domingo, 9 de octubre de 2011

Fotos tiernas 5





























 
¿Existe Dios?

© Dr. José R. Martínez Villamil
Barcelona, 1999.
(Extraído de: www.menteabierta.org)
  • Introducción
  • ¿Qué importa?
  • ¿Creer o no creer?
  • Argumentos de la Existencia de Dios
  • Kalam Cosmológico
  • Teológico
  • Moral
  • Principio Antrópico
  • Otros argumentos
El tema de la existencia de Dios, que algunos consideraban como "muerto" en los años 70, ha resurgido en los círculos filosóficos del mundo.

En este breve artículo no probaré la existencia de Dios. Nadie puede. Como tampoco nadie puede probar su no-existencia. Sin embargo, a lo largo de esta sección (examinada con el conjunto de las otras secciones de Mente Abierta) creo que se dejará demostrada la racionalidad de la creencia en Dios. Haciendo uso de argumentos conocidos (cosmológico, diseño, moral) y otros menos conocidos (Principio Antrópico, Kalam) deseo despejar el camino de aquellos que sinceramente buscan... Estos temas serán elaborados en artículos subsiguientes.

Como conjunto, estos argumentos recuerdan a la persona que piensa que la creencia en Dios no sólo es razonable, sino creíble y defendible en los albores del siglo XXI.

La trascendencia de la existencia de Dios es inmensa. Si la tesis teísta (la creencia en Dios) es verdadera, sus implicaciones para nuestra vida presente y futura son incalculables. Le invito a “dudar de su duda,” a “abrir su mente” y a que se disponga al examen de la evidencia y a decidir por usted mismo...
“Dios nos ha dado evidencia suficientemente clara para convencer a aquellos con un corazón abierto, pero suficientemente vaga de modo que no obligue a aquellos cuyos corazones están cerrados.”

Blaise Pascal
Introducción

Una vez, un amigo me explicaba cómo para él era muy fácil no creer en Dios. Entonces no le entendí pero pude entenderlo después. La realidad es que a aquellos que creemos en Dios con frecuencia se nos olvida que existe una avalancha de posibles razones para dudar de su existencia.

De modo que si usted es de los que no creen (o dudan), ¡Bienvenido! Esta sección es probablemente la más ambiciosa de todo este proyecto. No pretendemos tratar todo lo que el tema requiere en esta primera etapa. Iremos añadiendo artículos que poco a poco contribuyan a examinar tan importante tópico de manera más completa.

¿Qué importa?

Para algunos el tema de la existencia de Dios es un callejón sin salida. No hay solución clara para la cuestión, por lo que optan por el agnosticismo. Para otros, el tema ha perdido toda relevancia. Piensan que tras los pronunciamientos de Kant y de Nietzsche el concepto de Dios ha pasado a mejor vida. Aún otros han percibido que los adelantos científicos han hecho “innecesaria” la existencia de Dios.

Nada más lejos de la realidad. El tema sigue vivo. En círculos filosóficos el tema de la Existencia de Dios ha cobrado nueva vida y actualidad. La revista Time (7 de abril de 1980) decía:

En una silenciosa revolución en pensamiento y argumento que a penas nadie hubiera previsto hace dos décadas, Dios está escenificando un retorno. Más curioso aún, esto está sucediendo no entre los teólogos o en los creyentes ordinarios, sino en los círculos intelectuales de los filósofos, donde hace tiempo el consenso había hecho desaparecer al Todopoderoso del discurso fructífero.

En círculos científicos el debate continúa sobre las implicaciones no científicas del “Big Bang” y sobre las suposiciones metafísicas que algunos han hecho de la teoría evolucionista.

Es mucho lo que está en juego. Estamos hablando de lograr una visión coherente del universo, la historia y la vida; de buscar contestación a nuestras inquietudes existenciales y de poder sentar unas bases sólidas para poder desarrollar un código de moralidad coherente.

¿Creer o no creer?

¿Cómo acercarnos al tema de la existencia de Dios? Ya hemos dicho que ésta no puede ser demostrada fuera de toda duda. No podemos someter a Dios a pruebas de laboratorio, al escáner, ni al espectrofotómetro, como tampoco podemos demostrar su presencia “invisible” bombardeándolo con electrones en un acelerador de partículas.
Esta tensión nos dejaría en el terreno del agnóstico. ¿Hay algo más? Creo que sí. Creo que es posible argumentar en favor de la racionabilidad de la creencia en Dios. Y también creo que el modelo teísta (y, mejor aún, el cristiano) es la mejor manera para explicar el universo, la humanidad y la historia. Esto son palabras mayores. De modo que, comencemos.

