Desde 2007, los creadores de 'Lyric', la compañía Insound Medical, aseguran que su diseño y el lugar en el que se sitúa aportan "un sonido de excepcional calidad tanto en ambientes ruidosos como tranquilos". Todo ello gracias a que, según apuntan en su página web, "utiliza la oreja para dirigir el sonido hacia el canal auditivo, sin necesitar múltiples canales o ajustes".
Con una autonomía de 120 días, momento en el que se tiene que extraer y reemplazar por uno nuevo, este dispositivo presume de aportar un sonido más natural que el resto de sonotones. Esto se debe, según Insound Medical, a que la calidad del sonido mejora cuanto más próximo se esté del tímpano y éste se coloca a un milímetro de él.
Sus fabricantes presumen de su composición. Está realizado con un material antibacteriano, que permite que esté dentro del oído sin nigún riesgo, y con una tecnología que lo protege del polvo y la cera. Además, cuenta con una batería de larga duración.
Sin anestesia
Aunque no se necesita anestesia para insertarlo por primera vez, esta operación requiere aproximadamente una hora. Pasados unos meses, cuando el paciente acuda para cambiarse el audífono, la intervención será mucho más breve (unos 10 minutos).
Los usuarios podrán retirarse el audífono usando unas herramientas especiales. Es algo que deberán hacer cuando vayan a nadar o bucear, por ejemplo, ya que aunque se puede mojar no es recomendable sumergirse con él puesto.
Tal y como está planteado en EEUU, los pacientes que deciden llevar este tipo de sonotone pagan una cuota fija anual en la que se incluyen todos los dispositivos que vayan a necesitar durante ese tiempo.
No todos podrán utilizar este dispositivo. Está indicado para los casos leves o moderados y, según apunta 'The New York Times' en un artículo dedicado a 'Lyric', "algunos canales auditivos son muy pequeños como para poder albergarlo y la compañía estima que no sirva a la mitad de los pacientes potenciales".
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