herrera siguió el estilo de Onassis durante los últimos 12 años de su vida, ganando muchos clientes que quisieron emular el estilo de Jackie O", reseña la publicación.
Omar Lares, cronista social, da fe de esta cercanía. "Ella tuvo dos grandes amigos en Venezuela: Reinaldo Herrera Uslar y Mimí de Herrera, pareja de la alta sociedad caraqueña y suegros de Carolina. A través de Mimí, Carolina conoció a Jacqueline". Para el cronista, la señora Bouvier es una de las mujeres más glamorosas de nuestro tiempo.

viernes, 17 de julio de 2009

DEMOS UN PASO HACIA LA PAZ




"Mientras seamos seres pacíficos
de pensamiento, pero agresivos
o violentos de acción, estaremos contribuyendo con la ausencia
de paz"

Sólo si logramos poner todos nuestros sentimientos y pensamientos en orden y en balance podremos experimentar paz interior, y ésta se proyectará sobre nuestro entorno inmediato a través de nuestros gestos, actitudes, comentarios, elecciones y actuación.

Cuántas veces observamos preocupados una situación de violencia o injusticia social que nos afectaporque toca la dignidad, la seguridad o la vida de otras personas, y reaccionamos expresando nuestro desacuerdo y malestar frente a esa situación. Pero, al regresar a nuestra realidad, gritamos a nuestros hijos, maltratamos a la pareja, le impedimos hacer un cruce a otro chofer en el tráfico, manipulamos, nos mantenemos distanciados de un amigo… y todo por considerar que nuestra urgencia, necesidad, razón o punto de vista está por encima de los demás.

Mientras seamos seres pacíficos de pensamiento, pero agresivos o violentos de acción, estaremos contribuyendo con la ausencia de paz en nuestra ciudad, en el país y el mundo, aun cuando nos sintamos justificados al hacerlo.

Es importante aprender a limpiar nuestro espacio interior de todos esos sentimientos, emociones y pensamientos negativos que tanto daño nos causan y que son, muchas veces, la razón de nuestra violenta reacción. Es cuestión de tomar una decisión con determinación, convicción y firmeza que nos lleve a trazar una línea gruesa que separe nuestro comportamiento pasado, del que comenzaremos a tener en el presente. Sanar las heridas emocionales que tenemos y que hemos mantenido abiertas, a través del recuerdo de lo que nos hicieron, de lo que perdimos o vivimos con dificultad, hará que podamos llenar esa especie de contenedor interno con nuevos y mejores sentimientos, emociones y pensamientos.

¡Vamos, serénate y controla tus reacciones! Comienza por reconciliarte con tus personas queridas, con tus compañeros de trabajo y hasta con la vida. Acepta lo que no puedes cambiar, tomando lo positivo de cada experiencia difícil y dejando atrás todo lo que te hace sentir mal. Pregúntate cómo te quieres sentir, cómo quisieras actuar. Y comienza a dar los pasos necesarios para lograrlo. Evita creer que los demás tienen una conspiración en tu contra, y piensa que tal vez no han notado tu presencia, y que actúan equivocadamente impulsados por el estrés, la necesidad o la ignorancia que envuelve sus vidas.

No podemos solucionar nuestros problemas pensando sólo en nosotros o con enfrentamientos, peleas, autoritarismo y violencia. Esto sólo nos traerá más de lo mismo, agravando las situaciones que deseamos resolver.

Es actuando con conciencia social, responsabilidad, tolerancia, amor incondicional y en coherencia con nuestro valores y creencias como podremos solucionarlos.
Paz no significa ausencia de problemas o de situaciones difíciles, implica que por encima de lo afectados que podamos estar por ellas, si nos conectamos a este sentimiento de balance y fortaleza interior, podremos afrontarlas y resolverlas, actuando de una manera diferente y contribuyendo, así, con la paz de nuestro entorno y del mundo.

Claves para serenar tu vida


Acepta lo que no puedes cambiar. Mantener una actitud de negación hará que tu malestar se profundice y se extienda por más tiempo. Acepta, deja de sufrir y disponte a hacer lo necesario para transformar o resolver la situación.



Mantén tu salud emocional. Es importante aprender a expresar todo lo que sientes y guardas. Saca de tu interior todas las ideas y las emociones negativas que te hacen daño. Perdona y pasa la página.



Vive el momento presente. No le permitas a la mente que te lleve a recordar el pasado difícil o a preocuparte por el futuro que todavía no existe. Comienza a vivir momento a momento, atento a todo lo que sucede.

jueves, 16 de julio de 2009

Que el Trabajo no te robe la Vida




"Aprende a delegar cuando sea necesario y prepárate a trabajaren equipo,así lograrás contribuir
con el éxito del proyecto o de las metas que se hayan planteado"

El trabajo se ha convertido para muchas personas en una especie
de fuente de frustración, estrés
y hasta de esclavitud, cuando demanda gran parte de las horas que tiene un día y se roba el
tiempo que debemos dedicar
a las otras áreas de nuestra vida.

