Hay dos momentos en los que puede aparecer la enfermedad: uno, entre los 15 y los 20 años; y otro después de los 40 años, aunque llama la atención el creciente número de casos que se han registrado en los últimos años en personas jóvenes, por lo que se debe estar atento y ante un diagnóstico ofrecer todo el apoyo posible para mantener la esperanza y superar la enfermedad
En el caso del Linfoma, una enfermedad maligna de los linfocitos, el panorama no es diferente, quizás, hasta más desalentador, pues se trata de una enfermedad "extraña" y de muy poco conocimiento en la población en general, lo cual aumenta las dudas y el temor.Sin embargo -tal y como refiere la doctora Marisela Morales- quien es especialista en hemato-oncología- la calidad de vida de un paciente con Linfoma no tiene que verse seriamente afectada, si el diagnóstico del paciente es precoz y no se encuentra en un estadío avanzado que comprometa a otros órganos o deteriore otras funciones del organismo.Por consiguiente, insiste la especialista en la importancia de que, ante la más mínima sospecha o síntomas que llamen la atención, la persona acuda a la consulta médica para salir de la duda; y en caso de que tenga un diagnóstico de Linfoma, comience de inmediato un tratamiento adecuado y evite que la enfermedad se desarrolle.A propósito de esto, la doctora Morales, quien es especialista del Instituto de Hemato-Oncología de la Universidad Central de Venezuela, señala "que en muchas ocasiones, cuando los pacientes llegan a consulta ya están muy deteriorados, lo cual es doloroso, porque hay que tomar en cuenta que 8 de cada 10 casos que son detectados en su primera etapa, pueden ser 100% tratables".En cuanto a las señales de alerta, la doctora Morales subraya que "hay que estar muy atento al crecimiento sostenido de los ganglios linfáticos y endurecimiento de los mismos; fiebre vespertina de origen desconocido; pérdida de peso repentina e inexplicable y cansancio; sudoración nocturna prof"También hay medicamentos de apoyo que mejoran la calidad de vida del paciente que recibe quimioterapia, tales como los agentes eriropoyéticos los cuales permiten que la hemoglobina aumente sin transfundir al paciente. Un ejemplo es la Eritropoyetina Beta. También existen factores que estimulan la producción de glóbulos blancos (Pegfilgrastim), que cuando están muy bajos provocan infecciones con complicaciones importantes y a veces fatales para el paciente", agrega la especialista.usa; tos y ahogo; y picazón persistente en todo el cuerpo".
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