Puntos de partida

Asumo de inicio que es posible hablar sobre la persona de Dios. Creo que la trascendencia de la Persona de Dios no es un impedimento para articular nuestro entendimiento sobre él. También acepto que la razón, a pesar de sus limitaciones, es capaz de conducirnos por el laberinto de las argumentaciones y llevarnos al puerto seguro de conclusiones razonables.


Argumentos de la Existencia de Dios
Argumento Kalam
La palabra “Kalam” viene del vocablo árabe para filosofía o religión. Representa un argumento de la teología islámica en la Edad media y que recientemente ha sido “resucitado”. Podemos resumir su línea argumental de la siguiente manera.
  • Todo lo que comienza a existir debe su existencia a una causa. Hablar de un comienzo “de la nada” y sin causa va contra la ley de No Contradicción de la lógica. ésta establece que un objeto NO puede ser “A” y “No A” a la misma vez y en la misma relación. Para un objeto surgir “de la nada” tiene que, en efecto, crearse a sí mismo, o “ser” y “no ser” a la vez, lo cual es imposible.
  • El universo tuvo un principio. La posibilidad de un Universo que ha existido siempre es una imposibilidad filosófica. Retroceder a partir de un presente hacia un pasado infinito real no es posible, como tampoco lo es llegar al presente añadiendo sucesivamente hasta formar un infinito real o actual
  • Por lo tanto el universo tuvo una causa.
Argumento cosmológico

Este es uno de los más antiguos argumentos. Fue usado por Platón, Aristóteles y, por supuesto, Tomás de Aquino. En esencia, este argumento dice lo siguiente: "Dios existe porque el universo existe." Se puede expresar de otra manera. La existencia de un universo presupone la existencia de una Primera Causa (Dios) que le diera su existencia.

No es tan sencillo como parece, ¿verdad? Inmediatamente surgen interesantes preguntas. Consideremos ésta primeramente: ¿y qué si el Universo (y no Dios) es eterno? Pero esto sólo pospone la dificultad, pues un universo que ha existido siempre presenta las mismas dificultades conceptuales que la existencia de Dios. También tenemos que recordar que la posibilidad de que el universo haya existido siempre ha sido desmentido en principio por la Ciencia (para una más completa argumentación en este sentido ver el artículo sobre El Origen del Universo).
Por último, un universo que siempre ha existido es una incongruencia filosófica porque supone la existencia de un pasado infinito real que haría imposible llegar a la actualidad. Me explico. Primero tenemos que distinguir entre un infinito teórico (como en las matemáticas) y un infinito real. El primero es posible como un concepto abstracto. El segundo no es posible en la realidad material. Obviamente cuando hablamos del pasado lo hacemos desde la perspectiva de nuestra realidad, o sea el presente. Si existiera un pasado infito eso querría decir que ha transcurrido un tiempo infinito hasta llegar a nuestro presente, lo cual es imposible (porque es infinito).

En cuanto a Dios, éste es definido como un ser existente en sí mismo, lo que obvia el problema del infinito real. Pero, preguntarás, ¿es todo un asunto de definiciones? ¿No podríamos entonces definir el Universo de la misma manera? Pues sí. Podríamos hacer eso, pero esta alternativa nos dejará con otros problemas en nuestro razonamiento como, por ejemplo, en la explicación del orden del Universo (ver más abajo), del complejo diseño evidente en los organismos vivos, etc.

Una posibilidad que se menciona es que El Universo surgió de la nada. Este es un planteamiento que, en la superficie, parece no estar tan lejos de la creencia en Dios. ¿No le parece? Pero la realidad es que el que el Universo viniera de “la nada” es una imposibilidad filosófica. La Ley de la No Contradicción (importante ley en el estudio de la Lógica) hace imposible tal planteamiento pues, para ser cierto, requiere que esa "nada" sea "algo" y "nada" a la misma vez, lo que es imposible.

