"Evita criticar y juzgar a los demás,
y resalta todas sus características positivas"
SONRÍE. Mantén siempre una buena actitud. Sólo una persona positiva y entusiasta puede acercarse a otros para compartir. Sonríe y siéntete a gusto en el mundo.
DA LO MEJOR DE TI. Sentirte dispuesto a dar y a compartir es indispensable. En lugar de pensar en cuánto va a costarte, en cómo van a devolvértelo o de qué manera va a beneficiarte, piensa en todo lo que puedes hacer para suavizar y animar la vida de esas personas. Recuerda que quien te lo devolverá será el universo al reconocer tu limpieza de intención.
ACÉRCATE A TUS PERSONAS QUERIDAS. Muchas veces esperamos a que sean nuestros amigos o familiares quienes nos inviten. Da el primer paso, invítalos a compartir, y toma en cuenta todos los detalles que puedan hacerlos sentir bien.
DISCULPA CON FACILIDAD. No te quedes pegado en las pequeñas diferencias o en los desacuerdos sin importancia que pudieras haber tenido con algunos de ellos. Deja que el cariño y el recuerdo de todos los momentos especiales que han compartido sean los motivos que te impulsen a perdonar y a pasar la página.
ESTABLECE TUS LÍMITES. Aceptar a otros en tu vida puede llevarte a complacer demasiado, hasta el punto de perder tu derecho a decir no, si fuese necesario, poniendo en riesgo tu equilibrio. Atrévete a establecer ciertos límites o reglas, con claridad y gentileza, que te permitan tener una relación más sana y satisfactoria.
VENCE TUS TEMORES. Muchas veces el miedo a no sentirte capaz de manejar la situación, el temor a ser rechazado o pensar que no tienes todo lo que necesitas para invitarlos, hace que dejes pasar la oportunidad de compartir con más frecuencia. Vence el temor y atrévete a intentarlo.
SIGUE EL IMPULSO DE TU CORAZÓN. Cuántas veces has sentido el deseo o las ganas de invitar a unos amigos a casa, de acercarte a ellos para compartir o apoyarles en alguna situación particular… pero, al pensar en todo lo que tendrás que hacer o en cómo pueden reaccionar… prefieres postergarlo para otra oportunidad. Déjate llevar por el impulso de tu corazón y exprésalo.
SÉ SERVICIAL. Muéstrate siempre dispuesto a apoyar a otras personas, inclusive a los desconocidos. Actuar con solidaridad, conciencia y deseo de colaborar con los demás hará que el universo conspire para que siempre tengamos alguien con quien contar. Recuerda que tu acción debe ser absolutamente incondicional.
SIMPLIFÍCATE. No seas tan complicado, no te exijas demasiado para que también puedas disfrutarlo. Proponlo de la forma más sencilla posible, lo verdaderamente importante será el entusiasmo, el cariño y las ganas con la que le ofrezcas a otros tu hospitalidad, compañía, amistad y solidaridad.
DISFRUTA DEL CONTACTO CON OTRAS PERSONAS. Cuando dejamos de fijarnos en nuestras diferencias personales y comenzamos a reconocer los puntos afines, disfrutamos más del regalo de compartir con otros un buen momento. Evita juzgar y criticar a los demás, y resalta todas sus características positivas. Siéntete agradecido.
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