La clave para obtener una vida plena y alcanzar el éxito personal consiste
en lograr un equilibrio entre el tiempo que dedicamos al trabajo y el que
dedicamos a la familia, al disfrute de la vida y a nuestro enriquecimiento personal.

La competencia, el consumismo y el miedo al futuro o a perder el empleo hacen
que sea difícil hacer los cambios necesarios para conseguir el balance ideal.

Piensa que, en muchos casos, eres tú quien le consagra todo el tiempo al trabajo, dejando en los últimos lugares tu salud y bienestar emocional. Puede ser que al principio dispongas de toda la energía y la motivación necesarias para invertirle
todo tu esfuerzo al trabajo, pero con el tiempo esta rutina y la insatisfacción comenzarán a llenarte de estrés y tensión, al sentirte incapaz de establecer los límites necesarios para mantener un equilibrio entre el trabajo y las demás actividades.

Por eso es conveniente aprender, primero, a separar el trabajo de la vida personal, pues sólo así podremos establecer ciertas reglas que nos lleven a tener una vida
más satisfactoria. Comienza por establecer las cinco cosas más importantes que tienes que hacer en el día, y no comiences con la siguiente mientras no hayas terminado con la que te ocupa. Tratar de hacer varias cosas a la vez puede resultar agotador e ineficiente, por ejemplo, llevarse el trabajo a casa diariamente, inclusive durante el fin de semana.

Vale la pena aprender a ser más eficientes en el trabajo, podemos implementar algunos cambios en nuestra actitud y comportamiento para lograrlo. Ten presente que aquellas personas que hacen el mínimo esfuerzo, actuando con mediocridad, nunca alcanzan sus metas ni logran ascender en la empresa. Procura terminar el trabajo que tienes pendiente en la oficina, para que al final de la jornada puedas ir a casa y disfrutar de un merecido descanso sin preocupaciones. Deja la apatía, anímate a expresar siempre tu opinión y a ser más participativo en las reuniones de trabajo; al hacerlo lograrás que te tomen en cuenta, que puedas aportar a la solución o al desarrollo de algún proyecto y que puedan mejorar las condiciones laborales. Construye una imagen positiva de ti mismo y refuerza tu confianza en la capacidad, el conocimiento y la experiencia que tienes para realizar tu trabajo. Mantén siempre una actitud positiva; los que se pasan la vida quejándose o lamentándose del trabajo que realizan son los que fracasan o se estancan en sus posibilidades. Una actitud entusiasta, optimista y positiva te ayudará a ser más efectivo y capaz de hacer tu trabajo con facilidad y excelencia. Además, te será más fácil mantener buenas relaciones con tus compañeros de oficina. Aprende a delegar cuando sea necesario y prepárate para trabajar en equipo, así lograrás contribuir con el éxito del proyecto o de las metas que se hayan planteado. Recuerda que tienes derecho a revisar y ajustar tus prioridades a fin de invertir más tiempo en aquellas que te hagan sentir más satisfecho y realizado personalmente. ¡El trabajo puede convertirse en una grata experiencia!

DIEZ CLAVES
para simplificar
tus labores

"Una persona que se sienta
segura de tomar decisiones
llegará lejos en su vida
profesional. Practica tomar
decisiones en asuntos
de poca importancia
y ve ganando confianza
para tomar decisiones mayores"




EVITA LLEVARTE EL TRABAJO A TU CASA
Acostúmbrate a realizarlo en horas de oficina, evita entretenerte
para luego tener tareas pendientes que se acumulan generándote
un profundo estrés. No postergues, y ocúpate de hacer lo
necesario en el momento presente para no sentirte abrumado
y malhumorado.


TÓMATE UN DESCANSO
Es posible que seas de los que piensan que forzarse y exigirse más hará que sean más eficientes. Pero lo cierto es que si te tomas unos minutos de descanso y despejas la mente, aumentará tu productividad. Cuando te sientas tenso y agobiado, levántate, tómate un café, haz una llamadita telefónica… así, cuando regreses al trabajo verás todo mejor.


APRENDE A DECIR NO
Para que no acumules ira y resentimiento, aprende a expresar lo que piensas y sientes. Hazlo con un lenguaje claro y objetivo.


RESPETA TU VIDA PERSONAL
Haz una lista de todas las cosas que quieres hacer y ordénalas por prioridad. No olvides incluir el tiempo para cumplir con tus compromisos personales o familiares. Son indispensables.


