Expertos han señalado sobre la importancia de estimular al niño para desarrollar sus potencialidades. Bajo esta premisa, se ha desarrollado el modelo de la Inteligencia Equilibrada, el cual combina armónica y equitativamente los elementos intelectuales y afectivos o emocionales, en la formación de los niños dentro del ámbito escolar. Asimismo, permite el desarrollo de la capacidad de pensar y de integrar en pleno las competencias académicas y la personalidad.
Para las psicólogas Maria Mercedes Arenas y Soledad Ramos de Medina, creadoras de este sistema, la Inteligencia Equilibrada conjuga elementos básicos a través de una filosofía de acción en el contexto escolar. De igual manera, requiere de la integración equilibrada del cuerpo, el aspecto afectivo y emocional con su potencial intelectual, en un ambiente rico en actividades novedosas, agradables, propias de la edad preescolar que le permiten al niño de manera activa ir explorando, descubriendo y aprendiendo continuamente nuevas experiencias y herramientas que lo van preparando para la vida. "Para lograr este desarrollo, el niño debe ser motivado y estimulado, en todas sus potencialidades siendo necesario un contexto social impregnado de principios y de valores que propicien el crecimiento personal aún a corta edad. Todo ello, para tener como resultado un infante crítico, capaz de discriminar, seguro, confiado, respetuoso, responsable, congruente, pudiendo trabajar en equipo, asumir consecuencias y que pueda tomar de decisiones, sin temor a equivocarse", comentó Arenas.La importancia de estimular esta inteligencia, en los pequeños, se debe a que en estas primeras edades maduran las capacidades fundamentales tales como: área del lenguaje, sensorial, física, emocional, entre otras. Al respecto, Soledad Ramos de Medina señala que "es un período vital, caracterizado por un potente ritmo evolutivo, donde la capacidad de adaptación del sistema nervioso y del cerebro es un factor determinante para el desarrollo posterior". Ambas profesionales recalcan que el docente constituye un elemento clave en este modelo de enseñanza. Es por ello, que se está en permanente reflexión sobre sus tareas, teniendo presente la dimensión humana y académica para lograr el desarrollo integral del alumno. Por su parte, el padre y la madre también participa para el éxito de este modelo, ya que él debe ser un ente activo en la educación de su hijo, acompañándolo desde el proceso de adaptación a la escuela, participando del análisis descriptivo de los reportes elaborados por el docente e interviniendo en actividades compartidas dentro y fuera del aula. En el lugar donde se desarrolla este modelo de enseñanza, las actividades son cuidadosamente escogidas para que el niño pueda aprender sin él darse cuenta. Para los más pequeños, son actividades con mucho material concreto y pocas de papel y lápiz. Por ejemplo, identifican objetos que se encuentran en el salón de un color específico que se está trabajando o se rellenan figuras con pelotitas hechas con papel de seda como también pueden llegar a cubrir de pintura su cuerpo o la parte que se desea estimular."Cabe destacar, que durante su aplicación, el niño logra una solidez como individuo el cual es imprescindible para lograr triunfar y tener éxito de forma ética en cualquier situación, reto o dificultad que se le pueda presentar", concluyen las expertas.
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