"Detrás de la incapacidad de decir 'no' se esconde una gran inseguridad, el temor a los conflictos, la búsqueda de aprobación y cariño y la necesidad de ser aceptados"
'Un mono muy bondadoso abría su corazón a todos los animales. Era cordial,
amable y compasivo. Un día conoció a una tortuga macho. Tortuga y mono pasaban horas conversando sobre temas muy diversos, compartían sobre filosofía, arte
y espiritualidad. Pasaban muchas horas juntos. Pero la tortuga estaba casada…
La tortuga hembra pidió explicaciones a su marido por pasar tantas horas fuera
de casa y éste le contó sobre su amigo. Entonces se sintió molesta, celosa
e ideó un plan perverso que puso en acción.
Una noche le dijo a su esposo: 'He adquirido una rara enfermedad y el médico me dijo que puedo morir si no me alimento con hígado de mono. Habla con ese compasivo amigo tuyo, no dudará en darnos el suyo para que la esposa de su amigo viva'. La tortuga fue a hablar con su amigo y le mintió diciendo: 'Mono, mi esposa quiere conocerte, ven a comer a nuestra casa'. Pero la tortuga no pudo resistir su conciencia y le contó la verdadera intención de despojarlo de su hígado. El mono
le dijo: 'Te compadezco amigo, tu mujer es perversa y eres un tonto al vivir con ella. Hasta aquí llegó nuestra amistad. Mientras ella te manipule y no aprendas a decir 'no', vive tu pesadilla y no vuelvas por aquí'".
Decir siempre que "sí" a lo que nos piden o quieren los demás, sobre todo a nuestros seres queridos, pareciera que nos libera de tener que tomar decisiones y nos hace ganar, en algunos casos, cierta aprobación y compañía, pero pagando un costo altísimo en pérdida de independencia, estima y balance emocional.
Todos sabemos decir la palabra "no". Pero, cuántas veces, después de analizar la invitación o la petición que nos hicieron, decidimos que no aceptaremos y, al momento de expresarlo, nos escuchamos decir: "Está bien, no te preocupes, lo haré", para unos minutos después sentirnos frustrados y victimas del abuso de la otra persona, que una vez más ignora nuestro cansancio, los compromisos que tenemos o nuestro derecho a usar libremente nuestro tiempo… Pero, ¿serán ellos realmente los causantes de nuestro malestar?
Muchas veces, detrás de la incapacidad de decir "no" se esconde una gran inseguridad, el temor a los conflictos, la búsqueda de aprobación y cariño, la necesidad de ser aceptados en el grupo o una valoración de los demás por encima de la de nosotros mismos.
En gran parte, este conflicto viene de la infancia. La falta de reconocimiento y cariño, la competencia entre hermanos o el ejemplo de una madre sacrificada por otros, pudieran ser algunas de las causas de esta actitud. De aquí surge el empeño por caer bien, el miedo a no cumplir con las expectativas y la idea errónea de que sólo sacrificando nuestras necesidades conseguiremos la valoración por parte de terceros.
A muchas personas les cuesta reconocer sus necesidades y establecer límites, quedando atrapadas en el afán de complacer y adaptarse a los demás, lo que las aleja de sí mismas, dificulta sus relaciones y las deja vulnerables al abuso. Podemos cambiar esta actitud por otra que nos permita abrir y cerrar a voluntad las puertas de nuestra vida afectiva.
poder decir "NO"
Sé consciente de lo que haces. Aprende a no dejarte llevar por los demás a la hora de tomar decisiones. Tus puntos de vista y opiniones son tan valiosas como las de los demás. Defiende tus ideas y siéntete capaz de poner límites. ¡El esfuerzo merece la pena!
Exprésate con claridad. Explica la razón por la que das una negativa. No tienes que ser agresivo al momento de expresarte, usa palabras amables, pero sé firme al mismo tiempo. Si es importante para ti, ofrécele alternativas teniendo en cuenta su necesidad.
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