PONTE PLAZOS RAZONABLES
Es importante fijar las fechas de entrega con la mente clara; es decir, con objetividad. Hazlo tomando en cuenta el tiempo y el esfuerzo que deberá hacerse, además de la participación de las personas involucradas en el resultado final. No te comprometas sin tomar en cuenta todos estos factores. Conoce tus capacidades y limitaciones.

ORGANÍZATE DE UNA MEJOR MANERA
¿Cuántas veces te acuestas cansado y frustrado por no haber terminado un trabajo a pesar de que todo el día estuviste ocupado? Organízate el día antes, planifica tus tareas tomando en cuenta la importancia y la urgencia de cada una de ellas. Afronta tus obligaciones pendientes por orden de prioridad, para que puedas cumplir con lo más importante primero.

TOMA DECISIONES
Una persona que se sienta segura de tomar decisiones llegará lejos en su vida profesional. Practica tomar decisiones en asuntos de poca importancia y ve ganando confianza para tomar decisiones mayores. ¡Atrévete a decidir!

MANTENTE ENFOCADO
Recuerda que sólo la persona que se concentra y permanentemente piensa en cómo alcanzar sus objetivos logra el éxito. Concéntrate en una sola cosa a la vez y pregúntate cada día: "¿Qué puedo hacer hoy para estar más cerca de conseguir mi meta?".

PROCURA VIVIR CERCA DEL TRABAJO
Lo mejor es evitarse el estrés que significa morar lejos del lugar donde se labora. Si no puedes evitarlo, aprovecha el tiempo que inviertes en desplazarte a la oficina para organizar tu día, compartir con las personas que te acompañan o para escuchar un CD que te alegre la vida.

TRABAJA EN ALGO QUE TE GUSTE
No hay mejor oportunidad para crecer, compartir con otros y obtener satisfacción que amar lo que haces. Cuando te sientes a gusto con tu trabajo, lo realizas con responsabilidad, energía y placer.

martes, 14 de julio de 2009

LA PAZ DEL MUNDO DEPENDE DE TI




La vida está ocurriendo en este momento. Pero muchas personas eligen pensar en el pasado como
si pudieran cambiar esa parte
de su historia... o piensan todo
lo terrible que puede sucederles
en el futuro"

Todas las mañanas, las noticias hablan de violencia en el mundo, de las guerras entre países, de ataques terroristas, de refugiados, de desplazados… Sólo nos quejamos de la violencia con la que actúan los demás... ¿Y nosotros?

Es sorprendente sentir el nivel de agresividad que hay en la calle, especialmente en el tránsito y en los espacios públicos. Cada día más, el estrés y la tensión con la que viven la mayoría de las personas se convierten en la causa de su reacción agresiva hacia otros.

La ira puede llegar a ser una de las emociones más destructivas que experimentemos, sobre todo, cuando al dejarnos llevar por ella, perdemos el control
y el sentido común para terminar reaccionando de la misma manera que lo hacen aquellos a los que juzgamos y criticamos por su terrible comportamiento.

No es sencillo actuar con equilibrio mientras nos sentimos víctimas del irrespeto, la viveza, la indolencia o la violencia de otros, pues lo más sencillo es responderles con la misma actitud, mostrándoles que podemos ser todavía más agresivos que ellos, como si de esta manera pudiéramos hacerles cambiar su forma de pensar y de actuar. No es con violencia como podemos recuperar la paz, la justicia y la equidad.

Es viviendo la diferencia; es decir, actuando de la misma manera como deseamos que lo hagan los demás, como podremos transformar la conciencia colectiva.
Todos queremos que el mundo, en especial nuestro entorno inmediato, se convierta en un lugar más agradable para vivir, donde la convivencia y la relación con otras personas sea una experiencia reconfortante y satisfactoria, porque podamos relacionarnos con gentileza, tolerancia y respeto hacia nuestras diferencias.

Para que el mundo se convierta en un lugar más pacífico debemos comenzar por generar la paz dentro de cada uno de nosotros. Sólo así podremos compartir nuestra paz con los demás, a través de nuestra actitud, comentarios, elecciones y acciones. Dejemos de ver en otros el comportamiento inadecuado, y comencemos a observarnos a nosotros mismos para reconocer la cara que, en verdad, le estamos dando al mundo.

¿Hasta cuándo esperaremos a que los demás cambien su comportamiento y actitud para entonces actuar como sabemos que tenemos que hacerlo? Dejemos de justificar nuestra violencia, nuestra viveza y seamos coherentes. Somos tontos cuando sabemos que otros toman beneficio de nosotros sin que hagamos algo para evitarlo, por temor a su rechazo o reacción. Pero somos sabios cuando actuamos con conciencia, respeto y compromiso hacia nosotros mismos, los demás y el mundo, aun cuando ellos piensen que toman algún tipo de ventaja de nosotros.