Big Bang. ¿No ha demostrado el “Big Bang” el origen del Universo desde un punto de vista materialista (esto es, sin la necesidad de un Creador)? Para aquellos no muy familiarizados con este concepto les recuerdo lo siguiente. Ésta es una teoría que dice que el universo tal y como lo conocemos hoy comenzó hace 15.000 millones de años, en una gigantesca (“Big”) explosión (“Bang”). De este evento, y respondiendo a leyes de la física, surgieron a lo largo de milenios elementos químicos, galaxias y planetas y, eventualmente, la vida.

Pero, claro está, este concepto no nos explica lo que sucedió antes. ¿Qué fue “eso” que explotó? ¿No presupone esta idea la existencia de “algo” antes que el Big Bang? ¿No es esa idea, entonces, una simple posposición de la pregunta última de los orígenes?

La contestación de los físicos es la siguiente. Antes del Big Bang ocurre se dio una “singularidad”, esto es, unas condiciones únicas, donde ni la materia, ni el espacio ni el tiempo existían. Y esta idea, ¿de donde viene? Es una teoría. Y la definición de singularidad no es tan diferente de cómo a veces se describe a Dios.

De modo que el “Big Bang” no excluye la existencia de un Creador. Antes al contrario, pues demuestra el origen del universo en un momento en el tiempo. Como un caricaturista presentó en un periódico español, “a fin de cuentas pudiera se que esta gran explosión fuera tan sólo el chasquido de los dedos de Dios...”
(Para una más completa argumentación en este sentido ver la sección sobre El Origen del Universo).

Argumento teleológico

Este argumento, antiguo también, dice que el Universo, tanto en sus más pequeñas unidades estructurales (átomo, célula), como en la inmensidad del cosmos, parece reflejar la existencia de un diseñador inteligente. La analogía más común es la del relojero. Enfrentados con la inspección de un reloj, a nadie se le ocurriría pensar que éste es el producto de la mezcla de sus piezas en una caja agitada por unos minutos. Aducir esta complejidad y “diseño” a un proceso impersonal y mecánico, no es la solución.

Argumento moral

Sencillamente dicho, este argumento establece que la universalidad de un carácter moral en el ser humano sugiere la existencia de Dios.

Aún cuando se reconocen variaciones en los conceptos morales, éstas no son tan drásticas como se supone, y son mínimas al compararlas con sus semejanzas. La existencia misma del hecho moral, de que hay “bueno” y “malo,” es indicio del reflejo de un Ente Moral superior, cuyo carácter (imagen) nosotros reflejamos.

Es por esta razón que los ateos quedan sin una base sólida para sus planteamientos éticos. No que el ateísmo en sí mismo sea inmoral. Simplemente sus postulados excluyen una base objetiva para su moralidad, por lo que los ateos que viven moralmente lo hacen a pesar de las consecuencias filosóficas de sus convicciones y no basados en ellas (ver Ética sin Dios).

Principio Antrópico

Volviendo a la comparación del reloj, el universo no sólo parece una máquina creada, sino también perfectamente ajustada para la preservación de la vida humana.
La Tierra posee características específicas que permiten la vida humana. Existe una cantidad considerables de variables físicas y químicas que, de alterarse ligeramente, harían imposible la vida en el planeta. Por ejemplo, la distancia del sol. Ésta es la adecuada para la vida. La variación de esta distancia es de un 3% a lo largo del curso de la travesía de la Tierra alrededor del Sol. Si fuera de 10% no podría haber vida por los cambios en temperatura, y luz ultravioleta. La atmósfera, que deja pasar la luz, pero protege de la radiación. El centro semilíquido del planeta que ayuda en la creación del campo magnético lo que a su vez protege de las radiaciones cósmicas.
Otras incluye la Fuerza de Gravedad, la velocidad de expansión del Universo, velocidad de rotación de la Tierra, inclinación del eje del planeta, etc.
Este tema será tratado más detenidamente en el futuro.
Otros argumentos

A los argumentos anteriores podemos añadir (ya en favor de un teísmo propiamente cristiano) la persona de Jesús, y su resurrección de entre los muertos. Estos son considerados en otra sección.

Conjunto de los argumentos

Vistos uno por uno los anteriores argumentos tienen un peso considerable. Examinados en conjunto son evidencia contundente para que, al menos, “dude de su duda” y abra su mente a la hermosa posibilidad de la existencia de Dios, un Dios personal e interesado en usted.
© Dr. José R. Martínez Villamil
Barcelona, 1999.
www.menteabierta.org




No hay comentarios:

Búsqueda personalizada