Muchas veces el deseo o la ambición de tener más cosas o de experimentar la vida que otras personas llevan, y que desde afuera nos parecen más felices que nosotros, nos coloca en el comienzo de una carrera desenfrenada por conseguir y adquirir nuevas y más altas metas materiales, pensando que cuando lo logremos nos sentiremos como ellos, y al fin habremos llegado a la plenitud de nuestra vida.
Pero lo cierto es que cuando nos embarcamos en esta búsqueda alocada, corremos el riesgo, de perder lo verdaderamente valioso que tenemos en la vida, al no poder reconocer y apreciar el valor del trabajo que realizamos, de los aspectos positivos que tiene el lugar donde vivimos, del beneficio que nos generan las cosas que ya hemos conseguido y del placer y la plenitud que nos produce el contacto y la relación que mantenemos con las personas queridas.
Y no es que sea malo experimentar de deseo de complementar nuestro bienestar, o de mejorar nuestra calidad de vida, por el contrario, plantearnos ciertas metas le agregará dirección y motivación a nuestros esfuerzos diarios y mucha pasión a nuestra vida, siempre y cuando el deseo de alcanzar nuevas cimas, no sea motivado por la envidia o una ambición desmedida, porque en cualquiera de estos casos, perderíamos la posibilidad de disfrutar a plenitud de la vida que tenemos.
Desarrollar la capacidad de apreciar y disfrutar la vida, nos permite tener el valor y la fortaleza para enfrentar y superar la dificultad, nos estimula a disfrutar de cada pequeño o gran regalo que recibimos, nos crea el compromiso de reconocer y celebrar cada logro o propósito conseguido y nos da la conciencia de continuar haciendo nuestro mejor y mayor esfuerzo para continuar alegrándonos por nuestro caminar
Si deseamos cambiar o mejorar algún aspecto de nuestra vida, lo que necesitamos es tomar la decisión de buscar las herramientas, los recursos y la información, que nos permita hacer el trabajo necesario con voluntad, responsabilidad, pasión, perseverancia y mucho entusiasmo, para lograrlo.
A veces necesitamos dar una larga vuelta por el mundo, experimentando todo tipo de situaciones y pagando un costo alto de sacrificio, para descubrir que no necesitábamos hacerlo para sentirnos plenos. Claves para sentirte
satisfecho con tu vida
Establece tus límites. Piensa en que es lo que realmente necesitas para sentirte a gusto con tu vida, traza un límite y una vez que consigas tus objetivos, detén tu carrera alocada y disfruta de la vida.
No uses a los demás como un punto de referencia. Concentra tu atención en ti mismo, descubre qué te gusta, qué te hace sentir bien, a qué te gustaría dedicarte. Haz una lista con todas esas cosas y dedícate a cumplir con cada una de ellas. Recuerda lo importante que es construir la vida que quieres para ti.
Disfruta y celebra tus logros. En lugar de continuar conquistando nuevas cumbres, tómate el tiempo para asumir y disfrutar cada logro conseguido por ti. Detente el tiempo suficiente para asegurarte de que te sientes bien y para vivir los beneficios del cambio o de la meta que acabas de alcanzar
Pero lo cierto es que cuando nos embarcamos en esta búsqueda alocada, corremos el riesgo, de perder lo verdaderamente valioso que tenemos en la vida, al no poder reconocer y apreciar el valor del trabajo que realizamos, de los aspectos positivos que tiene el lugar donde vivimos, del beneficio que nos generan las cosas que ya hemos conseguido y del placer y la plenitud que nos produce el contacto y la relación que mantenemos con las personas queridas.
Y no es que sea malo experimentar de deseo de complementar nuestro bienestar, o de mejorar nuestra calidad de vida, por el contrario, plantearnos ciertas metas le agregará dirección y motivación a nuestros esfuerzos diarios y mucha pasión a nuestra vida, siempre y cuando el deseo de alcanzar nuevas cimas, no sea motivado por la envidia o una ambición desmedida, porque en cualquiera de estos casos, perderíamos la posibilidad de disfrutar a plenitud de la vida que tenemos.
Desarrollar la capacidad de apreciar y disfrutar la vida, nos permite tener el valor y la fortaleza para enfrentar y superar la dificultad, nos estimula a disfrutar de cada pequeño o gran regalo que recibimos, nos crea el compromiso de reconocer y celebrar cada logro o propósito conseguido y nos da la conciencia de continuar haciendo nuestro mejor y mayor esfuerzo para continuar alegrándonos por nuestro caminar
Si deseamos cambiar o mejorar algún aspecto de nuestra vida, lo que necesitamos es tomar la decisión de buscar las herramientas, los recursos y la información, que nos permita hacer el trabajo necesario con voluntad, responsabilidad, pasión, perseverancia y mucho entusiasmo, para lograrlo.
A veces necesitamos dar una larga vuelta por el mundo, experimentando todo tipo de situaciones y pagando un costo alto de sacrificio, para descubrir que no necesitábamos hacerlo para sentirnos plenos. Claves para sentirte
satisfecho con tu vida
Establece tus límites. Piensa en que es lo que realmente necesitas para sentirte a gusto con tu vida, traza un límite y una vez que consigas tus objetivos, detén tu carrera alocada y disfruta de la vida.
No uses a los demás como un punto de referencia. Concentra tu atención en ti mismo, descubre qué te gusta, qué te hace sentir bien, a qué te gustaría dedicarte. Haz una lista con todas esas cosas y dedícate a cumplir con cada una de ellas. Recuerda lo importante que es construir la vida que quieres para ti.
Disfruta y celebra tus logros. En lugar de continuar conquistando nuevas cumbres, tómate el tiempo para asumir y disfrutar cada logro conseguido por ti. Detente el tiempo suficiente para asegurarte de que te sientes bien y para vivir los beneficios del cambio o de la meta que acabas de alcanzar
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