Comienza por tomar distancia de cada situación difícil que enfrentes y usa el buen humor y la asertividad para superarla. Escucha y reconoce el tono emocional y las palabras que utilizas para expresarte cuando estás afectado, cambia tu comportamiento. Deja de buscar culpables y asume tu responsabilidad en la situación. Mira de frente a tu ira, acepta que se encuentra dentro de ti, busca sus raíces en tu pasado afectivo, perdona y sana emocionalmente. El mejor remedio contra la violencia es la tolerancia, el diálogo, y la actuación consciente.
Decide sembrar semillas de paz en tu interior y en el mundo.


"si eres de las personas que con frecuencia discuten con su pareja,
te sugiero que, de vez en cuando, pruebes compartir la razón con
ella ".


Abrazar a tus hijos
Muchas veces el exceso de trabajo, las responsabilidades y los compromisos hacen que olvidemos la importancia que tiene para nuestros hijos una caricia. Abrázalos y diles alguna frase cariñosa que los haga sentir queridos e importantes, hazlo con mucha frecuencia. Recuerda que el amor alimenta el alma, y es un ingrediente indispensable para que crezcan y se desarrollen equilibradamente.

Leer un buen libro
Busca ese libro que adquiriste hace mucho tiempo y que seguramente dejaste olvidado, esperando tener el momento libre para volver a hojearlo. Ábrelo y léelo con atención, subrayando las ideas o las frases que te enseñen o recuerden algo que sirva para suavizar o enriquecer tu vida personal. Conviértelo en un buen compañero para la vida. Recuerda que cuando estamos atentos, podemos encontrar en algunos de ellos el maestro que necesitábamos.

Acompañar a alguien que lo necesite
Seguramente sabes al menos de una persona conocida o amiga que esté atravesando por un momento de soledad o dificultad, anímate a acompañarla, y exprésale tu deseo de apoyarla. El beneficio de hacerlo será instantáneo, porque estoy segura de que te sentirás contento y muy satisfecho. Es importante convertir nuestra iniciativa en una acción concreta y positiva, para que no se quede como uno más de los buenos deseos que hemos tenido, guardado dentro de nosotros.

Darle la razón a tu pareja
Si eres de las personas que frecuentemente discuten con su pareja, tratando de demostrar que tienen la razón o la última información acerca de un tema o de una situación, te sugiero que de vez en cuando pruebes compartir la razón con tu pareja, decir frases como: "sabes que… tal vez tengas razón", "no había pensado en eso", "voy a reflexionar en lo que dices y después te cuento", "sí, me parece interesante, gracias por decírmelo". Todas ellas pueden ser comentarios que suavicen la conversación y le den cabida, con sus puntos de vista diferentes, a esa persona en tu vida.

Afrontar un miedo
Yo sé que estás consciente de ese temor que de vez en cuando aparece y te paraliza o te hace actuar equivocadamente. Vale la pena que cuando te sientas tranquilo y hasta relajado lo recuerdes y busques las herramientas que te ayuden a superarlo. No te dejes arrinconar por los miedos que muchas veces existen sólo en tu mente. Ten el valor de afrontarlos y vencerlos con la confianza de estar preparado para lograrlo.

Reconcíliate con una persona querida
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tuviste una discusión o un desacuerdo con alguien querido? Tal vez has dejado pasar el tiempo pensando que de esta manera se solucionaría solo; pero lo cierto es que mientras más tiempo pasa sin que hagas algo al respecto, más difícil se torna resolverlo. Necesitas realizar una acción concreta para acercarte a esa persona, pedirle disculpas o decirle algo que les permita quitar las barreras que los han mantenido separados por tanto tiempo. El cariño, cuando es verdadero, vale la pena rescatarlo y mantenerlo.

Eso no es problema dejeme ayudarlo




Es increíble cómo el buen trato y la buena disposición no sólo mejoran la comunicación, sino que facilitan la comprensión y la aceptación de los diferentes puntos de vista"


Ayer alguien me iluminó el día, y sólo necesitó un par de palabras amables y una sonrisa. Después de estar en una larga cola, soportando la desidia de una empleada malhumorada y prepotente que ponía todo tipo de trabas, justo antes de ser atendida, hubo cambio de turno. Yo ya estaba preparada para una respuesta desagradable; pero, para mi sorpresa, la persona me invitó a avanzar con una sonrisa, y mientras yo le explicaba mi situación, ella me escuchaba con atención. Al final me dijo: "no se preocupe, señora, esto no es problema, déjeme ayudarle y en media hora todos sus documentos estarán listos". Me quede atónita, no lo podía creer, y no sólo eso, me recomendó un lugar cercano, donde servían un buen té, para que descansara mientras esperaba. Esa persona hizo la diferencia, no sólo con hacer bien su trabajo, sino con su extraordinaria actitud de servicio.

