Es difícil alcanzar el éxito en cualquier actividad sin tener que pagar un gran costo por conseguirlo, pues el exceso de compromisos, las obligaciones y el trabajo duro consumen el poco tiempo libre que tenemos y aumentan nuestro estrés y ansiedad.
El estrés potencia nuestras preocupaciones, nos hace sentir agotados hasta el punto en que ponemos en riesgo nuestra salud, manteniendo un ritmo de vida acelerado.
Vale la pena actuar por conciencia; es decir, entender y aceptar que debemos cambiar nuestro estilo de vida para mejorar la calidad de nuestros días y empezar a reemplazar los malos hábitos por buenos hábitos antes de que sea demasiado tarde.
Aprende a realizar una sana rutina de calentamiento para comenzar cada día con una buena actitud. Evita saltar de tu cama corriendo, ya sea porque se te ha hecho tarde o porque tienes muchas cosas que hacer. Practica el calentamiento como hacen los pilotos con sus aviones antes de empezar un vuelo: revisan, uno por uno, los instrumentos de vuelo, en calma y con atención; prueban los controles, detallan el plan de vuelo y, poco a poco, con mucho cuidado y atención, prenden los motores, uno a uno, para calentarlos y garantizar, así, un buen vuelo...
El estrés potencia nuestras preocupaciones, nos hace sentir agotados hasta el punto en que ponemos en riesgo nuestra salud, manteniendo un ritmo de vida acelerado.
Vale la pena actuar por conciencia; es decir, entender y aceptar que debemos cambiar nuestro estilo de vida para mejorar la calidad de nuestros días y empezar a reemplazar los malos hábitos por buenos hábitos antes de que sea demasiado tarde.
Aprende a realizar una sana rutina de calentamiento para comenzar cada día con una buena actitud. Evita saltar de tu cama corriendo, ya sea porque se te ha hecho tarde o porque tienes muchas cosas que hacer. Practica el calentamiento como hacen los pilotos con sus aviones antes de empezar un vuelo: revisan, uno por uno, los instrumentos de vuelo, en calma y con atención; prueban los controles, detallan el plan de vuelo y, poco a poco, con mucho cuidado y atención, prenden los motores, uno a uno, para calentarlos y garantizar, así, un buen vuelo...
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RESPIRA. Antes de abrir tus ojos, toma conciencia de que acabas de despertar, ubícate, siéntete vivo y respira suavemente, pero consciente de ello.
ESTÍRATE. Como un gato, siente el agradable placer de estirarte, una pierna, la otra, el torso, los brazos... suave, pero con fuerza.
AGRADECE. A Dios porque estás vivo, que tienes la oportunidad de vivir un nuevo día,
NO TE ACELERES. No pienses en listas, asuntos pendientes, compromisos, miedos, frustraciones, deudas...
ESTÍRATE. Como un gato, siente el agradable placer de estirarte, una pierna, la otra, el torso, los brazos... suave, pero con fuerza.
AGRADECE. A Dios porque estás vivo, que tienes la oportunidad de vivir un nuevo día,
NO TE ACELERES. No pienses en listas, asuntos pendientes, compromisos, miedos, frustraciones, deudas...
SONRÍE. Sin abrir los ojos, piensa en tus hijos o en tu pareja y busca un buen recuerdo en el pasado que te haga sonreír.
ASUME UN COMPROMISO. Con esa sonrisa en el rostro toma la firme decisión de no perder la calma y tu buen humor, no importa lo que tengas que enfrentar ese día. Ten la seguridad de que el universo estará de tu lado y te apoyará.
ACEPTA. Asume que cualquier cosa que te pase representa una oportunidad para aprender, que es una lección de vida y que si estás atento podrás convertirla en una buena oportunidad.
Y después de todo este ritual, abre tus ojos lentamente, saluda con mucho cariño a la primera persona que veas, y sal a conseguir tus metas con éxito, conservando siempre la mejor actitud.
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