Mantener un buen cuidado de los dientes y las encías podría ser crucial en la prevención de infecciones de la válvula cardiaca, según halla un estudio de EE.UU
16/06/2008. Los investigadores examinaron si las actividades dentales diarias como el cepillado tenían las mismas probabilidades que otros procedimientos dentales como la extracción dental de causar endocarditis infecciosa (EI), una infección peligrosa del recubrimiento del corazón o de la válvula cardiaca que tiene lugar cuando las bacterias penetran en el torrente sanguíneo.
En el estudio, en el que participaron 290 pacientes dentales, los investigadores analizaron la cantidad de bacteria liberada en el torrente sanguíneo (bacteriemia) durante el cepillado dental y la extracción dental, con y sin el uso de antibióticos. Se tomaron muestras de sangre de los pacientes antes, durante y después de estas actividades, y luego fueron analizadas para detectar especies bacterianas asociadas con la EI.
Los investigadores encontraron que la incidencia de bacteriemia relacionada con la endocarditis infecciosa debido al cepillado dental (23 por ciento) estaba más próxima de lo esperado a la incidencia por extracción, 33 por ciento para la extracción con antibióticos y 60 por ciento para la extracción sin antibióticos.
"Esto sugiere que las bacterias entran al torrente sanguíneo cientos de veces al año, no sólo a través del cepillado dental, sino también por medio de otras actividades de rutina como la masticación de alimentos", dijo en una declaración preparada el autor del estudio Peter Lockhart, director del departamento de medicina oral en el Centro médico de las Carolinas en Charlotte, Carolina del Norte.
"Aunque la probabilidad de una bacteriemia es menor con el cepillado, estas actividades de higiene diarias representan probablemente un mayor riesgo para la EI debido a la frecuencia: es decir, la bacteriemia por cepillarse dos veces al día durante 365 días al año frente a la consulta dental dos veces al año que comprende la limpieza dental, los empastes u otros procedimientos", apuntó Lockhart.
"Para las personas que no están en riesgo de infecciones como la EI, la bacteriemia a corto plazo no es una razón de preocupación", anotó.
"Si abandona las medidas de higiene bucal, la cantidad de enfermedad en su boca se multiplicará y progresará considerablemente, por lo que su enfermedad oral empeorará. La enfermedad gingival [de las encías] y las caries dentales conducen a infecciones crónicas y agudas como los abscesos. Este tipo de cosas es lo que pone a una persona en riesgo de bacteriemia frecuente, y probablemente de endocarditis si tiene una afección cardíaca o médica que lo ponga en riesgo".
16/06/2008. Los investigadores examinaron si las actividades dentales diarias como el cepillado tenían las mismas probabilidades que otros procedimientos dentales como la extracción dental de causar endocarditis infecciosa (EI), una infección peligrosa del recubrimiento del corazón o de la válvula cardiaca que tiene lugar cuando las bacterias penetran en el torrente sanguíneo.
En el estudio, en el que participaron 290 pacientes dentales, los investigadores analizaron la cantidad de bacteria liberada en el torrente sanguíneo (bacteriemia) durante el cepillado dental y la extracción dental, con y sin el uso de antibióticos. Se tomaron muestras de sangre de los pacientes antes, durante y después de estas actividades, y luego fueron analizadas para detectar especies bacterianas asociadas con la EI.
Los investigadores encontraron que la incidencia de bacteriemia relacionada con la endocarditis infecciosa debido al cepillado dental (23 por ciento) estaba más próxima de lo esperado a la incidencia por extracción, 33 por ciento para la extracción con antibióticos y 60 por ciento para la extracción sin antibióticos.
"Esto sugiere que las bacterias entran al torrente sanguíneo cientos de veces al año, no sólo a través del cepillado dental, sino también por medio de otras actividades de rutina como la masticación de alimentos", dijo en una declaración preparada el autor del estudio Peter Lockhart, director del departamento de medicina oral en el Centro médico de las Carolinas en Charlotte, Carolina del Norte.
"Aunque la probabilidad de una bacteriemia es menor con el cepillado, estas actividades de higiene diarias representan probablemente un mayor riesgo para la EI debido a la frecuencia: es decir, la bacteriemia por cepillarse dos veces al día durante 365 días al año frente a la consulta dental dos veces al año que comprende la limpieza dental, los empastes u otros procedimientos", apuntó Lockhart.
"Para las personas que no están en riesgo de infecciones como la EI, la bacteriemia a corto plazo no es una razón de preocupación", anotó.
"Si abandona las medidas de higiene bucal, la cantidad de enfermedad en su boca se multiplicará y progresará considerablemente, por lo que su enfermedad oral empeorará. La enfermedad gingival [de las encías] y las caries dentales conducen a infecciones crónicas y agudas como los abscesos. Este tipo de cosas es lo que pone a una persona en riesgo de bacteriemia frecuente, y probablemente de endocarditis si tiene una afección cardíaca o médica que lo ponga en riesgo".
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