Es increíble cómo el buen trato y la buena disposición no sólo mejoran la comunicación, sino que facilitan la comprensión y la aceptación de los diferentes puntos de vista. Muchas veces estamos a un paso de la solución de un conflicto con sólo decir "lo siento mucho", "tal vez tengas razón, voy a pensar en ello", "déjame solucionarlo"… o si fuésemos capaces de aceptar esa diferencia que tenemos con el otro, pero que al final, no nos determina. Si tuviésemos la disposición de pasar por alto el tono que la otra persona usó cuando nos dijo algo... pero, elegimos molestarnos, reaccionar y enfrentarnos a los demás, por cosas tan pequeñas y sin importancia que nos impiden relacionarnos y actuar de una mejor manera.
Aprendamos a elevarnos por encima de nuestros temores, complejos, prejuicios y limitaciones, para considerar que lo más importante es contribuir con la paz en todo momento, para que ésta no sólo nos beneficie a nosotros, sino a todos por igual. Así, lograremos unirnos, a pesar de nuestras diferencias personales, en torno a los ideales y a los sueños que tenemos en común. Con el tiempo, veremos todas las situaciones que vivimos como una oportunidad para aprender, madurar y trascender.
Muchas veces ignoramos la responsabilidad que tenemos a partir del momento en que habitamos en un lugar determinado. No podemos permanecer pasivos e indiferentes frente a todo lo que ocurre a nuestro alrededor, pensando que alguien se hará cargo. Nosotros somos el elemento más importante al momento de aumentar el bienestar y la calidad de vida que un lugar nos puede ofrecer. Observémonos para decidir cuáles actitudes o comportamientos debemos asumir y cuáles suprimir, para convertirnos en ciudadanos ejemplares al hacerles más agradable a otros la convivencia en nuestra comunidad. Seamos amables, agradecidos, honestos, serviciales y solidarios, de esta manera lograremos contribuir con la mejora de nuestras condiciones de vida. Dejemos de esperar a que las personas o las autoridades que tienen supuestamente la responsabilidad de hacerlo hagan algo para mejorar o solucionar nuestros problemas, y tomemos la iniciativa de hacer nuestro mejor esfuerzo para contribuir, independientemente de que no nos califiquen, nos reconozcan o agradezcan por hacerlo. La recompensa será la satisfacción que sintamos después de actuar de una manera positiva y diferente al resto de la gente.

Claves para expresar
tu punto de vista


1Analiza lo que sientes. Es importante reflexionar acerca de lo que pensamos y sentimos verdaderamente,para descubrir qué es lo quenos afecta de la situación o del comportamiento de otras personas. Pregúntate: '¿a qué le tengo miedo?' y '¿qué es lo peor que puede pasar si digo lo que siento?'.


2
Atrévete a opinar. Todos tenemos derecho a expresar lo que sentimos y pensamos. Si no te sientes de acuerdo con lo que dice o hace un amigo, lo mejor es decirlo. No hacerlo terminará afectando la relación, porque en algún momento aflorará tu malestar. Expresar lo que sentimos es satisfactorio, porque al hacerlo somos fieles a nosotros mismos.


3
No te adelantes a la respuesta
de los demás. Si supones la forma negativa en la que tus amigos reaccionarán, no te sentirás capaz de hacer ese comentario. Este miedo es irreal, pues la mayoría de las veces la situación resulta mucho mejor de lo que esperábamos. Atreverte a expresar lo que piensas con honestidad, hará que ganes el respeto de ti mismo y de los demás

domingo, 12 de julio de 2009

Superando el desamor



"No podemos sufrir de amor
por el resto dela vida, porque
así nos convertimos en víctimas
de nuestras decisiones y
emociones. Es importante
aprender a aceptar lo que
no podemos cambiar"

Es sorprendente la cantidad
de personas que va por la vida sufriendo a causa del desamor.
El amor de pareja es muy importante para todos, porque al sentirnos queridos y correspondidos por la persona que amamos, contamos con toda la fortaleza, el entusiasmo y la energía necesarios para afrontar la vida con una mejor actitud. Pero si amamos y esa persona no nos ama, o deja de hacerlo, sufrimos pensando en que esta pérdida representa el fin de nuestra vida.

Es muy fácil sugerirle a un amigo o familiar abandonado que deje de sufrir, que pase la página y que comience a vivir una nueva etapa en su vida. Sin embargo, para la persona que sufre la pérdida y que, además, se encuentra en el medio de un huracán emocional, comprender que su vida no se acaba, confiar en que el dolor pasará, entender que no puede o, más bien, no debe manipular o presionar a la pareja para que regrese, porque en cualquier momento se volverá a ir… es una tarea de titanes.
No podemos sufrir de amor por el resto de la vida, porque así nos convertiríamos en víctimas de nuestras decisiones y emociones. Es importante aprender a aceptar lo que no podemos cambiar, recordando que toda situación representa una oportunidad para aprender y crecer.

Levántate, seca tus lágrimas, sana tus heridas y toma decisiones, pues la vida continúa. Comprendo la dificultad y la ansiedad que te produce pensar en ello, pero tú también saldrás de ahí y, con el tiempo, reconocerás que lo que sucedió fue lo mejor para los dos.

Ten presente que nadie puede decirte qué decisión tomar, pues sólo tú conoces todos los detalles de la situación, tus sentimientos y tu capacidad para resistir o para buscar tu tranquilidad. Si ya tomaste o tomaron la decisión de una separación, acéptalo.

Vive tu duelo sin reprimirte para aparentar fortaleza frente a los demás. Evita sentirte víctima y, más bien, busca encontrar y resaltar los posibles elementos positivos que tenga la situación. Acompáñate de buenos amigos que no traten de echarle leña al fuego para alimentar en ti deseos de venganza. Distrae la mente, mantente ocupado haciendo algo que te guste y que te dé satisfacción. Valórate y siéntete capaz de superarlo aun cuando en este momento te sientas afectado y confundido. ¡Estoy segura de que lo superarás y cuando menos lo imagines ni siquiera lo recordarás!
Con el tiempo, y cuando te sientas mejor, te sugiero que perdones, sí, aunque te parezca injusto y absurdo que te lo diga, porque ahora pienses que esa persona fue culpable de todo tu dolor… Porque el perdón no exime a las personas de su responsabilidad para con la vida, de reconocer y corregir el error y sus consecuencias, además de hacer cuanto sea necesario para aliviar la vida de las personas a las que afectaron. Cuando perdonamos a otros, nos liberamos a nosotros de la carga emocional negativa que hemos acarreado por mucho tiempo, y que ha nublado nuestra felicidad. Tienes derecho a ser feliz, dale la cara a la vida, con valor, fortaleza y una sonrisa, entonces, la vida te devolverá más de lo mismo.


"Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su opinión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente"


10 CLAVES

para pasar la página

Foto: www.shutterstock.com / Galyna Andrushko

ACEPTA Y ASUME LA REALIDAD
Es importante atreverse
a aceptar la situación tal
y como es, sin caer en autoengaños que nos impidan afrontar la crisis para resolverla y superarla. De
nada vale actuar como si no hubiese sucedido, pues así sólo lograremos extender y profundizar la pena.

VIVE TU DUELO EMOCIONAL
La mayoría de las personas procura
actuar como si la ruptura Atrévete a expresar, en voz alta
y a solas, lo que sientes y lo que guardas. Debajo del agua de
la ducha puedes encontrar un
sitio adecuado para hacerlo.

ACOMPÁÑATE DE UN BUEN AMIGO
Expresar lo que sientes y piensas ayuda a liberar la ansiedad y a sanar
el dolor. Contar con la compañía amorosa, respetuosa y sincera
de una persona, suavizará la pena y te reconfortará.

DISTRAE TU MENTE
La tendencia es a recordar una y otra vez los detalles de lo sucedido.
Cada vez que un recuerdo llegue a ti, sacude tu cabeza y mueve tus pensamientos. Pon tu atención en otras áreas de tu vida, lee un libro
o ve una película.

RENUNCIA
Guardar la pequeña esperanza de que esa persona regrese, se arrepienta o cambie su decisión, puede hacernos mucho daño. Es preferible que tengas el valor de renunciar a ella definitivamente, para que puedas cortar el cordón a través del cual se alimenta y se mantiene tu dolor.

LEVÁNTATE
Dale la espalda al pasado y abre los ojos para que puedas vivir el presente. Ponte una nueva meta, recupera tus antiguos sueños y concentra todos tus esfuerzos en conseguirlos. Retoma tu vida con entusiasmo y determinación.

ASUME TU RESPONSABILIDAD
Todos somos parcialmente responsables de lo que vivimos. Deja de buscar culpables y sentirte víctima. Pregúntate: "¿Qué puedo aprender de todo esto? Quedarte con el aprendizaje y verlo como parte de tu crecimiento, hará que puedas superarlo más fácilmente.

PRACTICAR EL PERDÓN
Cuando te sientas fortalecido y listo para pasar esa página y comenzar a escribir otra, llénate del amor que te dan o sientes hacia tus seres queridos, hacia la vida, hacia ti mismo y perdona. Extiende tu comprensión hacia la actuación de esa persona.

