Los investigadores dirigidos por Carol Ann Paul, del Wellesley College en Massachusetts, querían saber si el consumo de bebidas alcohólicas también protegía contra la pérdida inevitable de volumen cerebral que experimentan las personas a medida que envejecen. Pero comprobaron que no es así. De hecho, los abstemios longevos tenían la menor pérdida de volumen cerebral, mientras que los ex bebedores, los consumidores moderados de alcohol y los que tomaban grandes cantidades de bebidas alcohólicas experimentaban más achicamiento cerebral progresivo, escribió el equipo en la revista Archives of Neurology.
La tendencia era más pronunciada en las mujeres que en los hombres. Esto podría deberse a la mayor sensibilidad femenina a los efectos del alcohol y a su menor tamaño en promedio, comparado con los varones, indicaron los investigadores. "Se sabe que las personas que consumen mucho alcohol tienen un deterioro en el volumen cerebral. Lo que estábamos buscando era un efecto protector en las personas que bebían entre una y siete copas por semana", dijo Paul durante una entrevista telefónica.
"Mi expectativa era que (el alcohol) fuese (protector). Y no resultó ser así", agregó el director del estudio, de la Escuela de Salud Pública de la Boston University. Los resultados se basaron en datos de 1.839 estadounidenses adultos de entre 33 y 88 años que informaron su consumo de alcohol y se sometieron a resonancias magnéticas para revisar su volumen cerebral. Los pacientes eran parte de un estudio de salud más amplio que se está realizando en Massachusetts.
Comparadas con los que se abstenían de consumir alcohol, las personas que más tomaban (más de 14 bebidas por semana), tenían el cerebro un 1 por ciento más chico, reveló el equipo. En general, el volumen cerebral disminuye con la edad a una tasa estimada del 2 por ciento por década, indicaron los expertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario