domingo, 24 de octubre de 2010

Iniciemos un nuevo ciclo

Para cerrar un ciclo y abrir otro completamente nuevo y diferente tenemos que estar dispuestos a perdonar si fuese necesario, a cambiar algunos de los hábitos y de las actitudes negativas que nos acompañaron durante esa etapa de la vida por otros que sean positivos, que renueven y suavicen nuestra forma de vivir y que realmente nos impulsen a iniciar una nueva etapa.

Los ciclos hay que cerrarlos con conciencia, voluntad y madurez para que podamos dejar atrás lo que pertenece al pasado, de modo que algunas vivencias no nos sigan afectando negativamente.

Por eso es importante estar dispuestos a soltar, a renunciar y a cambiar para comenzar de nuevo, porque si no lo estamos, el apego y el amarre pendiente que mantenemos con el pasado nos alcanzará en algún momento para que tengamos que afrontarlo, resolverlo y darlo por terminado.

De todas las situaciones que vivimos siempre tenemos algo que aprender, especialmente si fueron difíciles o repetitivas en nuestra vida; lo más importante es que tengamos la claridad y la actitud que nos permitan reconocer y asumir el precio que tendremos que pagar para superarlas definitivamente, pensando en la libertad y el bienestar que experimentáremos después de hacerlo.






En la mayoría de los casos nos planteamos nuevos propósitos con el deseo de que podamos verdaderamente realizarlos. Resulta interesante descubrir que nuestros propósitos son muy parecidos a los que tienen nuestros amigos, y es que algunos son muy universales: "Perdonar a una persona en particular", "reconciliarnos con la familia o con un amigo antes de que se acabe el año", "dejar de fumar", "hacer ejercicio", "adelgazar", "comenzar a reciclar", "aprender algún idioma", "hacer trabajo voluntario", "ampliar nuestro círculo social", "abrirnos a una nueva pareja", "terminar con un ciclo viejo y negativo para nosotros"& Es importante, reflexionar acerca de cuáles son esos cambios que deseamos realizar y cuál será su efecto positivo en nuestra vida, para que tengamos la motivación y la voluntad que necesitamos para conseguirlos.

En lugar de sentirnos víctimas de los demás o de las circunstancias asumamos la responsabilidad de nuestra vida. Estemos dispuestos a hacer los cambios y las acciones necesarias para transformar las situaciones que vivimos y para crecer con cada experiencia.

Aprendamos a vivir la vida como lo que es, una oportunidad diaria de aprender, de hacer las cosas que nos gustan, de sentirnos a gusto con quienes somos, de servir y apoyar a otras personas y de sembrar, en nuestro entorno inmediato, un poco de paz, amor, gentileza, confianza, tolerancia y esperanza. Hoy se cierra un ciclo, pero puede comenzar otro nuevo y completamente diferente, si haces algo concreto para construirlo

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