RECURRE A TU FUERZA INTERIOR
Cuando sientas que no puedes busca, dentro de ti, la paz que tanto necesitas. Siente la presencia de Dios, y apóyate en ella. Recibirás la fortaleza, el valor y la confianza para iniciar una nueva vida.

ENAMÓRATE DE TI
Esta es tu oportunidad de quererte. Valórate, consiéntete y recupérate. Aprende a disfrutar de tu soledad. Tienes la posibilidad de rehacer tu vida, de volver a comenzar.

Con motor propio





"Cuando quieres alcanzar

algo en la vida, inmediatamente
toda tu energía se alínea
con tu intención, cada pequeño
o gran esfuerzo comienza
a estar dirigido hacia
la consecución de esa meta"
En los últimos días me he dado cuenta de la falta de motivación
que tienen muchas personas.
Puedo pensar fácilmente, en
este momento, en un par de
amigas. Veo cómo se les pasan
los días sin que hagan algo
para transformar su estilo de vida, para ganar entusiasmo, alegría, vitalidad y ganas de vivir. Estoy segura de que algunas ni siquiera

se han dado cuenta de esto,

se quejan de que no les pasa
nada, siguen atrapadas en las mismas situaciones, pero, aún
así, continúan esperando a que alguien llegue o algo suficientemente fuerte y emocionante impacte sus vidas,
para recuperar, entonces, la motivación y el entusiasmo.

Esto es interesante, porque al dejarnos llevar por las viejas programaciones aprendidas, terminamos repitiendo el mismo comportamiento, basado en las creencias y en los prejuicios que aún no hemos cambiado

¿Qué vas a hacer para que tu vida se convierta en una experiencia más satisfactoria y gratificante? ¿Seguir esperando? Es tiempo de salir de nuevo a la vida, con la misma pasión, el mismo entusiasmo y la misma confianza con los que lo hiciste hace años.

Deja de esperar o de necesitar que alguien se haga responsable de tu felicidad y asume las riendas de tu vida. ¡Vamos, tú puedes lograrlo!

Necesitamos aprender a motivarnos a nosotros mismos para tener motor propio. Sentirnos motivados implica experimentar el impulso de hacer cuanto sea necesario para conseguir nuestras metas. Muchas veces necesitamos sentir que somos motivados por otras personas, pero cuando ellas dejan de impulsarnos nos detenemos casi instantáneamente.

Sentirnos motivados significa tener entusiasmo, voluntad y ganas de vivir, levantarnos cada día con optimismo; implica el no necesitar que otro nos recuerde el cumplimiento de los compromisos que hemos hecho con nosotros, con los demás y con la vida.

Cuando te sientes motivado eres más fuerte para perseverar en tu empeño. Además, puedes vencer los obstáculos con más facilidad. La falta de motivación hace que pierdas el sentido y la dirección de tu vida.

¿Cómo te gustaría vivir cada día? Muchas veces, a través de tu ejemplo y de tu actitud, eres tú quien motivas a otros a recuperar el entusiasmo y las ganas de vivir.
Comienza por ponerte una meta. Cuando quieres alcanzar algo en la vida, inmediatamente toda tu energía se alinea con tu intención, cada pequeño o gran esfuerzo comienza a estar dirigido hacia la consecución de esa meta. Es importante que la meta sea tuya realmente y no sugerida por otro, para que puedas desarrollar la motivación necesaria para alcanzarla. Haz cada cosa con pasión. Cuando hacemos las cosas con ganas, desarrollamos una fuerza que nos hace permanecer motivados durante todo el proceso. Cambia el monólogo negativo que te acompaña mentalmente. Después de un pensamiento negativo de desánimo, crea uno positivo.
Rodéate de personas entusiastas y optimistas que puedan fortalecer tu confianza y determinación con sus comentarios o con su ejemplo. Quiérete más, para que puedas tener la motivación necesaria para hacer cosas que van a beneficiarte a ti. Toma la iniciativa y haz algo diferente hoy… Puedes transformar tu estilo de vida.
¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!


"Estar dispuestos a compartir nuestras experiencias con otras
personas nos asegura enriquecer nuestra vida"


Vida para una estrella DE MAR

Una historia: "En un lejano paraje de sol, paz y palmeras, se hallaba un viejo profesor, llamado Juan, que vivía en un pequeño poblado de pescadores. Su vida
era tranquila y gozaba del respeto y la estima de todas las personas que lo conocían.

Juan era amante de los silencios y de la contemplación de la naturaleza. Todas
las mañanas solía caminar por la orilla del mar, observando el disco solar que,
pleno de vida y fuerza, le enviaba las más bellas inspiraciones. Miraba con detenimiento las aves marinas y los cangrejos correr presurosos sobre la arena.
Se maravillaba de la inmensidad del mar y de la fuerza armoniosa de las olas.

