Tanto en Argentina como en otros países los casos de sacerdotes que abusan de menores se han multiplicado en los últimos años e incluso le han costado a la Iglesia indemnizaciones millonarias, por ejemplo en Estados Unidos. En nuestro país, el caso más resonante fue el del cura Julio César Grassi, procesado por presunto abuso sexual agravado y corrupción de varios menores de edad que asistían a su Fundación Felices los Niños. Antes, en 2001, el caso del sacerdote Héctor Pared, de la Diócesis de Quilmes, acusado de golpear a abusar de seis chicos, puso el tema sobre el tapete y disparó la polémica. Fue condenado en 2003.Más reciente y también conocido fue el caso del cura José Antonio Mercau (50), acusado de abuso y corrupción de menores reiterada y agravada. Actualmente cumple su arresto en un convento, pero está a punto de volver a prisión. Tiene cinco causas abiertas en su contra: en todas, las víctimas son varones humildes que vivían con él en el hogar San Juan Diego, que dirigió durante veinte años en General Pacheco.El año pasado, el papa Joseph Ratzinger subrayó que los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes son "crímenes terribles" que "dañan la credibilidad de la Iglesia" y subrayó que en su pontificado habrá "tolerancia cero" hacia esos delitos. En Argentina, sin embargo, la Iglesia no suele referirse a estos casos.
por estas causas hay que estar muy pendientes de nuestros hijos.
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