Las mujeres que tienden a controlar su alimentación permanentemente aumentan más de peso durante el embarazo que las que no cuidan tanto la alimentación, confirmó un nuevo estudio. Las mujeres reciben el mensaje "Ahora, embarazada, se puede comer libremente", dijo a Reuters Health la doctora Anna Maria Siega-Riz, de University of North Carolina en Chapel Hill.
El Instituto de Medicina de Estados Unidos indica que las mujeres no deben aumentar la cantidad de calorías ingeridas durante el primer trimestre del embarazo, mientras que en el segundo y tercer trimestres necesitan 340 y 450 calorías más, respectivamente. Cada vez más mujeres están aumentando más de los kilos recomendados en el embarazo, escribió el equipo dirigido por Siega-Riz en Journal of the American Dietetic Association.
Existe evidencia de que las mujeres que controlan excesivamente su alimentación y las que hacen dieta permanentemente aumentarían más de peso en la gestación. Para investigar cómo las conductas alimentarias de una mujer antes del embarazo influyen en el aumento de peso durante esos nueve meses, el equipo controló a 1.223 embarazadas que participaban en un estudio sobre parto prematuro y desarrollo fetal.
Todas proporcionaron su peso antes del embarazo y respondieron cuestionarios de evaluación de conductas alimentarias restrictivas, oscilaciones del peso corporal y preocupación por la alimentación. Las participantes aumentaron alrededor de un 52 por ciento más del peso recomendado; en un 63 por ciento de las mujeres, el aumento del peso era excesivamente alto.
El 32 por ciento de las mujeres con un peso por debajo del normal para su talla antes del embarazo, engordó excesivamente, lo que ocurrió también en el 63 por ciento de las participantes con peso normal antes del embarazo y en el 85 y el 74 por ciento, respectivamente, de las mujeres inicialmente con sobrepeso y obesidad. Las mujeres "cíclicas", es decir que antes del embarazo habían aumentado y adelgazado 2,25 o más kilos en una semana por lo menos una vez, engordaron 2 kilos más que las "no cíclicas".
En todos los subgrupos según el peso previo al embarazo, excepto las mujeres con bajo peso para la talla, las que tenían conductas alimentarias restrictivas aumentaban más de peso que las que menos restringían su alimentación. Se observó el mismo patrón en mujeres que hacían dieta habitualmente. Es posible que las mujeres que habitualmente limitan su alimentación sean psicológicamente más vulnerables a aumentar de peso en exceso durante el embarazo, señaló Siega-Riz, dado que son más propensas a considerar el embarazo como una oportunidad para abandonar esas limitaciones. El mensaje de los médicos "no debería ser que está bien comer por dos", dijo la autora.
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