Generalmente, la cistitis se cura en unos días, pero en algunos casos la infección se vuelve crónica causando una enfermedad más grave, por ejemplo, una infección en los riñones.
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05/06/2008. La cistitis es una inflamación de la vejiga que causa una sensación de ardor al orinar, sangre en la orina, dolor, fiebre u otros síntomas. Es una enfermedad común en las mujeres, pero también se puede presentar en los hombres, pero estos no son tan vulnerables a la cistitis como las mujeres, debido a que tienen una uretra larga que impide la infección bacteriana.
Una persona que sufre frecuentemente de esta afección, debe consultar a un urólogo en caso de que haya anormalidades en la vejiga, en los riñones o en los uréteres renales. Quizás sea necesario realizar otros exámenes para descubrir la causa orgánica de ésta, como por ejemplo: análisis de orina con muestras tomadas a distintas horas del día, al comienzo o a la mitad del flujo de la orina. También se puede realizar un píelo grafía (un tipo de radiografía que permite observar la vejiga y los riñones) o una cistoscopia (donde se utilizan tubos flexibles con un sistema de lentes e iluminación que permite examinar visualmente la vejiga).
¿Qué lo causa?
En la mayoría de los casos, una infección bacteriana causa la cistitis y el agente infeccioso es la bacteria E. Coli que se aloja en el tracto gastrointestinal. Este fenómeno, promueve la transmisión de bacterias desde la piel y los órganos genitales hacia el interior del cuerpo; el riesgo de contraer esta enfermedad, aumenta en aquellas personas que presentan una uretra angosta debido a infecciones anteriores u obstrucciones en el uréter (conducto que lleva la orina desde el riñón a la vejiga).
En las mujeres, la presión sobre la vejiga durante el embarazo, el acto sexual o el uso de un diafragma, aumenta el riesgo de cistitis. Es relativamente frecuente la aparición en la mujer tras el matrimonio, en lo que se conoce como la "cistitis de la recién casada". Este tipo, es consecuencia de las relaciones sexuales y más concretamente al intercambio de flora bacteria ocurrido entre el varón y la mujer. Este proceso se mantiene durante algún tiempo hasta que la mujer acepta la flora bacteria que le transmitió su pareja. Habitualmente, el tratamiento consiste en la toma abundante de líquidos. Algunos hombres que tienen la próstata aumentada de tamaño (prostatitis, hiperplasia prostática, etc.), corren el riesgo de contraer también este tipo de afección.
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