martes, 21 de julio de 2009

El 28 de julio se cumplen 80 años de su nacimiento y Jacqueline Kennedy,
-o Jackie O- sigue siendo un ícono de glamour que hasta en Venezuela dejó huellas a su paso.


De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad".

La gran dama en la tierra de Bolívar
No sólo Estados Unidos se rindió a los encantos de Jacqueline Kennedy. El 16 de diciembre de 1961, la entonces primera dama llegó a Caracas acompañando a su esposo, John Fitzgerald Kennedy, en una visita oficial en la que el mandatario norteamericano se reunió con el presidente venezolano, Rómulo Betancourt, para estrechar lazos políticos.

"Entusiasta recibimiento tributó al presidente Kennedy y su esposa el pueblo de Venezuela" tituló El Universal en su primera plana del 17 de diciembre, junto a una gráfica de ambos personajes al pie del avión. La imagen fue tomada por Luis Bisbal, coordinador de fotografía de la Fundación Andrés Mata y quien para entonces sólo tenía tres años trabajando en el periódico. "Ella me impresionó cuando se bajó del avión y cuando estuvo en el desfile militar con Betancourt y Kennedy. Llevaba un traje tipo taller y un gorrito blanco ostra. Se veía muy elegante y era muy sociable con los miembros de la comitiva que le fueron presentando. Era una mujer que se sonreía mucho". Bisbal recuerda el júbilo con el que la pareja fue recibida por la gente común. "Había un fuerte cordón militar en la avenida que conduce al aeropuerto, pero muchos se agolparon para verlos y alzaban las manos para saludarlos".

La alegría no fue gratuita, pues el presidente JFK y sobre todo Jackie Kennedy supieron cautivar a la opinión pública con un comportamiento cercano. Durante su visita al estado Aragua, la primera dama se dirigió a la gente en perfecto castellano: "Me alegro de haber podido acompañar a mi marido a Venezuela... Yo ya conocía de vuestra historia y vuestra cultura". Las palabras le valieron una ovación de los 10 mil asistentes, registró El Universal, sin contar con que horas más tarde, la señora Kennedy ordenó a su chofer detener el auto para "complacer a los fotógrafos que en la mañana no pudieron tomar ninguna gráfica… y con una sonrisa serena observar el movimiento de las cámaras".

Las páginas sociales también destacaron el estilo de Jacqueline, a su visita a un jardín de infancia en Los Chorros. "La señora Kennedy lucía una sencilla túnica blanca sin mangas, llevaba al cuello un collar de perlas de tres vueltas, pulsera de diamantes, guantes y bolso blancos y zapatillas champaña", mencionó la crónica periodística.

"A ninguna parte donde pueda viajar encontraré un recibimiento como en Venezuela", dijo JFK antes de partir. Ya el paso de él y su esposa era parte imborrable de la historia moderna de este país.


Jackie demostró sus conocimientos de español cuando vino en 1961

Imborrable "ESTILO JACKIE"
Estuvo bajo la mirada pública durante más de 30 años y aunque siempre se interesó por vestir diseños de alta costura europeos, el look de Jacqueline nunca fue excesivo ni ostentoso. "La vemos y pensamos: '¡qué simple!', pero todo su estilo era deliberado -dijo a la revista People Hubert de Givenchy, uno de los reconocidos modistos que trabajó con ella. Era muy consciente de su estilo, su cuerpo y su rostro". He aquí algunos de los momentos que hicieron de esta mujer un ícono de la moda y la cultura popular.

1 Desde el día de la toma de posesión de su esposo, a principios de 1961, Jackie dejó ver lo que sería su estilo, influenciado por los aires franceses que la habían fascinado desde niña, pues nació en un hogar de alta sociedad neoyorquino, se graduó de arte en la Universidad George Washington y estudió en la Universidad de La Sorbona en París. Este abrigo rosado combinado con un gorro de lana del mismo color resume el bagaje europeo que siempre la rodeó. Fue creado por el parisino Oleg Cassini, modisto que realizaría -de acuerdo a la revista People- más de 300 trajes durante su paso por la Casa Blanca.



2 Este vestido rojo de dos piezas creado por la firma Christian Dior fue imitado por millones de mujeres en todo el mundo y representó a la dama joven y chic de los 60. Con un aire conservador pero fresco, Jackie usó este traje durante la presentación en televisión de la restauración de la Casa Blanca, obra que se puso como meta desde su llegada a Washington.