Se inspiraba con la intensidad del verde del mar, el azul del cielo y el amarillo
de los cocoteros.

Un día, paseando por aquella playa desierta, Juan vio, a lo lejos, una figura que
le llamó la atención. Era una joven que, por sus movimientos, parecía estar bailando en la orilla. Poco a poco, y conforme se fue acercando, comprobó que se trataba
de una muchacha que recogía las estrellas de mar que se hallaban en la orilla
sobre la arena y que, una a una, las devolvía al océano con gracia y ligereza.

'¿Por qué hace eso?', le preguntó el profesor un tanto extrañado.

'¿No lo comprende? -contestó la joven- con este sol de verano y la marea baja,
si las estrellas de mar se quedan aquí varadas en la playa, se secarán y morirán'.

El profesor, sonriendo, contestó: 'Me parece que es usted muy ingenua amiga mía, pues, si no lo ha notado, existen miles de kilómetros de costa y centenares de miles de estrellas de mar que no podrá salvar… La verdad es que con tanto esfuerzo sólo conseguirá devolver unas cuantas al océano. Creo que lo que usted está haciendo, en realidad, no tiene ningún sentido'.

La joven, tomando otra estrella en su mano y mirándolo fijamente, le dijo: 'Tal vez, pero para esta estrella en particular, sí que lo tiene'. Y la lanzó al mar. Al instante
le dedicó una amplia sonrisa y continuó con su trabajo, sin el menor atisbo
de contrariedad.

Aquella noche el profesor no pudo dormir… Cuando llegó el alba, salió de su
casa y caminó hasta la playa, y, sin decir palabra, se unió a la joven y comenzó
a recoger estrellas y a devolverlas al mar".

Estar dispuestos a compartir con otras personas las herramientas, las experiencias
o nuestra ayuda incondicional, nos asegura enriquecer nuestra vida y darle
un profundo sentido a cada esfuerzo dirigido a mejorar nuestro mundo.
Lo importante no es saber a cuántas personas podremos apoyar, lo determinante
es que no perdamos la oportunidad de hacerlo.

¡Contamos contigo y con tu compromiso de hacer algo positivo y diferente
para mejorar nuestro mundo!

Mejora tu salud física y mental con Pilates



Pilates, es un método que fue creado desde principios del siglo XX por el alemán Joseph Hubertus Pilates, consta de un entrenamiento físico y mental manteniendo una óptima actividad muscular, respiración y relajación del cuerpo.

Retomando un poco de historia, Joseph Hubertus Pilates desde su niñez fue muy vulnerable a las enfermedades, de esta manera se encontró motivado a realizar estudios del cuerpo humano, de modo que, éste se pudiera fortalecer con el ejercicio. Su creador, desde los primeros momentos denominó esta popular técnica como "Contrología", debido a que al usar la mente, ésta controlara el cuerpo y así obtener como resultado un equilibrio y control entre los dos.

La técnica de Pilates, se apoya en función del desarrollo de los músculos internos, de forma que, se mantenga un equilibrio en el cuerpo que proporcione a nuestra columna vertebral estabilidad, y sobre todo esa firmeza que tanto necesita; este método es muy recomendado para realizar terapias de rehabilitación y sanar dolores de espalda para prevenir mayores complicaciones durante el transcurrir del tiempo.

Pilates es una práctica reconocida en el mundo, y los grandes del espectáculo también se ejercitan, Jennifer Aniston, Madonna, Joaquín Cortés, Hugh Grant, Sharon Stone y Uma Thurman entre otros. Con el paso de los años, ha evolucionado implementando máquinas de apoyo y distintas formas y estilos de realizarlo para ayudar, sin perder ese toque de tradición desde que fue creado. La Concentración, precisión, control, fluidez y respiración son las bases principales para poder realizar esta destreza.

Al querer ejercitarse debemos tener en cuenta que la respiración es un factor de gran importancia dentro de todo lo que se realice, para desarrollar una mejor coordinación mental, flexibilidad, fuerza y buena postura.

Pilates está recomendado a personas de cualquier edad, hombres y mujeres lo pueden hacer con máquinas adecuadas, o simplemente en el suelo sobre una colchoneta. Es perfecto para quienes prefieren realizar ejercicios desde su casa, siguiendo las indicaciones al pie de la letra de los videos, libros y entrenadores, de esta manera no habrá riesgos de ningún daño muscular. Cabe destacar que instructores en Estados Unidos dan fé acerca de personas de la tercera edad que mantienen una continua práctica de este método y aún así mantienen la flexibilidad como cuando tenían 15 años.

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