domingo, 27 de marzo de 2011

Una familia ideal

Cuando llegamos a adultos, muchas veces tenemos la necesidad de volver a experimentar los sentimientos positivos que tuvimos cuando fuimos pequeños, pero al tratar de buscarlos en nuestros familiares nos encontramos, lamentablemente, con la competencia, los celos, la envidia y hasta con el resentimiento que existe entre todos.
Y es que quisiéramos tener una relación ideal con la familia; es decir, unos hermanos y unos padres que nos quieran sin expectativas, incondicionalmente, que podamos celebrar junto a ellos nuestros éxitos y logros, además de compartir la felicidad y la desdicha al mismo tiempo, sin tener que estar a la defensiva o sintiéndonos obligados a devolver lo que hicieron por nosotros o teniendo que asumir responsabilidades familiares que no nos corresponden, simplemente porque en este momento estemos más holgados y organizados que los otros.

Todas las vivencias que tenemos cuando somos pequeños determinan la calidad de relación que tendremos con nuestros padres y hermanos cuando seamos adultos. Por eso, es importante mejorar la calidad afectiva de nuestro espacio familiar para no terminar repitiendo las actitudes y los hábitos negativos que originaron la relación tan pobre que tenemos con algunos familiares. Podemos hacer el trabajo personal de comprenderlos y aceptarlos como son, sin fantasías o falsas expectativas. También trabajar en el perdón, para pasar la página, cicatrizar nuestras heridas emocionales y mantener una relación amable y cercana.

Evitemos hacer comparaciones e inmiscuirnos en sus decisiones a menos que nos pidan la opinión. Tengamos en cuenta que algunos pueden ser muy susceptibles a nuestros comentarios. Recordemos que el éxito es relativo y las condiciones de todos han sido diferentes, de modo que es bueno ser delicados al momento de compartir los nuestros.

Aun cuando estemos dispuestos a usar todas estas herramientas para mejorar la relación, ellos continuarán teniendo aquellas actitudes o comportamientos negativos que nos afectaron por tanto tiempo, hasta que decidan, de la misma manera que nosotros, hacer un cambio personal.

Claves para mejorar las relaciones familiares
Acéptalos como son... sin esperar por parte de ellos lo que no pueden darte, esto hará que tengas relaciones más reales. Aprende a darte a ti y a los tuyos el cariño y el apoyo emocional que necesiten sin contar con otros.

Deja el pasado atrás. El recuerdo de lo que nos hicieron o vivimos en el pasado no nos permite estar abiertos para recibir y dar lo mejor de cada uno de nosotros. Pasar la página con voluntad ydeterminación te permitirá estar atento a reconocertodo lo bueno que exista en la relación aunque sea muy pequeño.

Practica el perdón. Esto te ayudará a cerrar las heridas emocionales. Perdonar implica comprender porqué actuaron así, tomando en cuenta las condiciones emocionales y materiales de sus vidas, la educación y el ejemplo que recibieron y hasta las circunstancias que rodearon sus vidas mientras crecieron. Recuerda llenar el corazón de amor para que el resultado sea liberador.

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