3 Como primera dama, la señora Bouvier supo ajustar su elegancia a la ocasión y sus diseñadores interpretaron muy bien cada momento en el que fueron utilizados los
trajes. Para muestra, este severo y formal vestido negro creado por Oleg Cassini para la visita que hiciera al Papa Juan XXIII en 1962.

4 No sólo con mandatarios y diplomáticos compartió Jacqueline Kennedy como primera dama. Con la experiencia que le dio conocer Europa de cerca, supo codearse sin problema y con estilo propio con monarcas y miembros de la nobleza. Oleg Cassini confeccionó para ella este vestido largo y sin mangas de un tono rosa pálido que la hizo lucir como un miembro de la realeza en una cena con la Gran Duquesa de Luxemburgo, en 1963. Los guantes largos con los que completó su look significaron toda una nota de glamour en la época.

5 Ni siquiera la tragedia de la muerte de su esposo, ocurrida en noviembre de 1963, impidió que el glamour de la primera dama se dejara ver. Con este clásico vestido negro creado por la firma Givenchy y un velo que dejaba entrever su dolor, Jacqueline despidió a su marido ante los ojos del mundo entero, con un look y actitud que se convirtieron en el símbolo del luto elegante.

6 Cinco años después, el 20 de octubre de 1968, la "viuda de Estados Unidos" volvió a casarse con un magnate griego, Aristóteles Onassis, lo que representó la ruptura de la imagen presidencial que rodeó a Jackie durante casi una década. Sin embargo, su aura de glamour siguió en ascenso. Este vestido creado por el modisto italiano Valentino para su boda no sólo significó la inspiración para muchas mujeres de la época sino que hizo despegar la carrera del diseñador.

7 Durante su madurez, Jackie se dejó ver con lentes de sol de gran tamaño de la firma Nina Ricci que cubrían completamente sus ojos y que, de alguna manera, eran interpretados como su deseo de escapar de las miradas públicas que la seguían a todas partes. Los anteojos también se convirtieron en un símbolo de glamour y pasaron a llamarse los "lentes Jackie O". En marzo de este año, Nina Ricci relanzó el modelo de lentes que usó la señora Bouvier a un precio de 250 dólares (nada más y nada menos que 538 bolívares fuertes, al cambio oficial).


8 Según el libro What Would Jackie Do?, reseñado
por la revista
Savvy Women, las piezas favoritas de la señora Bouvier incluían chaquetas Channel, faldas en forma de A, telas de colores neutros o de tonalidades como el naranja y el rosa, además de pocas joyas. "Prefería el blanco y negro, combinando el blanco en la falda o el pantalón y el negro en un suéter o una blusa. De otra manera, decía que podrías verte como una 'camarera'", menciona la publicación. "Su estilo del 'menos es más' inspiró a legiones de diseñadores", señaló People en 2001.

9 El 19 de mayo de 1994 falleció en su apartamento en la 5ta Avenida de Nueva York, víctima de un cáncer linfático. Según reseña Biography Channel, solicitó expresamente
impedir el paso de camarógrafos o fotógrafos. "Quiero que respeten mi privacidad", dijo en un testamento a sus hijos, aunque al final su funeral fue televisado a todo Estados Unidos.


CH, LA AMIGA

"Ejerció una influencia global en el estilo. Millones de mujeres la imitaron". Así respondió en 2001 Carolina Herrera a la revista People sobre el aporte de Jacqueline Kennedy al mundo de la moda. Herrera se cuenta entre los amigos cercanos que tuvo Jacqueline Bouvier durante sus últimos años. Incluso,muchos atribuyen parte de su despegue en el fashion estadounidense al apoyo que recibió de Jackie. "El éxito llegó a Carolina Herrera cuando Jacqueline Kennedy Onassis le pidió ropa para lucir en los eventos especiales. Herrera siguió el estilo de Onassis durante los últimos 12 años de su vida, ganando muchos clientes que quisieron emular el estilo de Jackie O", reseña la publicación.
Omar Lares, cronista social, da fe de esta cercanía. "Ella tuvo dos grandes amigos en Venezuela: Reinaldo Herrera Uslar y Mimí de Herrera, pareja de la alta sociedad caraqueña y suegros de Carolina. A través de Mimí, Carolina conoció a Jacqueline". Para el cronista, la señora Bouvier es una de las mujeres más glamorosas de nuestro tiempo.

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